****La tragedia del helicóptero ruso en la que murieron diez efectivos de la GN trae nuevamente al tapete la conveniencia para el país de estos artefactos.
La tragedia del helicóptero ruso que cayó a tierra el pasado sábado, en la que diez efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana resultaron muertos, pone nuevamente sobre el tapete en la FANB el tema de la conveniencia para el país, de la adquisición de dichos helicópteros.
Aunque los sistemas de éstos helicópteros se encuentran con sus equipos disponibles de artillería (ametralladoras) y lanzacohetes al 100% operativo, existe una gran deficiencia en la operatividad por la inexperiencia en la clase de pilotos debido a las numerosas bajas presentadas en los últimos meses y a la nueva diferencia de tiempo de vuelo existente entre las generaciones de pilotos.
Estas fallas de los pilotos intentó solventarse con la creación y activación de la Escuela Conjunta de Aviación Bolivariana, que sería integrada por oficiales de los 4 componentes y que serían los responsables de la formación básica de los pilotos de la FANB. Una vez culminada la escuela de ala fija y rotatoria, sólo los pilotos de caza irían a los grupos especializados, toda vez que se cierra definitivamente la alianza con Rusia para la adquisición de los sistemas MI 17 para un total de 70 helicópteros, 26 helicópteros MI 28, y 12 aviones de transporte y carga para operaciones aerotransportadas.
Pero ninguno de los planes para operar los helicópteros rusos de manera favorable ha podido ser concretado hasta ahora con el resultado de que siguen las tragedias con muertos. Ni siquiera para los desfiles militares, se logra reunir los pilotos necesarios para operar los helicópteros, y en vez de aumentar las solicitudes de efectivos militares que quieren prepararse para volar las máquinas rusas, lo que va en ascenso cada día son las solicitudes de baja de los pilotos ya preparados.
Los helicópteros rusos han terminado convirtiéndose en urnas, lejos de ser un avance tecnológico dentro de la Fuerza Armada.
Hay oficiales del Ejército que han viajado a Rusia dos y hasta tres veces para el adiestramiento con los equipos. La razón es que no hay personal que quiera hacer los entrenamientos por las terribles condiciones a los que los someten en cada viaje con el pago de los viáticos, las comidas, el alojamiento y hasta existen algunos casos de oficiales que han sido maltratados en Rusia por racismo.
Los tripulantes de helicópteros en su gran mayoría se han ido de baja, porque en la calle ganan hasta ocho veces lo que cobran en la FANB.
Los oficiales aviadores llaman a los helicópteros rusos “las urnas voladoras”, y existe mucho temor por las condiciones logísticas de mantenimiento. Todavía los manuales de estos artefactos no han sido traducidos en su totalidad al español. Muchos de los técnicos llegaron de Rusia, sacaron sus licencias y se fueron de la Fuerza Armada. Las aeronaves rusas además tienen limitaciones que no aparecen en los manuales pero han sido detectadas por los pilotos. Uno de esos problemas precisamente, fue lo que causó el accidente anterior en Fuerte Tiuna.
El tema que se debate ahora en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana después que se han sumado diez efectivos militares más a las muertes en helicópteros rusos, es en primer lugar si se van a seguir adquiriendo estas aeronaves y si la alta oficialidad no va exigir más seguridad en el momento de utilizar estos vehículos para transporte de personal.
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