Hace seis años me fui de Venezuela, lo cuál según algunos compatriotas me invalida para opinar sobre lo que allá sucede. Sin embargo, permanezco de frente contra el déspota Hugo Chávez porque estoy convencido de que nunca nadie había logrado un nivel de destrucción nacional como él lo ha logrado. En los últimos diez años he escrito más de mil artículos en contra del desastroso régimen fascista apoyado por militares cobardes y banqueros, burócratas y contratistas corruptos. A los 76 años mal puedo irme a las montañas con un rifle, aunque lo consideraría seriamente si hay alguien que lidere ese esfuerzo. Yo no me siento capaz de ser el líder pero si estoy dispuesto a seguir.
Veo que una apreciable porción del país, ignorante y acostumbrado a depender del Estado, ha encontrado en el régimen de Chávez una buena fuente de apoyo material y de palabras que los mantienen convencidos de que son ellos quienes ahora están en el poder y no la odiada “oligarquía”. Aunque esto es triste de observar no me preocupa demasiado, porque esta masa mendicante dejará de amar al déspota cuando se impongan las realidades dictadas por la ineptitud y el caos administrativo del régimen. Algo de esto ya está sucediendo y soy optimista en pensar que algún día el país encontrará el único camino que transforma al esclavo en ciudadano: la educación, especialmente la cívica.
Más me preocupa, sorprende, indigna, el asunto de los ni-nis, grupo que constituye, según las encuestas, una muy apreciable porción de la sociedad venezolana. Que diablos es un ni-ni? Lo único que sabemos de ellos es que no están a favor de Chávez pero no están en contra de Chávez, ya que tampoco están de acuerdo con la “oposición”. Esta definición es muy imperfecta. A mis años, después de todo lo que he visto suceder en mi país, no puedo entender como una persona pueda decir que no está ni a favor ni en contra del régimen de Hugo Chávez. Yo pensaría que al ver y oir y leer a diario lo que pasa en Venezuela quienes no estén de acuerdo con Hugo Chávez deberían estar claramente opuestos a lo que él representa. O es que el colapso de PDVSA y de CVG, el despelote de los servicios públicos, la ineptitud del “equipo” ministerial, la entrega de la soberanía nacional, la corrupción galopante y el odio que destila el déspota no son suficientes para darse cuenta de que este no es un mal gobierno “normal” sino que es un engendro diabólico que está matando el país? Pero, si existiera una buena razón para que este despelote mantenga a los ni-nis inconmovibles, asépticos, como si la vaina no fuera con ellos, desearía que me lo dijeran, a fin de tratar de entender. A lo mejor se me ha escapado algo importante.
Un ni-ni en Venezuela va al mercado, se baña o no se baña, tiene luz en la casa o no la tiene, ha leído acerca de la corrupción de Tobías Nóbrega, Diosdado Cabello y Luis Velázquez Alvaray y cientos de otros miembros de la pandilla. Ha tratado de viajar al exterior o a Margarita enfrentando la falta de divisas o de pasaje aéreo. Debe tener hijos en las escuelas o familiares que hayan tratado de ir a los hospitales. Probablemente algún miembro de su familia ha sido víctima del hampa desatada. El ni-ni debe estar expuesto a las terribles carencias de la sociedad decimonónica en la cuál vive. Y entonces? Como mantiene la calma, la actitud totalmente impersonal de quien observa algo que no le concierne a él/ella? Honestamente, los admiro, pero con la repulsión que solo sentía antes por las serpientes y las cucarachas.
Hay quienes me dicen: “pero, no ves que esa gente está metida en la pomada? Esos son aprovechadores, parásitos sin conciencia ciudadana, los mismos que estaban con Gómez, Pérez Jiménez, AD y COPEI!!” Pero yo no puedo creer que la mitad del país esté enchufado en esta triste situación de complicidad con el déspota, contra la nación. Eso si sería horrible porque, entonces, a quien defendemos? Por quien quebramos lanzas? Quienes son los venezolanos dignos si les quitamos un 50 por ciento de ni-nis y un 30 por ciento de mendicantes? Valdrá la pena seguir luchando por el 20 por ciento restante (parte del cuál está ya afuera del país)? O hay que botar tierrita y pedir otra partida?
Lo que se me ocurre sobre los ni-nis que no están enchufados con el régimen o no saben lo que le está ocurriendo al país (habrá muchos así?) o tienen un problema de autismo, es que son unos sinvergüenzas indiferentes, a quienes nada les importa un bledo, siempre y cuando tengan la botellita de whisky o de pecho cuadrado o las cervecitas a la mano, puedan ir a la playa el fin de semana, a bailar al “maní es así” o puedan aprovechar, mientras se pueda, algo del rio de dinero que corre por las calles de las ciudades venezolanas. En fin, gente que se les olvidó el pasado y no les importa un comino el futuro, viviendo en un presente eterno, que es precisamente la característica que distingue a los animales y los diferencia de los seres humanos, quienes si pueden ver hacia adelante y recordar el pasado, a fin de extraer de él alguna enseñanza.
Me pregunto, entonces, como puede un país progresar con un porcentaje apreciable de gente así. Yo puedo entender como el pobre y el ignorante pueden ser seducidos por la retórica populista y demagógica de un déspota. Simplemente, quieren creerle! Lo que no puedo entender es como una masa de venezolanos pueda vivir en Venezuela, física y espiritualmente, y decir que no están a favor de uno o del otro pero se mantienen en un plano “astral” por encima del horrible conflicto que azota a nuestro país. Como pueden argumentar que no les gusta la oposición, sin pensar que ellos pueden constituirse en la oposición que quieran ser. Si no les gusta Rosales o Petkoff o Borges, tomen el liderazgo de una nueva oposición!! Dejen de maldecir la oscuridad. Prendan una vela (que la necesitan en esta época).
Yo estoy afuera de Venezuela físicamente pero estoy espiritualmente en mi país, totalmente comprometido con la urgente necesidad de darle un cambio a este trágico estado de cosas. Me angustio por mi país a pesar de que no debería importarme la falta de alimentos porque los supermercados cercanos a mi apartamento de Virginia, USA, rebosan de comida maravillosa. El transporte publico que me lleva y me trae es de primera calidad. Camino sin miedo, a toda hora, por los bellos parques cercanos. No sufro de cadenas, ni de apagones y cuando abro el grifo invariablemente sale agua. Como puede un ni-ni directamente expuesto a la tragedia venezolana decir que no está ni con unos ni con otros? Esto es un misterio para mí.
Creo que los ni-nis representan, con su estúpida y frecuentemente hipócrita asepsia política, el principal grupo que mantiene a Chávez en el poder. Por lo tanto, están a su favor, a pesar de que mantengan lo contrario.
1 comentario:
Un ni ni ante todo es conciencia pura y dura,que conoce de individuos y nulidades engreidas,que como tu,creen que son poseedores de la unica verdad y con ella pretenden alienar a los que no creen ni piensan ni de vaina como tu,que eres el mas genuino y recalcitrante y representante del bocon veneco como el lider.Que merece estar todos los años del mundo para que asimilemos con humildad,que las sociedades de mutuo auxilio que abundan en todos los niveles de la suciedad por(sociedad)...ja ja ja
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