Ni el honor se divisa, ni se forjan libertades.

Tamara Sujú Roa

En un escrito que la Juez Afiuni me hizo llegar, dice esto: “Cada vez que salgo de traslado me desnudan para ver si saco algo.  Al principio me sentía muy humillada, pero luego comprendí que lo que esas personas realmente quieren es pisotear mi estima y dignidad. Cada vez que me desnudan lo hago con la cabeza en alto, sin vergüenza y con orgullo y aunque me insulten y maltraten, jamás lograran hacerme sentir lo que ellos pretenden. Por el contrario, mientras más bajo me tratan, mas alto me levanto, esto es una lucha de resistencia”.
Como mujer y venezolana quiero expresar la  indignación que siento y que estoy segura comparten mis lectores, cuando esta semana una mujer, Juez  de la República, fue vejada y humillada.  25 de miembros de la Fuerza Armada Nacional trasladaron esposada a María Lourdes Afiuni, al hospital oncológico para que por fin le  realizaran los exámenes que desde hace meses  estaba solicitando la defensa. ¿Se imaginan semejante pelotón para movilizar a una sola mujer?
No conforme con tal demostración de fuerza, también aprovecharon para avergonzarla más, haciendo que su examen íntimo fuera presenciado por un efectivo, sin importar si era femenino o no, ya que para los efectos del pudor, es lo mismo.  Mucho me he preguntado todos estos días que sentiría cualquiera de estos generalotes revolucionarios (como los llama el presidente) si a su mujer, a su hija o a su madre le hicieran lo mismo. En su abuso arrogante del poder, que parece se desata cuando llevan el uniforme, no solo pretendían llevarse la historia médica de la Juez,  sino que al regreso le apretaron tanto las esposas que le dejaron marcas en las muñecas.
El público que presenciaba tanto abuso se solidarizó con María Lourdes y rechazo a gritos el trato inhumano al que la sometían. Y es que el sentimiento generalizado que existe hoy en la sociedad civil venezolana hacia los miembros de la FAN –pagan justos por pecadores- es de desprecio, desdén e indiferencia.
Eso es lo que en estos 11 años ha logrado el presidente y sus acólitos, quienes han irrespetado de forma sistemática a un gran sector de la población. Y lo digo con dolor porque soy hija y sobrina de militares.Luego pudimos leer como en una  entrevista publicada que le hicieran al General Rangel Silva,  este desconocía la Constitución y las leyes de la Republica, haciendo proselitismo político y desafiando el sentir nacional que en estos momentos representa a la mayoría política: los demócratas.  Todavía no sé si estas tristes declaraciones salen de quien no hace más que venderse para lograr galones,  o si así suena el miedo a perder el poder.Lo único real de estas declaraciones es que nos han ayudado a comprender cuan alejados del sentir popular están estos personajes y, peor aún, cuan alejado está el primer mandatario.  Hasta el Secretario General de la OEA, Insulza consideró inaceptable estas declaraciones. Para enmendar la plana de Rangel Silva, Chávez trato de reinterpretar las declaraciones del General, y además premio su lealtad con el cargo de General en Jefe. Parece que mientras más ultrajante es la conducta mayor la recompensa. ¿Se acuerdan del General que eructó  en TV?
A todo esto se suman los abusos cometidos por los miembros de la FAN cuando utilizan el poder y la fuerza en las invasiones y confiscaciones de las propiedades de los venezolanos. O cuando matraquean en carreteras a quienes transportan o simplemente se trasladan de un lugar a otro. O cuando reprimen de forma desmesurada a quienes protestan por sus derechos. No quisiera ni imaginarme como será su comportamiento en las aduanas, en las fronteras, o en cualquier sitio donde sientan que pueden usar el poder de la fuerza para atemorizar y controlar a quien no posee armas para defenderse.  Me viene a la memoria las denuncias de torturas que el TCnel Humberto Quintero hizo públicas y que el tribunal exigió a la fiscalía militar investigar… si contra uno de ellos  sucede esto, imagínense como será contra cualquier hijo de vecino.
Para terminar solo queda decirle a esa gran familia que es la FAN, que no existen excusas para apoyar y cumplir órdenes violatorias a los derechos humanos, no porque lo diga una defensora de derechos humanos sino porque lo tipifica el Estatuto de Roma.  La fuerza armada nacional no se debe ni a un partido político ni a persona alguna y mucho menos a un proyecto político. Así lo establece la Constitución.  Están casados con su Patria y con su gente. ¡Con más nadie!