16/3/2010
Un proceder igual al aplicado con los disidentes en la Cuba de Fidel
Desde la muerte del cubano Orlando Zapata, le redoblaron la seguridad en el hospital donde lo tienen secuestrado. "Ahora tengo seis guardias nacionales en la puerta de mi habitación", dijo
La historia del reclamo del respeto a sus derechos por parte del productor agrícola Franklin Brito en un principio fue ignorada. La gente no conocía el motivo por el cual ese señor protestaba con una huelga de hambre desde el mes de Mayo, 2009 frente de la Sede de la OEA, en Caracas. Como único centinela tenía a su esposa Elena Rodríguez de Brito.
La huelga de hambre de los estudiantes realizada en septiembre 2009, atraería atención sobre un ser esquelético que llevaba cinco meses frente a la sede de ese organismo, expuesto a la inseguridad de la ciudad y a los vejámenes e insultos de aquellos a los que su presencia les echaba en cara su indolencia,
Al ser anunciada la visita de una comisión de la OEA para llevar a término la protesta estudiantil, hacía muy inconveniente la ausencia habida de respeto y consideración hacia un ser humano que les decía con su presencia que su reclamo sobre la violación de sus derechos humanos no había sido escuchada o vista por los funcionarios de ese organismo, lo cual representaba una contradicción a sus principios. También había sido ignorada por los representantes del Poder Moral.
En consecuencia, una fiscal del Ministerio Público fue hasta la Sede de la OEA en Caracas y con una propuesta engañosa de reconocer como justos sus reclamos como la calificaría Brito cuando tuvo que regresar a su protesta, lo convenció de ser trasladado a un Centro Hospitalario privado, para ser atendido y poder recuperar su debilitado organismo.
Cuando Brito se dio cuenta que había sido engañado regreso al frente de la sede de la OEA para continuar con su protesta, pero ya los estudiantes habían levantado la huelga de hambre, y, por supuesto Brito sería olvidado por los ciudadanos, solo muy poca gente continuaría brindándole apoyo y compañía. Una noche la representante del Ministerio Público, junto a un equipo de bomberos, policías y guardias nacionales trasladaron a Brito en contra de su voluntad al Hospital Militar, en donde continuó con la huelga de hambre y rehusó aceptar tratamiento médico, las visitas eran restringidas. Su esposa Elena en apoyo a la causa de su esposo asumió gallardamente la continuación de la huelga de hambre el día 13 de diciembre, 2009. Elena de Brito fue dejada sola, solo muy pocas almas generosas la acompañaron mientras estuvo frente a la sede de la OEA.
Mientras tanto Franklin Brito fue trasladado a la Unidad de Psiquiatría del mismo Hospital Militar, alimentado a la fuerza y declarado mentalmente enfermo. Un proceder igual al aplicado con los disidentes en la Cuba de Fidel.
La inseguridad llevó a Elena de Brito a buscar un lugar con más protección y solidaridad humana para continuar con su protesta. El día 11 de enero, 2010 se presentó en la Iglesia de San Juan Bosco en Altamira y le pidió a los sacerdotes que le permitieran continuar con su lucha en la puerta principal de la Iglesia. Los sacerdotes emitieron un Comunicado Parroquial en el cual expresaron entre otros contenidos llenos de humanidad, lo siguiente:
“Los sacerdotes de la Parroquia San Juan Bosco de Altamira han acogido a la sra. Elena de Brito y le han manifestado que puede contar con todo el apoyo que necesite y que podamos ofrecerle. También le hemos dicho que cuenta con el apoyo de la Conferencia Episcopal manifestado expresamente por su Eminencia el sr. Cardenal Jorge Urosa Sabino y otros obispos quienes se han hecho presentes para manifestar su solidaridad.
Los Sacerdotes responsables de la Parroquia hacen constar que prestan este apoyo a la sra. Elena de Brito por motivos humanitarios y también para significar el apoyo y la solidaridad con el reclamo de justicia y de respeto a los derechos humanos que los esposos Brito están exigiendo a las instituciones del Estado”
Elena de Brito cesó la huelga de hambre, el 25 de febrero, 2010 , y al cesarla emitió un comunicado, en el cual expresa su más profundo agradecimiento a la Parroquia San Juan Bosco, a sus sacerdotes y a sus feligreses por su calidad humana.
También dio sus razones para levantar el ayuno:
1. Por motivos de seguridad personal.
2. Por razones de salud.
3. Principalmente para poder atender a mis dos hijos menores, que por motivos de seguridad de ellos, después de haber recibido varias veces amenazas en Ciudad Bolívar, debí traerlos de allá a Caracas.
Quiero hacer de su conocimiento que mi lucha como venezolana, madre, esposa y mujer no ha culminado.
Gracias de corazón por tanto apoyo y recuerden que no se trata solo de Franklin Brito ni de la familia Brito Rodríguez, sino que se trata de Venezuela. Nosotros, la familia Brito, somos el reflejo viviente de lo que está sucediendo en nuestra patria. Hoy somos nosotros, no esperemos a que les toque a Ustedes el día de mañana.
Pregunto, si seguiremos viendo con indolencia el sufrimiento de nuestrso presos y perseguidos políticos.
Por Mercedes Montero
DIARIO DE AMERICA
16/3/2010
Franklin y Elena Brito, una lucha sin descanso: http://www.diariodeamerica.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=5860
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