El 26 de septiembre se elegirán los 165 integrantes de la Asamblea Nacional y sus respectivos suplentes, dos diputados menos que los electos en 2005.
Esta elección se desarrollará bajo la nueva Ley Orgánica de Procesos Electorales, LOPE promulgada el 12 de agosto del 2009, que entre otras modificaciones, rompió con una regla de oro democrática: Que la conformación de los circuitos electorales debía tener un peso electoral similar, para que cada candidato a ser electo tuviera parecidas bases de electores, así como igualdad de oportunidades.
La LOPE, además, definió que los circuitos electorales se pueden integrar no sólo con municipios, distritos y parroquias continuos a discreción, sino que también incorporó a las comunas o comunidades en ellos. Peor aún es que le dio amplias facultades al CNE para mover, conformar y rediseñar a su antojo los circuitos electorales. Cabe acotar que una de las variables clave en las elecciones de cuerpos colegiados como la Asamblea Nacional es la magnitud del circuito, donde lo importante no es cuántos electores viven en el circuito, sino cuántos representantes se eligen en él.
En enero, la aplastante mayoría chavista del ente electoral anunció la conformación de los nuevos circuitos electorales que regirán en las parlamentarias de septiembre. Y como era de esperar, dada la vocación de Chàvez y sus acólitos de eternizarse en el poder, el nuevo mapa de los circuitos electorales le colocó otro obstáculo más al sector democrático para reconquistar los espacios legislativos.
Para ilustrar: Si se aplica el promedio histórico del peso electoral de las últimas cuatro elecciones y se usa la configuración de la Asamblea Nacional de 2005, el chavismo obtendría 110 escaños. Usando el mismo promedio histórico y sólo con la restructuració n que hizo el CNE en algunos circuitos electorales en los estados Barinas, Dtto. Capital; Aragua; Carabobo; Lara y Miranda, el chavismo obtendría 10 escaños más.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que ésta es sólo una de las variables que impactarán el resultado electoral de septiembre y que también parece ser cierto, que existe un número importante de circuitos donde aplicando el promedio histórico el chavismo ganaría con menos del 55%. Se piensa que si en esos circuitos, la oposición fuera con candidatos unitarios, con un mensaje creíble y una buena campaña, el fiel de la balanza se inclinaría a favor de la democracia.
VenEconomia
Marzo 11, 2010
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