19/1/2010
La justicia revolucionaria lo declarará demente y es probable que termine en un hospital psiquiátrico, un hombre que ha demostrado tener toda la cordura del mundo al defender sus derechos
Por Mercedes Montero
Hace algunos años leí por casualidad una reseña pequeñita sobre la protesta que llevaba a cabo un productor agrícola del Estado Bolívar, en ese entonces consideré que el hombre tenía el valor del que muchos otros venezolanos carecían.
Su protesta lo había llevado a la plaza de su pueblo, sentado en el piso reclamando sus derechos, un tipo de protesta que en países en los que la democracia es la forma de gobierno es común. Por supuesto la prensa local y luego la regional y hasta las estaciones de TV divulgan. Las autoridades locales toman en cuenta, hacen las investigaciones del caso y de no llegar a un acuerdo o solución acorde con los procedimientos institucionales, se lleva el caso a un juicio en el que se hará justicia.
Lamentablemente en el país en el cual el “logro” de la revolución es la destrucción acelerada de todas las instituciones, el reclamo de Franklin Brito primero fue ignorado y debido a la persistencia de un hombre que obviamente hace ejercicio consciente de sus derechos, su caso iría de mal en peor. Después y antes que todo al gobierno no le gusta que le recuerden que su actuar es irrito.
Cuando el señor Brito llegó a Caracas, ciudad atormentada al igual que toda Venezuela por la delincuencia, la suciedad, el desorden, la escasez entre los muchos males que padece producto de algo que se llama incapacidad y pésima gestión en todos los órdenes, fue directamente al frente de la Sede de la OEA en Las Mercedes, a continuar con una protesta civilizada, en un país que cada día se parece más a los totalitarismos africanos...
Todos sabemos por cuales episodios ha pasado el caso de Brito, aún aquellos ciudadanos poseídos por la comodidad e indolencia que prefieren mirar hacia otro lado “porque la cosa no es conmigo”, sin querer darse cuenta que en la medida que los venezolanos permitamos que suceda lo que está pasando con la familia Brito, estamos promoviendo el avance de un proceso que transformó a la Cuba de Fidel en la Isla cárcel, miseria del Caribe, y , que el día que lleguemos a ese punto tendrán que decir ¡Adiós comodidad! ¡Hola esclavitud!
La contundencia y persistencia de Franklin en la huelga de hambre, lo llevó a transformarse en un esqueleto como el de los campos de concentración producto del Holocausto, ese mismo que pretende ser negado, pero que dejó una huella indeleble en la historia de la humanidad.
Por supuesto el régimen actuó y llevó a la fuerza a Brito al Hospital Militar, en el que se encuentra secuestrado desde el 13 de diciembre, 2009, de acuerdo con las últimas noticias fue trasladado a la Unidad de Psiquiatría dentro del mismo Hospital y se le suministra alimentación en contra de su voluntad expresa a través de una sonda nasogástrica.
La fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, informó que el productor agropecuario se encuentra incapacitado mentalmente, así como también es incapaz de tomar sus propias decisiones, razón por la cual permanece recluido en el Hospital Militar. La justicia revolucionaria lo declarará demente y es probable que termine en un hospital psiquiátrico, un hombre que ha demostrado tener toda la cordura del mundo al defender sus derechos. Acción esta que copia a las acciones de Fidel Castro en Cuba, que declara locos a sus disidentes cuando quiere anularlos totalmente.
Cada día nos parecemos más a la isla cárcel
http://www.diariodeamerica.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=5733
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