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Caracas, Dtto. Capital, Venezuela
La participación de los oyentes y las denuncias forman el plato fuerte de PLOMO PAREJO. Conducido por el polémico Iván Ballesteros que se caracteriza por descubrir, analizar y difundir temas que conmocionan el acontecer político a través del contacto con sus protagonistas. Sus secciones ya son todo un éxito: “Plomo y Candela” con Ballesteros y la periodista Patricia Poleo, “Misión Imposible”, "El Jalabolas", "Qué hace Chávez con el dinero de los pobres" han dado mucho de qué hablar.

Frases de dictadura.

Frases de dictadura.
"Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es el más sagrado de los derechos y el más indispensable de los deberes”. Marqués de Lafayette.

Programa Plomo Parejo íntegro del día 03/04/2014

viernes, 6 de enero de 2012

EL UNIVERSAL RONNY PADRÓN Diego Arria sí sabrá "ganar y cobrar".

descarga (1)RONNY PADRÓN| EL UNIVERSAL
miércoles 4 de enero de 2012 12:00 AM
No son deseos sino realidades. Su trayectoria como gerente público
eficiente en Venezuela, diplomático exitoso en el extranjero, lo
confirma.
Hoy, Venezuela atraviesa una etapa sombría sólo comparable a los
tiempos de la guerra independentista, con un agravante: para aquel
entonces nuestro país contaba con una dirigencia patriota convencida y
dispuesta respecto a los sacrificios implícitos a la causa política de
entonces.
En la Venezuela presente, el estatismo petrolero, en mala hora
consagrado en la propia Carta Magna, configuró una sociedad
acomodaticia, acostumbrada a exigir derechos al Estado, sin embargo
ajena al cumplimiento de sus deberes, auténtico certificado de una
efectiva ciudadanía.
De allí qué luego de "Las bacanales del petrodólar", viabilizadas por
la estatización de la industria petrolera a partir del 1º de enero de
1976, y su muy lógica "resaca" económica en los cercanos 90, el pueblo
venezolano buscó con denuedo el cambio político en la comprensible
necesidad de recuperar el orden institucional perdido. Ello es del
todo loable. El problema estriba en que una vez electo el llamado a
corregir tales entuertos, a saber "Hugo Chávez", éste no sólo resultó
peor que cualquiera de los anteriores jefes del estatismo venezolano,
lo que es más grave aún, nosotros, luego de 13 años, habíamos
resultado incapaces de promover una dirigencia política apta para el
necesario reemplazo.
Dicha tragedia, descrita en tan escuetos términos es por supuesto
debida a un cúmulo de factores entre los que destaca la referida
perversión política llamada estatismo, que hace posible un Estado
nacional, gerente y administrador de la casi totalidad de la riqueza
venezolana (yacimientos petrolíferos, auríferos y demás minerales
económicamente valiosos) encargado además del enorme poder fáctico
implícito en su condición de representante jurídico y político de la
nación. Tal hipertrofia funcional convierte a cualquier presidente de
Venezuela en verdadero monarca medieval y a nosotros los venezolanos
en súbditos pedigüeños de la peor condición.
Así entonces nos encontramos en la particular circunstancia donde ante
un régimen político evidentemente totalitario, por ende criminal,
socialista para más señas, tolerante con la Constitución sólo en la
medida que ésta le posibilite sostener la muy valiosa "fachada
democrática", un precandidato presidencial ha sido capaz de ensalzar
la recuperación del orden institucional como la prioridad política
nacional, ese es Diego Arria.
Porque más allá de buenas intenciones, quién si no un dirigente
político independiente, de certificada experiencia gubernativa,
nacional e internacional, exitosa por lo demás, estaría en real
capacidad de capitalizar la mayoritaria voluntad de cambio de la
fuerza demócrata nacional hasta alcanzar lo que no hemos podido desde
hace cuando menos 30 años: un Estado Democrático y Social de Derecho y
de Justicia, al servicio de ciudadanos libres y dignos, capaces de
merecer la prosperidad y el Bien Común mediante el trabajo lícito y
justo, algo característico de cualquier país desarrollado.
Sólo alguien dispuesto a consagrar lo que le reste de vida en pro de
restaurar la constitucionalidad democrática en Venezuela tendría
oportunidad para hacer lo que corresponde hacer, sin pensar en las
próximas elecciones, sino en las próximas generaciones. Quién sino
aquél que ha sido idóneo para coordinar transiciones políticas de
regímenes aun más violentos que el vigente en Venezuela, verbigracia:
Bosnia, Serbia, Sudán, se atrevería a solicitar sólo 3 años de mandato
popular para conforme a la Constitución "poner orden en la casa". Esta
es sin dudas una propuesta política que merece consideración. ORA y
LABORA.
caballeropercival@hotmail.com

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