Por Ramón Pérez-Maura
- Esta misma semana he tenido ocasión de participar en un seminario organizado por una prestigiosa fundación europea de perfil democristiano. Entre la treintena de intervinientes, varios me comentan sus diversas andanzas con Saif al Islam al Gadafi y se sorprenden de que yo no le conociera.
- Leo en «The Spectator» a Charles Moore. Nos recuerda las conexiones cinegéticas españolas del propio Saif quien aprovechó el reacercamiento de su padre con Occidente para venir a nuestro país a tirar venados y perdices —en vez de personas. Y como las perdices son fácilmente exportables encontró aquí el más reluciente socio para llevarse 40.000 al desierto libio donde el avispado empresario español —de origen argelino— no sabía de las plagas que finiquitarían las perdices antes de ponerse a tiro de sus clientes. Pero no sólo la caza española cautiva el interés de Saif. Cuenta Moore cómo el 28 de noviembre de 2009 este Gadafi estuvo cazando faisanes en Waddesdon, una finca de Lord Rothschild en Inglaterra. Ansioso siempre de las compañías más cuestionables, allí estuvo también Peter Mandelson, vice primer ministro a la sazón.
- Las conexiones británicas de los Gadafi han sido una constante en la última década. Y uno de los más prestigiosos intelectuales que ha visitado Libia con frecuencia ha sido otro destacado teórico del Nuevo Laborismo: el profesor Anthony Giddens, creado baron Giddens de Southgate por Tony Blair en 2004, después de recibir en 2002 el Premio Príncipe de Asturias. Giddens debió de estudiar las políticas de Gadafi a fondo. Quizá no sea casualidad que Giddens, un antiguo director de la London School of Economics a la que Gadafi donó 1,5 millones de libras, sea el gran teórico de «La Tercera Vía» de Tony Blair. Porque dentro del magno «Libro Verde» de Gadafi, su manifiesto político se titula... «La Tercera Vía».
- Ramón Pérez-Maura
- Periodista español
- *- Este artículo ha sido tomado del Diario ABC de España
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