*****Posición de Uribe con “sus perseguidos” no es coherente con la posición adoptada en su Gobierno con los perseguidos políticos venezolanos.
Las declaraciones del expresidente colombiano Alvaro Uribe apoyando que quienes fueron funcionarios en su Gobierno soliciten asilo en otros países porque según él “no tienen garantías y son perseguidos en el país”, no son realmente coherentes con lo que fue su actuación como Presidente, frente a los perseguidos venezolanos.
Llevándose por la lógica, si Uribe considera que la figura de asilo es aplicable a sus exfuncionarios porque el sistema judicial colombiano no le da garantías, la política implementada en su Gobierno de no dar asilo a los venezolanos que lo solicitaron en ese país alegando la misma razón, (falta de garantías del sistema judicial en Venezuela), significa que Alvaro Uribe nunca creyó que éste problema existiera en Venezuela.
El último, o mejor dicho, el único asilado venezolanos en Colombia, es Pedro Carmona, quien recibió el beneficio durante el gobierno de Andrés Pastrana. Al llegar Alvaro Uribe al poder, se comprometió con el presidente Hugo Chávez a no conceder asilo a ningún venezolano, y públicamente, cuando Hugo Chávez lo acusó de “dar refugio a delincuentes buscados por las justicia venezolana”, refiriéndose a los perseguidos políticos (sobre todo militares de abril del 2002) que huyeron hacia Colombia, Alvaro Uribe respondió: “A usted le consta presidente Chávez que mi Gobierno no ha concedido ningún asilo político a venezolanos”. Esto a pesar de que el asilo político es uno de los Derechos Humanos consagrado a nivel internacional.
Esta política por cierto, no ha variado en el actual gobierno de Juan Manuel Santos, que tampoco ha regularizado la situación de decenas de venezolanos que viven en Colombia.
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