El abismo venecubano

OR: AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ · PUBLICADO EL 26/02/2012

La conducción de este ex país la ejerce hoy un régimen autoritario de clara inspiración totalitaria con disfraz democrático, que nada tiene que ver con  respeto a las instituciones. El caso más emblemático es el peso que ejerce el oficialismo sobre el CNE, sobre quien recae la acusación de ejecutor y guardián del fraude-trampa de mayor expansión y profundidad de nuestra historia.

Una institución que cuenta hoy de manera decisiva con la acción legitimadora que adelantan las oposiciones el 12F-12, al utilizarla para sus elecciones primarias y acogerse a sus resultados. Difícil entonces que a futuro puedan cuestionar el organismo.

En ese marco, la noticia de la “nueva lesión cancerosa” del golpista presidente (GP), pone todo cuestionamiento al margen para profundizar la expresión mítico-religiosa alrededor de la figura del Jefe Único.

Y el problema no es la enfermedad sino la acción politiquero-manipuladora que se adelanta para la sobre-exaltación del héroe-caudillo y nuevo Libertador.

Es la hora de la realización chavista-bolivariana de la victoria revolucionaria acometida, junto con Fidel Castro, a través de la  fusión de las dos revoluciones para construir Venecuba.

Y en ese clima de culto-manipulación, se reproduce la desinformación que se convierte en rumor hasta que el discurso del GP del 21/02 confirma su delicado estado de salud.

Y sus seguidores, atrapados por el mito, multiplican una angustia que se entrecruza con fervor y fanatismo para contribuir a la movilización destinada a  dominar  el escenario-espectáculo-cáncer.

Para el GP ese cáncer será tratado y derrotado como un ‘escuálido’. Eso dice en el homenaje que se le rinde el 23/02 en el Teresa Carreño. La enfermedad es tomada como arma de combate para descalificar al enemigo por falta de moral y ética.

Por eso dice que hará lo indecible, por encima de las dificultades que se le presenten, para “conducirlos a ustedes hacia una nueva victoria”. No concibe la historia sin su presencia y conducción. Es el proceso del mismo hombre y salvador.

Un colectivo conducido por quien se sabe el ‘jefe único’, el autor de la agenda que deben seguir los venecubanos de este tiempo, para alcanzar los mejores puestos en un abismo que cada vez adquiere una mayor dimensión. Y por ello, Sancho,  el 7-0  el barranco-cáncer aplastará provisionalmente toda perspectiva! T:@ablancomunoz