Opiniones
Publicado el 17.05.2010 15:00
Por Ricardo Angoso
Mireya Agüero de Corrales
“La participación plena de mi país en la Comunidad Internacional pasa por decisiones políticas de algunos actores internacionales que se han decidido por el rechazo y el boicot”
“En el plano interno nuestros desafíos son claros: consolidar el sistema de seguridad jurídica, controlar las manifestaciones de violencia, en particular del crimen organizado, fomentar la inversión y la generación de empleo como medio inmediato de mejorar las condiciones de vida de nuestra población”
“Efectivamente, la situación económica hondureña es crítica. Pero es importante resaltar que la misma va más allá de la crisis política interna del 2009”
Mireya Agüero Corrales es una diplomática hondureña de una larga experiencia profesional y muy conocida en su país, donde estuvo ligada a la cancillería durante años y sirvió como asesora durante el convulso periodo del ex presidente Roberto Micheletti. También es una buena conocedora del proceso de integración centroamericano, que considera fundamental para su nación, y mantiene importantes lazos y relaciones con los países de la región. En esta entrevista, mantenida unos días antes de la Cumbre de Madrid entre la Unión Europea (UE) y América y el Caribe, se muestra esperanzada ante la nueva etapa que vive Honduras, cargada de enormes retos y desafíos.
Ricardo Angoso: Ante la próxima Cumbre de Madrid, ¿qué espera la diplomacia hondureña?
Todos sabemos en este momento que la presencia del Presidente Lobo en la próxima Cumbre de Madrid será limitada. Ha sido una decisión personal congruente con quien es el mandatario hondureño. Tengo confianza que - aún frente a esta coyuntura- esta será una oportunidad para evidenciar una posición de flexibilidad con dignidad, ante las manifestaciones no amistosas que se han observado de algunos gobiernos del continente americano hacia el gobierno democrático de Honduras.
R.A.: ¿Cómo va el proceso de recomposición de las relaciones políticas y diplomáticas?
El proceso de recomposición de las relaciones políticas y diplomáticas va sin prisa pero sin pausa; se han logrado resultados extraordinarios de las naciones democráticas más representativas del mundo; quedan algunas resistencias que la dinámica de la marcha del mundo no podrá menos que incorporar a las corrientes mayoritarias y democráticas, independientemente de trincheras ideológicas o intereses económicos. La voluntad del gobierno del Presidente Lobo de recoger como propios los compromisos asumidos en el llamado Acuerdo Tegucigalpa-San José es elocuente. Curiosamente, lo que queda pendiente de cumplimiento es el punto número 7 de dicho acuerdo, que se refiere a la revocatoria de todas aquellas medidas y sanciones adoptadas a nivel bilateral o multilateral en contra de Honduras. La participación plena de mi país en la Comunidad Internacional pasa por decisiones políticas de algunos actores internacionales que se han decidido por el rechazo y el boicot. Por el momento, 54 gobiernos han manifestado formalmente su reconocimiento al Gobierno.
R.A.:¿Se está trabajando para normalizar las relaciones con las países de la ALBA?
A pesar de que el Presidente Lobo ha manifestado que Honduras no tiene interés en pertenecer a este grupo de países, se trabaja para normalizar las relaciones con todas las naciones del mundo que respeten el derecho internacional, en particular el principio de no injerencia y respeto de la soberanía de los estados. Esa política flexible pero de dignidad de Honduras incluye a los Estados de la ALBA en la medida que ellos o sus Gobiernos quieran conducir relaciones ventajosas y respetuosas para ambas partes.
R.A.: ¿Cómo valora los primeros cien días de ejercicio de gobierno?
Como funcionaria de Gobierno mi opinión está claramente influenciada por el cargo; pero más importante es cómo ven los primeros cien días los medios de comunicación nacional, la sociedad civil en su sentido más amplio, los partidos políticos, los gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales. Todos, me parece que ofrecen un balance bastante favorable y de confianza en el Presidente Lobo y su Gobierno. Hay excepciones que confirman la regla.
R.A.: ¿Podría señalar cuáles serán los próximos desafíos de Honduras en el plano exterior...?
El desafío inmediato es devolverle al sistema de integración centroamericano SICA su legalidad, porque no está prevista la exclusión o suspensión de un Gobierno de los Estados miembros por razones políticas. Creo que todos están llegando a la conclusión que no deben mezclarse cuestiones comerciales con cuestiones políticas. Introduce un alto grado de incertidumbre en un sistema que tiene una vocación irreversible.
R.A.: .¿Y en el plano interno?
En el plano interno consolidar el sistema de seguridad jurídica, controlar las manifestaciones de violencia, en particular del crimen organizado, fomentar la inversión y la generación de empleo como medio inmediato de mejorar las condiciones de vida de nuestra población.
R.A.: ¿Cree que la gente puede sentirse frustrada si no se cumplen las expectativas que se tienen depositadas con Lobo?
Siempre hay una tendencia a creer que un nuevo Gobierno resolverá todos los problemas del país como por decreto. Eso no sucede en la realidad. La prosperidad es el resultado de trabajo duro, continuidad y consistencia en las políticas de crecimiento y desarrollo social; lo importante es tener fe, no desmayar y tener tenacidad en la lucha por sacar a Honduras y su población adelante. En este momento, en el plano interno los problemas más urgentes tienen que ver con la seguridad ciudadana, la educación y la pobreza.
R.A.: Parece que la situación económica de Honduras es muy grave, ¿qué medidas concretas se están tomando?
Efectivamente, la situación económica hondureña es crítica. Pero es importante resaltar que la misma va más allá de la crisis política interna del 2009: ya en septiembre de 2008 todos los países latinoamericanos habían sido afectados por la crisis financiera internacional y Honduras sentía los efectos de la contracción económica: un descenso en sus exportaciones y en las remesas de los hondureños en el exterior, entre otros factores.
En base al Plan de Nación, el gobierno de Honduras espera reactivar la economía fomentando alianzas estratégicas entre el sector público y el privado; desarrollar una red de seguridad social a través del programa “Bono 10,000”; ejecutar un programa de generación de empleo; implementar un programa de modernización del sector público, entre otros. Ya se han tenido que aplicar medidas fiscales de apoyo presupuestario y está en marcha una estrategia para recuperar la credibilidad internacional y el problema del debilitamiento de las finanzas públicas.
R.A.: Por último, ¿cómo avanzan las relaciones con España y qué espera de las mismas?
Con España la relación es histórica, rica en experiencia y en comunidad de ideales; vemos a España como el vehículo por medio del cual se transmitieron los valores más perdurables de los hondureños: cultura, idioma, religión, sentido humanista, espíritu emprendedor, en fin, muchas de las cualidades que hacen grandes a los pueblos y a sus naciones. Con el Gobierno español ya no estamos en etapa de normalización de relaciones, sino de profundizar la cooperación, la búsqueda y lucha solidaria por la consecución de los valores más elevados en el campo internacional.
Ricardo Angoso (*)
rangoso@iniciativaradical.org
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rangoso@dialogoeuropeo.com
* Politólogo, periodista y analista internacional.
Ex profesor en Honduras.
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