Chávez pone sus barbas en remojo, amenaza al presidente Obama para que no se le ocurra actuar en Venezuela ni promover una acción bélica con “el grupito” de países aliados, que han sido calificados de “terroristas” por el carnicero de Trípoli. Chávez no da puntada sin dedal, sabe muy bien que desde 2005, cuando firmó convenios con Irán, entre ellos uno de explotación de minería estratégica o uranio empobrecido, las agencias de inteligencia mundiales investigan si los reactores nucleares iraníes se alimentan con uranio venezolano, con el cual el autócrata islámico, Mahmud Ahmadinejad podría borrar del mapa a Israel, una de sus obsesiones fijas.
El tema se ha venido analizando desde hace tiempo en la prensa nacional e internacional, hay un subcomité en el Senado de Estados Unidos que investiga la supuesta conexión del uranio Irán-Venezuela. El pasado primero de marzo la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en una interpelación en el Congreso, amenazó a Venezuela con una acción en contra si dentro de la relación que mantiene con Irán se violan las sanciones internacionales impuestas por el desarrollo de un programa nuclear con fines pacíficos.
Chávez ha venido jugando con fuego, hay demasiado misterio en todo lo que involucra a los iraníes, empezando por el vuelo Irán Air 744 que cubre la ruta Teherán-Caracas, cuyos pasajeros no son visibles a la hora del desembarque y, en cuanto a la carga, la misma es objeto de un operativo especial de seguridad. Así mismo, mantiene en ultrasecreto el incendio de la oficina y los galpones donde operan los iraníes en las instalaciones de la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares, Cavim, en Maracay, el pasado 30 de enero, y del cual no se conocen las verdaderas causas que lo provocaron.
“Causas extrañas”.
Según fuen- tes militares, en el incendio de Cavim se quemó el programa iraní de aviones no tripulados (diseño, software, documentos etc.), que estaba en la oficina que tienen los iraníes, como parte de un convenio de cooperación técnico-militar con Teherán. La explosión desapareció varios galpones, dos pertenecían al proyecto iranívenezolano. Uno de los diez “drone” como se conoce en el argot militar los aviones no tripulados se perdió totalmente, además del material y los programas para su construcción.
El presidente Chávez atribuyó a “causas extrañas” el incendio, lo que podría interpretarse como sabotaje interno al convenio iraní. El siniestro retrasa el proyecto y aunque los iraníes tienen listos otros “drone”, no los han podido probar sin develar el secreto.
Los aviones no tripulados son pequeños, livianos y desarmables, vuelan a control remoto, tienen un alcance de autonomía de 200 kilómetros, pueden cargar misiles o bombas, cámaras muy poderosas para aerofotografía y espionaje. Los vehículos aéreos no tripulados han sido diseñados para reconocimiento aéreo y misiones de bombardeo, especialmente considerados por tener la ventaja de no ser detectados por radares. En agosto del año pasado, el presidente Ahmadinejad, presentó su primer avión no tripulado de largo alcance, lleva el nombre de “Karrar”, que significa “Embajador de muerte”.
Tic tac
La Dirección de Inteligencia Militar instaló en la cámara de sesiones de la Asamblea Nacional un equipo de inteligencia electrónica que graba las conversaciones de los diputados opositores y los mensajes que envían y reciben de sus equipos celulares y computadoras. También monitorean a ciertos diputados oficialistas.
El equipo transmisor TX semiconductor láser, con un rango de longitud de onda 790-820 nanometría, tiene un tiempo de duración de 50 horas continuas…tic tac
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