****Ya el oficialismo está trazando las estrategias, basadas en la Constitución, para revertir la derrota del pasado domingo.
El indudable avance logrado por la oposición en las elecciones parlamentarias, trae en el paquete riesgos para los que la dirigencia opositora, sobre todo quienes quedaron electos el pasado domingo, deben trazar una estrategia.
En la rueda de prensa que Hugo Chávez ofreció a los corresponsales extranjeros el lunes, dijo algo que representa su gran realidad. El Presidente reconoció que la oposición que le gusta “es ésta que participa en elecciones, no la guarimbera, no la que llama a la calle…”
Y nada tan cierto como eso. Chávez sabe que puede resolver a su favor todas las adversidades que provengan de las urnas electorales, pero la cuesta que no ha podido ni podrá remontar nunca, es la de la calle.
El Caso Ledezma sentó un precedente en Venezuela de lo que Hugo Chávez es capaz de hacer con la voluntad popular. Los ochocientos mil votos que decidieron por la opción de Antonio Ledezma para la Alcaldía Mayor, fueron tirados a la papelera con la designación de Jackeline Farías sobre el líder electo. Y el desconocimiento de la voluntad popular ordenado por Hugo Chávez se pudo concretar y ya es irreversible porque los ochocientos mil ciudadanos que salieron a votar por Ledezma, no salieron a la calle después a exigir que se respetara su decisión.
Uno de los papeles fundamentales que deberá cumplir la oposición electa en la Asamblea Nacional, es revocar a quienes han estado frente a los poderes que han sostenido a Hugo Chávez y sus irrespetos a la Constitución: Fiscalía General, Contraloría, Defensoría del Pueblo, Tribunal Supremo, Poder Electoral. Chávez sabe que las damas que encabezan cada uno de esos organismos, han sido sus grandes aliadas en eso de sostenerse en el poder a pesar de que sus propias acciones lo han deslegitimado. La reestructuración de la ley que hizo la magia de que a pesar de tener menos votos, el oficialismo obtuviera más diputados, se cocinó precisamente en esa Asamblea que tiene vigencia hasta enero del próximo año. Y cuando esto ocurrió no hubo la reacción de los afectados, es decir, de la oposición. Es decir, de la mayoría del país.
Las mentes oficialistas que no descansan, porque saben que de eso depende su sobrevivencia, ya están trabajando en la forma de preservar a sus incondicionales en los cargos estratégicos. Prueba de ello es que el martes Iris Varela reveló que la actual Asamblea Nacional, escogerá antes de enero a todos los magistrados del TSJ, lo que impedirá hacerlo a los recién electos diputados.
El TSJ es fundamental para que Hugo Chávez impida toda decisión adversa de la AN.
Si revisamos lo que dice la Constitución en materia de derogar leyes, el artículo 218 establece que: “Las leyes se derogan por otras leyes”. En caso por ejemplo de que los unitarios lancen su paquete de leyes antichávez no mas llegar, deberán transitar el tortuoso camino que significa el proceso de formación de leyes establecidos entre los artículos 202 y 212 de la Constitución Nacional. A esto se le añade el artículo 214, que establece el viacrucis que significará pedir a Hugo Chávez que promulgue unas leyes que pretenden derogar las suyas. Entre las conchitas de ajo del artículo 214 se establece que el Presidente de la República podrá solicitar ante el TSJ el pronunciamiento de inconstitucionalidad de la ley que le presente la AN a los fines de ser promulgada. Es decir, Hugo Chávez tendrá la facultad de solicitar la inconstitucionalidad de la ley ante el supremo tribunal que dirije la gran jurista revolucionaria, Luis Estela Morales, o que dirigirá alguien tan o mas comprometido con ella con el Proceso, tal como lo ha revelado Iris Varela.
El asunto no queda aquí. Ya Hugo Chávez se prepara para echar mano de un artículo de la CN al que la oposición ha temido de esgrimir. Quién puede dudar de que quien hoy controla, somete y dirige la institucionalidad del país, incluída la FAN, al verse acorralado por una AN que le es desfavorable hará valer lo que la dirigencia de la oposición se niega siquiera a mencionar: El famoso artículo 350 que dice: “El pueblo de Venezuela desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios….” Es decir, con toda seguridad, el gran “constitucionalista” Hugo Chávez nos podrá enseñar cómo se come el 350.
Pero quizás el artículo 216 de la Constitución (desconocido para muchos), sea suficiente para que Hugo Chávez combata cualquier intento de confrontación dentro de la AN, pues en su numeral 21 dice: “El Presidente de la República podrá disolver la AN en el supuesto establecido en esta Constitución”….
La pregunta es si ya la oposición dejó de festejar para sentarse a pensar qué harán en caso de que Hugo Chávez se comporte en esta oportunidad, simplemente como Hugo Chávez. Ya los ciudadanos demostraron el domingo que quieren cambios. Esto incluye sin duda a un porcentaje del propio chavismo de base. Falta que la dirigencia de oposición asegure que además de trabajar para lograr para cada uno de sus partidos la nominación presidencial única para el 2012, son capaces de dirigir a la gente no sólo hacia las urnas, sino también hacia la calle cuando el Régimen aplique la Operación Ledezma.
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