Bienvenidos

Mi foto
Caracas, Dtto. Capital, Venezuela
La participación de los oyentes y las denuncias forman el plato fuerte de PLOMO PAREJO. Conducido por el polémico Iván Ballesteros que se caracteriza por descubrir, analizar y difundir temas que conmocionan el acontecer político a través del contacto con sus protagonistas. Sus secciones ya son todo un éxito: “Plomo y Candela” con Ballesteros y la periodista Patricia Poleo, “Misión Imposible”, "El Jalabolas", "Qué hace Chávez con el dinero de los pobres" han dado mucho de qué hablar.

Frases de dictadura.

Frases de dictadura.
"Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es el más sagrado de los derechos y el más indispensable de los deberes”. Marqués de Lafayette.

Programa Plomo Parejo íntegro del día 03/04/2014

jueves, 3 de marzo de 2011

CADAFI: TIRANÍA, SANGRE Y PETRÓLEO

Que fueran Fidel  Castro, Daniel Ortega y Hugo Chávez los primeros y únicos jefes de  Estado de América y del mundo occidental en salir a defender la orgía de  sangre que desata en este momento el dictador Muamar Gadafi contra el  pueblo pueblo libio, revela, tanto su identidad con los forajidos que  son capaces de no detenerse ante nada con tal de mantenerse en el poder,  como el límite que traspasarían ellos mismos llegada la circunstancia  en  que tengan que echar mano a una blizkrieg hitleriana para impedir  ser sacados del poder en la forma en que  lo está siendo Gadafi: a  patadas.
Manuel Malaver  
La Razón / ND 27 Febrero, 2011
clip_image001clip_image002clip_image003
Patente de corso que no recibieron ni Zine El Abidini Ben Alí de Túnez,  ni Hosni Mubarak de Egipto, que fueron acusados por los líderes del  “socialismo del siglo XXI” de dictadores, piezas de Estados Unidos en la  región, neoliberales y dignos del repudio de sus pueblos, pero no porque fueran autócratas que, al igual que Gadafi, se hubiesen  perpetuado  en el poder, reprimidos implacablemente a los opositores y nombrado sus respectivos herederos, sino porque aceptaron soluciones  negociadas, entregaron la presidencia de manera relativamente pacífica y aceptaron que su tiempo había pasado.
clip_image004
No es el caso de Gadafi, aferrado al mando hasta más allá de sus  posibilidades históricas, físicas y mentales, pero, no obstante, dando  pruebas de que le resulta preferible empujar al pueblo libio al  holocausto, antes que permitirle manifestar su hartazgo contra un  dictador anacrónico que lo ha disuelto en la anomia, la miseria y la  desigualdad más extrema.
clip_image005
Pienso que tanto  Castro, como   Ortega, -con el apoyo del imperio  soviético y del clima de impunidad  que privó durante la Guerra Fría  frente a culpables de genocidios y crímenes contra la humanidad  convictos y confesos- ya dieron testimonios de hasta donde son capaces  de extremar la represión cuando se trató de defender el sistema que,  según ellos, funda el reino de Dios en la tierra, y consecuentemente,  ahogaron en sangre  los derechos humanos de los pueblos cubano y  nicaraguense durante el tiempo en que, la biología en el caso de Castro, y la política en el de Ortega, les permitió liderar sus respectivas  revoluciones.
clip_image006
En cuanto a Chávez hechos más reciente, aunque no en la escala en que Castro y Ortega protagonizaron los suyos, los sucedidos en Caracas la  tarde del 11 abril del 2002, cuando un grupo de criminales a sueldo del gobierno chavista detuvo a balazo limpio una manifestación que se  dirigía a pedir la renuncia del teniente coronel a las puertas del  palacio de Miraflores, dio muestras de  que merecía figurar en la  galería de los represores implacables, y llegado el caso, no solo de  corregirlos, sino de conectarlos con los nuevos tiempos en que las  tiranos empuñan las dagas, pero camufladas en la funda de la democracia.
clip_image007
No son, por cierto, los métodos, ni las argucias, ni los mecanismos, ni  los remilgos que está empleando el carnicero de Trípoli y Benghasi,  quien debe sentir un no disimulado desprecio por la afición de Chávez a las máscaras y disfraces represivos, y desde el momento que oyó el  primer grito en su contra, lanzó a la calle la artillería pesada,  bombardea ciudades y pueblos con Mig-21 y Mirage de última generación, e irrumpe con tanques de todos los calibres contra manifestantes inermes que solo claman por libertad y democracia y ser gobernados por un jefe de estado distinto al que, después de 42 años en el poder, luce como un  carcamán  atacado por desvaríos mentales, desplantes típicos de   senilidad aguda, y un regusto por desempolvar atuendos de otros siglos  que lo hacen humanamente impresentable.
clip_image008
