Las concentraciones que a nivel mundial se dieron el domingo pasado, para rechazar la implantación de una dictadura en Venezuela, han producido todo tipo de análisis, sobre todo acerca de la escasa concurrencia a la convocada en Caracas.
La realidad es, que ni ésta, ni ninguna movilización que sea convocada, con límites en el tiempo y en el espacio, tendrá mayor audiencia que la demostrada el domingo, pero eso no significa en absoluto, que la mayoría de los venezolanos no quieran la salida de Hugo Chávez de la primera magistratura.
Por eso Chávez no le tiene miedo a éste tipo de manifestaciones de la oposición. Más bien suele usarlas a su favor, como ocurrió el domingo, cuando él concentró también a su gentecita, y demostró al menos que de ese lado sí hay un solo líder, a diferencia de lo que se demostró en la avenida Francisco de Miranda, donde brilló por su ausencia “alguien” que le dijera “algo” a los que acudieron a la convocatoria.
A lo que Hugo Chávez sí le teme, es a las manifestaciones que se puedan dar de manera espontánea, sorpresiva, y simultáneamente en todo el país, y que estarán relacionadas con la conflictividad laboral que ya él, no puede resolver, y que además estarán vinculadas a los problemas que tienen a la gente “hasta el gorro” como la inseguridad y la falta de servicios públicos y calidad de vida.
Ese día los manifestantes no tendrán tiempo de acicalarse para marchar, ni escoger cuál de las camisas marca Columbia es la más adecuada para la ocasión, ni las calles se reservarán para quienes las usan con el fin de intercambiar chismes, sonrisas y compartir las anécdotas de las vacaciones navideñas que aún pueden disfrutar fuera de Venezuela. Ese día obreros y patrones se confundirán en una sola voz.
Es a ese día al que de verdad le teme Chávez. Al día en que se repitan hechos como el del 14 de enero pasado, cuando se escenificó una protesta de damnificados en plena Autopista Petare- Guarenas. La manifestación de quienes protestaban por las inhumanas condiciones de los refugios terminó en la tragedia conocida, cuando un autobusero arrolló a varios de ellos hiriéndolos gravemente.
Lo que no se publicó es que como consecuencia del hecho, se presentó en el lugar el GB (GN) Antonio Benavides, comandante del Core 5, a ofrecer soluciones de parte de Chávez, pero tuvo que irse con las tablas en la cabeza, pues no pudo controlar la indignación de los refugiados que le gritaban toda clase de insultos. Benavides demostró un gran nerviosismo frente a la situación y optó mencionar al alcalde de Guarenas Freddy Rodríguez, para tranquilizar a los enfurecidos manifestantes pero la respuesta fue una estridente pita. Benavides le pedía entonces a los refugiados “no politizar el tema” mientras continuaba la pita. Mas temprano el propio Hugo Chávez fue pitado cuando se mencionaba su nombre en la demostración de la Fórmula 1 en Los Próceres.
Nepotismo en el Poder
Judicial Militar
Un matrimonio que ejerce el nepotismo en el poder judicial es el conformado por el Mayor (Ej.) Federico Ponce Hurtado quien es el Fiscal Militar Superior con jurisdicción en Caracas y La Guaira y su esposa, la Capitán de Corbeta Lorenza Domínguez, Juez Militar
de La Guaira, que es considerado como tribunal militar 4° de Caracas.
Una conocida jurisprudencia señala como anulable todas aquellas decisiones tomadas directamente entre ellos. ¿El Alto Mando
Militar se hace el loco, ignora o avala esta arbitrariedad?
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