Cinismo como política de Estado

Cinismo (DRAE): desvergüenza o descaro en el mentir o en la defensa y práctica de actitudes reprochables.

En uno de sus periplos demagógicos, ante la tragedia causada por las lluvias, el Presidente con cara compungida, apoyando su mano en el hombro de una humilde dama que había perdido su vivienda, le señalaba que sería ubicada en una escuela pública forzado por la emergencia; que: "como tú bien sabes en época de mi general Medina se construyeron las escuelas públicas y algo cuando Pérez Jiménez porque en los 40 años de AD y Copei no se construyó ni una sola". ¡Qué cinismo!

Para el año 1950 existían muy pocas escuelas secundarias en el país al punto que los egresados de primaria en los campos y zonas alejadas concurrían a las capitales de Estado para iniciar sus estudios de bachillerato. Para la fecha el número de inscritos en educación media era de 26.954 (05% de la población) y solo el 10% cursaba primaria.

A inicios de la era democrática (1958) esa tendencia se modifica. Para 1960 la matrícula de educación media era de 127.198 (1,6% de la población). En 3 años (1958-1960) 50.000 jóvenes inician sus estudios en secundaria. Para 1980 había 820.660 inscritos (5,4% de la población). En otras palabras, entre 1960 y 1980 la cifra de estudiantes se acrecienta en 700.000 lo que significa una tasa interanual del 10%. En 52 años (1958-2000) el incremento promedio fue de 9% siendo su mayor ascenso a mitad de los años sesenta (17,54%).

Para el año escolar 82-83 ya existen 15.950 planteles educativos: 13.997 oficiales y 1953 públicos y una matrícula para 4.746.037 alumnos; 4.077.750 públicos y 668.287 privados. Número de docentes: 207.721; sector oficial: 174.073 y privado: 33.648. El presupuesto del ME de ese año para una población de 14 millones era de Bs 15.595.000.000 (1.114 Bs/hab). Hoy, para el doble de la población con un bolívar súper devaluado el presupuesto es de Bs 26.191.641.647 (903 Bs/hab). Por cierto, Luis Herrera Campíns promulga en 1980 La Ley Orgánica de Educación con trascendentes reformas cualitativas. ¿Entonces Presidente?

Cabe destacar la calidad arquitectónica y funcional de los centros de educación diseñados por profesionales de la talla de, solo para citar uno, Carlos Raúl Villanueva. Por otra parte, los egresados de escuelas normales e institutos pedagógicos eran reconocidos por su ascendencia profesional. Es difícil elaborar una lista de educadores célebres pues se corre el riesgo omitir muchos otros. ¿Cree el Presidente que Rómulo Gallegos y Luis Beltrán Prieto, sólo por citar dos, se hubiesen instituido como grandes educadores en escuelas en ruinas similares a las construidas por este gobierno?

Este zascandileo del Presidente no es por azar sino que forma parte de la escalada de un régimen predispuesto a descalificar al otro; siendo el otro cualquiera que difiera del luminoso ideario del comandantepresidente. Por ejemplo, la sutil y bien hablada, Iris Valera, tildó en plena Asamblea (institución política donde se asumen decisiones de Estado) al gobernador Capriles de miserable por haber declarado que el exceso de lluvias fue provocado por el bombardeo de nubes ordenado por Chávez con ayuda cubana. Acusación que sorprendió hasta a sus compañeros pues esa declaración nunca ocurrió.

La erudición sobre cinismo es aleccionada hasta por los psiquiatras del régimen. Jorge Rodríguez agradeció a los dueños de hoteles tomados a la fuerza en horas nocturnas por su entusiasta colaboración para guarecer a los damnificados. Sin embargo, los regentes dejan ver que los huéspedes fueron echados con inusitado grado de intimidación.

El nunca olvidado por sus hazañas épicas ex ministro de Interiores, Rodríguez Chacín, declara que el capitalismo es culpable del desastre ocasionado por las lluvias. No es por el abandono de la infraestructura en los últimos 10 años; ni la apatía ante el problema de la vivienda, limpieza de drenajes, estabilización de taludes en zonas de riesgo, etc. ¡Puro cinismo como política de Estado!

Miguel Bahachille

miguelbm@movistar.net.ve