Isa Dobles: La detención y allanamiento a Peña Esclusa dice mucho

Isa y sus apuntes que apuntan...

Publicado el 19.07.2010 10:29
Por Isa Dobles









Ya estamos advertidos que son 30 los “conspiradores”. Usted puede ir haciendo su propia lista y apostar simbólicamente con sus familiares y amigos. Esta vez no es Giovanni, el colombiano. Es otro Chávez. Al que no pudieron cambiarle el apellido para no confundir con el “comandante en jefe de las fuerzas libertarias de la humanidad” como calificó una vez Evo Morales a Hugo Chávez. Sería, pues, como una “copa criolla” que aunque nunca llenaría el espacio de la mundial ganada por España, mantendría nuestros corazones en cierto y aterrador suspenso porque se trata de mucho más que meter un balón en un arco o un trofeo dorado de algunos kilos, de oro en un 90%. Nos jugamos mucho más. La democracia. Que no tiene precio. La que nos permitirá tener voz y presencia en el Congreso para borrar esta imagen vendida y servil que hoy ocupa su espacio avergonzando y humillando la ética y el respeto humano y político.

Esta vulgaridad constante, esta agresión y chabacanería, no pueden seguir ofendiendo a una Venezuela con historia de dignidad y coraje, de integridad y progreso. Estamos obligados a renovar nuestra historia pero también a no permitir que se siga reescribiendo esta distorsión barata que envilece sus páginas. Resulta inconcebible hoy, en este siglo, en este momento, ver a una fiscal reclamando a una iglesia y su autoridad que no respeta instituciones ni poderes, después que el mismísimo “presidente” lanza toda clase de improperios contra el Cardenal. Es como si todos ciertamente estuvieran tocados de un maleficio que les ciega en sus conciencias y sentimientos. Venezuela no puede olvidar nada. Porque conocer y mantener vivo en la mente y el corazón el voraz agravio que significa la violación continua a derechos y principios nos permitirá estar listos y no sufrir más de lo que tenemos esta perversidad y corrupción que van más allá de nuestro ánimo a un espíritu que ya no aguanta más.

Ahora es el Vaticano. Se “ordenó” a Maduro revisar convenios con ellos. Mientras ordena esto con vertiginosidad, mantiene dudas sobre su presencia en la toma de posesión de Santos. ¡Que no vaya, Señor! ¡Por favorcito! Que no avergüence más a este País que lo que menos necesita Santos es un diablo provocando… Lula pasará por aquí a ver si lo convence. Piedad Córdoba tendrá que moverse mucho para evitar las reacciones del pueblo colombiano.

Ayer vi a Leopoldo López en televisión. Y Leopoldo sigue diciendo y haciendo lo que se debe hacer. Ojalá y pasen dos cosas importantes para reforzar esta lucha que no termina el 26 de septiembre pero si altera este presente de atropellos y violencia: primero, que la Mesa de la Unidad escuche y debata con Leopoldo sus iniciativas porque hay mucho que aportar. Y segundo, que nos deje saberlo. No se entiende que a estas alturas no se involucren todos, no se debata todo. Leopoldo tiene también como Ledezma y no se vende en botica: clase. ¡Y que falta nos hace!