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ND.- El voto de AD será decisivo para determinar quién gana las elecciones primarias de la oposición el próximo 12 de febrero. Y, dado que el partido blanco se debate entre dos nombres, el ganador de las primarias será Antonio Ledezma o Pablo Pérez.
Al menos así lo piensa el dirigente copeyano Agustín Berríos, quien argumenta en el siguiente artículo de opinión que en las primarias votará el “núcleo duro opositor” cuyas preferencias distan mucho del electorado general donde el candidato Capriles tiene una ventaja muy reconocida en las encuestas. Y que, dentro de ese núcleo opositor, AD es el partido más importante y Henry Ramos Allup su “verdadero jefe” por “innegables méritos propios”.
Y así llegamos al crux del asunto: En manos de Henry Ramos Allup el ganador de las primarias de la oposición. Por eso el artículo se llama La decisión de Henry.
Pero Berríos va más allá y asegura que el secretario general de AD “sabe” por quién debe votar, con un pero que deja para un siguiente artículo: “El sabe, mejor que los “entrepitos”, por donde debe inclinarse el voto decisivo de AD. Para la decisión, lo perturba solo una cosa: los números –tan publicitados por algunos opinadores de radio y TV- de Seijas y Luis Vicente-. Pero eso es para otro artículo”.
A continuación el artículo de Agustín Berrios
La decisión de Henry
Por innegable merito propio, Henry Ramos ha devenido en verdadero jefe del primer partido de la oposición democrática. Es un político de fuste, culto, corajudo, con aires betancourianos no postizos, probado y registrado por todos lados en la lucha contra un régimen policial que no se para en límite alguno para encontrarle o fabricarle “cables pelados” a opositores estorbosos. Uno, que nunca ha sido adeco, lo escucha con simpatía hasta cuando sostiene -con esa sorna que entrecruza lo popular con lo refinado- ideas políticas con la que se está abiertamente en desacuerdo.
Según la sabiduría política convencional que se escucha por ahí, ese político, comprometido hasta los tuétanos con la derrota del régimen, tiene en sus manos una decisión clave a la escogencia del candidato presidencial de la oposición en las primarias del año entrante. El razonamiento va así: quien apoye AD, entre Antonio Ledezma y Pablo Pérez, será el triunfador de las primarias, pues aunque encuestas muy reconocidas del país otorgan al gobernador Capriles una ventaja importante, esos estudios son muy anteriores a la fecha electoral y se refieren al electorado general, cuyos gustos pueden distar mucho del universo electoral del 12F, conformado por el núcleo duro opositor; y en ese universo, la posición de los partidos y particularmente del primero de ellos –que además podría ir en compañía de COPEI y Proyecto Venezuela- será determinante.
Henry Ramos conoce bien a ambos precandidatos, sus capacidades y limitaciones. Conoce aun mejor las acechanzas que habrá de sortear el candidato unitario entre febrero y octubre, y en los días subsiguientes a la victoria. Victoria que solo podrá ser cobrada con una combinación de movilización popular –especialmente caraqueña- y capacidad de tender puentes al lado perdedor. Y, sobre todo, Henry sabe, como pocos, la magnitud inenarrable de la crisis nacional que habrá de enfrentar el primer presidente de la Venezuela post-Chávez después de 14 años de destrucción nacional, de control político del poder judicial, de politización de las FAN, “acostumbradas” al comando de uno que salió de su escuela y gobernó con su uniforme, aunque haya izado la bandera cubana en las propias instalaciones de la institución garante de la soberanía. Sabe, este adeco que guarda con celo archivos de la gloriosa lucha clandestina del partido contra la última dictadura, que la primera tarea de quien elijamos el 12F es consolidar la unidad –que no está decretada por el mero resultado de la primaria- lo cual supone alejar todo peligro de hegemonía partidista en la oposición; y sabe también que la primera tarea del Presidente del 2013 es estabilizarse y gobernar completo el periodo constitucional. Que ojala se recorte a 5 años!
Todo eso lo sabe el jefe adeco que ha conducido la recuperación de su partido, quien sabe además que en la tarea nacional de derrotar al régimen y sustituirlo por una democracia vigorosa, con partidos fuertes y ciudadanos involucrados, hay roles para todos, -periodistas, intelectuales, encuestadores, empresarios, sacerdotes, editores, financistas, etc.- pero el rol de las decisiones políticas corresponde a los políticos, porque –como me dijera en sabio consejo el presidente Aylwin- “esto, finalmente, es oficio de políticos”.
Con todo lo que sabe Henry, que es mucho más que esto que deriva un “entrepito” observador copeyano. El sabe por quién hay que decidir entre Pablo –de quien no diré una sola frase negativa, porque sinceramente creo que es un gran dirigente zuliano en el comienzo de un necesario liderazgo regional alternativo- y Ledezma –de quien no voy a ponderar ninguna de las virtudes que el país ya le reconoce-. Henry Ramos lo sabe desde su inteligente conocimiento del momento venezolano y desde su conciencia de dirigente adeco fundamental de un partido histórico. Y un partido histórico, para seguirlo siendo, no tiene solo orgullo de su historia vivida sino conciencia de su responsabilidad para construir la historia por vivir. No hay que darle consejos a Henry, “nadie va a enseñar a su papa a hacer hijos” ironizan en Niquitao. El sabe, mejor que los “entrepitos” por donde debe inclinarse el voto decisivo de AD. Para la decisión, lo perturba solo una cosa: los números –tan publicitados por algunos opinadores de radio y TV- de Seijas y Luis Vicente-. Pero eso es para otro artículo, ahora que un viejo profesor de periodismo –Juan Páez Avila- me dijo: Agustín, y porque no escribes lo que dices!. Veamos si hay quien lo publica!
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