Y de ahí a matar,  masacrar, torturar, destruir, arrasar, a hacer alarde  del superpoder que solo puede exhibirse en épocas de crisis energética  estructural, cuando el coctel letal de tiranía, sangre y petróleo  despliega sus rasgos más crueles, siniestros e impunes.
Durante los días en que a las puertas de un ciclo alcista de los precios  de crudo como consecuencia de la especulación y la escasez, un  terrorista, dictador, corrupto, y culpable de crímenes de lesa humanidad  como Gadafi, vuelve a convertirse en un personaje mimado del jet set  político internacional, en un fuera de serie exótico, pintoresco y  legendario, alabado por Lula y visitado por altos funcionarios de USA, y  recibido  por Nicolás Sarkozy en el  palacio del Eliseo el 10 de  diciembre del  2007, luego que una semana antes en Lisboa, en una cumbre la organización Unión Europea-África declarara que “es normal que  las naciones débiles se defiendan recurriendo al terrorismo”.
Visita que es también la ocasión para que el beduino que ya nada en los  petrodólares del nuevo ciclo alcista,  compre a Francia un lote de  aviones Air Bus, un reactor nuclear y equipos militares por 5 mil  millones de euros.
Pero es durante el 2009 que Gadafi hace su auténtica presentación en  sociedad en tierras de Europa y América, empezando con una visita a  Italia el 10 de junio, donde es recibido en El Quirinale por el  presidente, Giorgio Napolitano y el primer ministro, Silvio Berlusconi;  en la ONU, Nueva York, el 23 de septiembre, para pronunciar un discurso en la Asamblea General, y en la isla de Margarita, Venezuela, el 27 del  mismo mes, para participar en la II Cumbre África-América del Sur,
clip_image009clip_image010
Es de estos días que los venezolanos guardan recuerdos del todopoderoso  jeque que se aloja en una carpa que hace instalar frente a uno de los  hoteles más lujosos de la capital insular, es celebrado como un héroe de  importancia histórica mundial por Chávez y sus seguidores, calificado  “como el Bolívar de Libia y el Medio Oriente”, condecorado con la “Orden  del Libertador en su Primera Clase”, y objeto de un regalo que, no por  ser la rutina chavista con visitantes de cualquier origen y rango, deja  de provocar rechazo y estupor: una réplica de la espada del Libertador.
Los momentos quizá en que, desde lo más íntimo de su monumental ego,  pensó que “el crimen si paga”, que no hay como crearse una carrera de  déspota, tirano y terrorista  y persistir en ella, para que en cualquier lugar del globo donde los iguales también persisten, recibir aplausos, ser tratado como un genio del mal odiado pero temido, como un personaje  con trajes repujados de joyas y piedras preciosas en los cuales se  reflejaba una cara, una barba, y unos ojos de otros siglos, de otros  milenios.
clip_image011clip_image012
Debieron ser, también, los instantes en que frente a una playa de  ensueño de una isla de ensueño, pensó en retirarse, en estarse uno o dos años más en el poder, y legárselo al hijo elegido para sucederlo, Seif al-Islam Gadafi, y dar inicio a la fundación de una dinastía, a una que  por los siglos de los siglos contará la historia de aquel cuasi pastor  que desde la ciudad costera y desértica de Sirte, inició la zaga de rey,  califa, emir, jeque, emperador de una  Era que no obstante ser considerada la más civilizada de la historia, se le rindió a sus pies.
Como este presidente, o cacique Chávez, también petrolero y autoritario,  devoto de la fuerza y la violencia y, sobre todo, fascinado por él, el  beduino, lector de su opera magna, “El libro Verde”, del cual recita  pasajes enteros de memoria, y aspira adaptar en una versión endógena a  las  características de su  patria, Venezuela.
clip_image013
Regresará aquí, después de ceder  el poder al príncipe heredero, quien  sabe si como peregrino y predicador del “Libro Verde”, o como consejero  de presidentes latinoamericanos que aspiren a mantenerse  30, 40, 50  años en el poder.
Y tan tranquilos, tan satisfechos como Moamar Gadafi,  que se dio el  lujo de violar leyes, maltratar estatutos, desviar normas, tradiciones, culturas, constituciones, pero solo para ser tenido como un héroe de  leyenda, como un Gengis Khan, un Napoleón, un Bolívar (lo dijo Chávez) o un Nasser.
clip_image014clip_image015
Hoy, año y medio después ruge, por el contrario, como una bestia herida y  acorralada, su heroísmo rueda como un tinte de pésima calidad, y si  piensa sobrevivir, no será entre las páginas de la historia, sino en el  camastro de un calabozo rodeado de fantasmas que le pedirán cuentas por  sus crímenes.
clip_image016

No hay comentarios:

Para ver entradas antiguas:

Para ver entradas antiguas: