DIALOGO CON MIS ENTRAÑAS

Silvia Schanely de Suárez

A Juan Carlos Rivas, a los muchachos de la UDO y de la ULA, quienes están en Huelga de Hambre: HASTA QUE LLEGUE UNA REPRESENTACIÓN DE LA COMISION INTERAMERICANA DE LOS DERECHOS HUMANOS A VENEZUELA!

Caracas, 27 de Noviembre de 2009
Ya son siete días que están ahí. Valientes muchachos diría yo.

Desde que se produjera la anterior huelga de hambre de los estudiantes de la UDO, a modo de reflexión varias veces me planté esa posibilidad como forma de protesta, pacífica, a modo de Gandhi, a modo de Cristo, de poner la otra mejilla, de poner mi salud en peligro como lo están haciendo hoy los muchachos nuevamente, de poner la vida si fuese necesario en la lucha por la libertad de mi país, por la libertad de los amigos presos políticos, por mis amigos desterrados en el exilio, por mis amigos expulsados, por los amigos que han matado, por los amigos que se han enfermado, por los nuevos amigos a quienes le han expropiado, porque se haga justicia, para que se haga justicia divina.

Pero NO. Mis entrañas no me lo permiten. Rabio hasta no más poder. Señor Dios ¿Dónde estás? ¿Acaso no ves lo que sucede aquí? Tengo hambre de justicia. Tengo sed de hombres y mujeres libres, sin ataduras, sin intereses propios, con buenos propósitos, propósitos de país. Tengo ganas de gritar a los vientos ¡Cómo amo a éste país! ¡Cómo quiero verlo libre de ataduras, de odios, de intereses mezquinos!

Quisiera repetir las frases del poeta español Antonio Machado: Estoy en paz con los hombres y en guerra con mis entrañas. Pero No: estoy en guerra con los hombres y en guerra con mis entrañas. Estoy en guerra con los hombres y mujeres indiferentes. Estoy en guerra con los hombres y mujeres que sólo desean su propio provecho, estoy en guerra con aquellos que viven de una imagen televisiva, radial, satelital, satíricamente inescrupulosa.

Estoy en guerra con aquellos gobiernos americanos que en éste momento, aprovechándose de las dádivas que le otorga éste y aquí totalitario, no se han pronunciado contra los asesinatos, las muertes, las expulsiones, las expropiaciones, los juicios procesales ilegales, las torturas, los secuestros por motivos políticos, predicando una falsa defensa de legitimidad democrática. Es hora que reaccionen y actúen en el marco legal que les permite las instituciones interamericanas para hacer presión a éste gobierno que ha sembrado el odio, la división, el desaliento, y la destrucción del pueblo venezolano, y ahora del pueblo americano.

A Julio César, a los muchachos de la UDO y de la ULA, quienes sus cuerpos ya debilitan, sus manos frías sudan, ante la indiferencia interna y externa, mis entrañas en guerra permanente les dice NO DEFALLEZCAN. FORTALEZA. FORTALEZA INTERNA Y EXTERNA. HASTA LA VICTORIA SIEMPRE, irónicamente robándome una conocida y anciana consigna. HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!