****El recuento de la gestión de Hugo Chávez durante 12 años no le permite seguir engañando al país.
A doce años de Gobierno de Hugo Chávez, aún los venezolanos tenemos que escuchar planes y proyectos de país para resolver, según los revolucionarios, los problemas que dejó la Cuarta República.
Pero cada plan se presenta como si no estuvieran registradas ya en la historia, sobre todo de la economía nacional, las inversiones que se han hecho en proyectos fracasados a los que jamás se les hizo seguimiento: En seguridad se han botado miles de millardos en programas como las famosas carpas de seguridad ciudadana, el plan bicentenario de seguridad, la creación de la Policía Nacional que fue a través de una ley y cuya promesa fue que con ese nuevo cuerpo policial se acabaría el delito. A esto hay que sumarle los cacareados anuncios de humanización de las cárceles, la creación de la Reserva, la milicia bolivariana, los contingentes de personal cubano con pago de nómina haciendo trabajo de inteligencia y contrainteligencia. Con toda esta plataforma el presidente de la República Bolivariana de Venezuela no ha podido combatir la delincuencia.
Sobre el impulso al sector agrícola, que ha sido llevado de la mano de las expropiaciones a tierras productivas, hay que recordar: Los proyectos de las cinco centrales azucareras, las atuneras, las camaroneras, los proyectos de concentrados de jugos, queso, aceite (palma africana), el convenio internacional con Argentina por vacas lecheras, los convenios con Europa Oriental, los proyectos de pesca, los proyectos de papa, tomate y otros que se escapan de los registros. Esto sin haberse iniciado las expropiaciones de fincas y de empresas e industrias de alimentos. Sin embargo Venezuela sigue teniendo una economía de puerto y tan mal manejada como las historias del desfalco que dejan Pdval y Mercal, que son la prueba mas fehaciente de la incapacidad y de la falta de control fiscal por parte de un Contralor General de la República a quien le es indiferente los miles de millardos que son firmados y entregados por el Gobierno Nacional.
Sobre la Ley Habilitante para combatir la emergencia de la vivienda, es necesario preguntarse qué ha ocurrido con los centenares de inmuebles con garantías hipotecarias en Fogade que de alguna manera hubiesen paleado un poco la crisis habitacional, y que hoy en día están convertidos en antros de delincuencia autorizada y apoyada por el mismo gobierno.
Venezuela está presa ante la arremetida del pánico por las decenas de galpones, estacionamientos e inmuebles que han sido tomados fácilmente por invasores disfrazados de milicianos y de nuevo las organizaciones de invasores se activan para remitir refugiados a los centros para que les entreguen viviendas para luego ayudarlos a negociarlas y así obtener grandes dividendos. Todo esto sin contar los miles de millardos entregados a gobernaciones y alcaldías cuyos proyectos no se culminaron porque después que consumieron el presupuesto se dieron cuenta por ejemplo de que el terreno no era apto para construir y se desapareció el dinero. A esto hay que sumar los convenios internacionales firmados para importar casas y las expropiaciones a las industrias que tienen que ver con el sector de la construcción como cemento, acero, y cabillas.
A éste recuento de gestión, hecho muy por encima, hay que agregarle un aparato industrial totalmente destruído, al igual que la vialidad e infraestructura.
Ya el pueblo venezolano no es el de 1998. Ya de nada sirve hacer cadenas para dar el mismo discurso que se utilizó para el 15 de agosto del 2004 y para el 2006 con la triste historia del amor. Sólo hay que analizar cuál ha sido el progreso de Venezuela en estos 12 años de gestión.
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