Juan Diego y sus reflexiones
Publicado el 15.04.2010 07:46
Por Jonathan Humpierres
(Juan Diego*)
“Quién me ha robado el mes de abril”, como aquella canción del maestro Joaquín Sabina, sería un título atinado para releer una vez más el capítulo oscuro e inconcluso de aquel tropiezo histórico que tiñó de sangre inocente el año 2002.
Me encantaría poder redactar algunas líneas diferentes a las que escribí en mi artículo, ¡prohibido olvidar! de hace un año exactamente, pero con el mayor desagrado que puede padecer un ciudadano comprometido, me atrevo a decir que tratar hoy sobre el 11 de abril de 2002, no aportaría ninguna novedad, sencillamente porque mientras este régimen y sus cómplices tengan secuestrada la patria, aquí jamás sabremos nada parecido a la verdad.
Quisiera dedicar este espacio para priorizar y reiterar que sólo bajo una coherencia de unidad sólida y responsable de todos lo venezolanos, podremos hallar el único sendero posible para el cambio estructural que requiere el país. El rescate del orden constitucional y el reencuentro con la institucionalidad en este instante es el camino único dentro de los parámetros democráticos en el cual todos debemos apuntar sin vacilar.
La pregunta certera es cómo lograrlo frente a un Estado totalitario y no democrático. Pareciera una misión titánica e imposible de alcanzar, pero aunque parezca contradictorio la mesa en estos momentos está servida para impulsar la estrategia definitiva que pueda dar el paso necesario para la reconstrucción nacional. Nuestra meta debe apuntar a asumir las elecciones parlamentarias como un decreto de urgencia nacional; cueste lo que cueste, ese espacio debemos rescatarlo contundentemente, todos debemos focalizar nuestra mirada en este nuevo evento electoral. Una vez que termine el carnaval y las trifulcas inmaduras de un sector de la “oposición”, debemos ejercer la unidad ciudadana y entrar en la verdadera campaña, todos los venezolanos estamos llamados a este reto, difícil pero posible. Debemos sentir que este es un compromiso propio, ya no de los partidos, ni siquiera de los candidatos que opten por una diputación, en este momento cada uno de nosotros está postulado para un puesto en la Asamblea Nacional.
No tengo duda de que el régimen radicalizará su estrategia ofensiva, utilizará su herramienta predilecta, el verbo agresivo y la amenaza feroz, continuarán las detenciones políticas, las persecuciones, las expropiaciones y todo aquello que procure instaurar el terror dentro de la psique colectiva; esa postura sólo dejará de tener efecto en nosotros cuando asumamos el duelo en el que estamos inmersos. Aquí la democracia murió hace once años y hay que rescatarla, ésa es la verdadera y única misión. La convocatoria ya no requiere de un líder, de un cliché, ni de afiches en los postes.
Es hora de la elaboración de un proyecto país, de un gran texto de inclusión; de un plan de recuperación, sin importar ideología alguna, sólo se requiere de voluntad democrática para un movimiento contundente de transición.
Demos un paso a la adultez ciudadana, sintamos por un instante que nos duele, que nos arde en el alma esta pérdida. Si la opción es quedarnos, tenemos un sólo cartucho, no podemos fallar el objetivo.
A partir de este preciso momento el llamado es colectivo, nosotros seremos la voz del cambio, servidores democráticos, mensajeros y soldados de una sola bandera.
Jonathan Humpierres (Juan Diego)
Cantautor, músico y abogado venezolano
juandiegocd@yahoo.com
humpierres@cantv.net
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