La opinión publica internacional se esta dejando seducir por los cantos de sirena emitidos desde La Habana, a raíz de los acontecimientos acaecidos en la isla caribeña.
Sin embargo, por mas de cincuenta años, la voz de los afligidos, el llanto de un pueblo, los encarcelamientos injustos, las persecuciones a la oposición, el allanamiento a sus hogares, las torturas, desapariciones, los fusilamientos, golpizas, que han llevado a presos políticos y de conciencia a la muerte, han formado parte de la amnesia histórica de quienes hoy pretenden reivindicar el protagonismo de la historia en un pacto tácito de la ignominia.
Nunca antes el llamado de nuestro señor Jesús Cristo al servicio de los desposeídos de voz, libertad, y de justicia, se había hecho tan apremiante, como en el momento histórico actual, de desmoronamiento de la mentira envilecida en el poder por mas de cinco décadas de totalitarismo castrista. El régimen castrista se encuentra en su fase terminal, de desintegración como sistema de expoliación humana, naufragando indefectiblemente en el torbellino borrascoso de la maldad cabalgante. Ante el ahogo literal de los verdugos de la patria escarnecida, algunos peregrinos y transeúntes del tren del oportunismo histórico se aprestan a tenderle la mano cómplice al homicida de la nación cubana.
Hay quienes pretenden ignorar a los verdaderos y auténticos artífices de la historia de la redención cubana: la disidencia y la oposición que ha ofrendado su sacrificio cotidiano de luchas arriesgando sus vidas y seguridad personal en nombre de los valores mas sublimes y preciados de la emancipación democrática. Personajes que por años han abdicado del compromiso con la verdad , priorizando intereses mezquinos de supervivencia institucional, y escondidos tras la sotana de la inmunidad limosneada, aparecen en la escena de la vida publica nacional para usurpar el trofeo de la inmortalidad histórica inmerecida por el silencio supino de la conformidad y la complacencia. Si, Cardenal Jaime Ortega, Usted ha corrido, no al llamado de nuestro señor Jesús Cristo por los desposeídos, Ustedes, sin pudor alguno, y desvergonzadamente, se lanzaron al llamado de la dictadura Castrista para con sus trajes de buitres negros tratar de limpiarle al régimen la sangre derramada por Orlando Zapata y otros miles de cubanos, las golpizas a las damas de blanco, preparadas, y orquestadas por la dictadura castro comunista, por la que Usted, hasta ahora, se había mantenido sordo, ciego, y mudo ante tantos actos de violación de los derechos humanos Nuestra patria en épocas pasadas no tan lejanas se ha visto asolada por los desmanes y crímenes de los actuales gobernantes cubanos: incluyendo el hundimiento del remolcador 13 de Marzo, el derribo de las avionetas de Los Hermanos Al Rescate, que han costado tantas vidas inocentes, el fusilamiento cruel e inhumano de tres jóvenes de la raza negra por el solo hecho de querer vivir en libertad ¿ Usted donde estaba su Eminencia cuando ocurrieron tantos trágicos sucesos?.
El reunirse Usted con las Damas de Blanco, Cardenal, nos deja un mal presagio, un sabor amargo, pues usted nunca se ha puesto, a favor de la oposición y del sufrido pueblo cubano, su actitud siempre ha estado muy lejos, distanciada mucho de la posición de dignidad asumida por la Iglesia católica en los países de Europa del Este, y muy especialmente, de la iglesia polaca ante situaciones similares que usted ha esquivado para satisfacer los caprichos del régimen. La solución, Cardenal Jaime Ortega, no es solamente el traslado de los presos políticos y de conciencia, a sus respectivas provincias , la solución no es solamente llevar a los enfermos a los hospitales, la solución Cardenal, es la Liberación de TODOS los presos políticos y de conciencia sin exclusión, libertad sin destierro, y que ellos puedan ejercer su libertad de expresión sin censura , su libertad de asociación, de reunión, de movimiento, y el ejercicio de todos los derechos humanos fundamentales y de las libertades publicas e individuales, consustanciales a un sistema democrático y a un Estado de Derecho. La solución esta en el reconocimiento de la oposición civilista que no necesita de interlocutores de ultima hora, y en la convocatoria a elecciones libres, democráticas y pluripartidistas, supervisadas por la comunidad internacional y organismos de Derechos humanos.
Hay que mantener la presión internacional sobre el régimen hasta lograr la liberación de todos los presos políticos y de conciencia, ya que hasta ahora lo que se vislumbra son solo promesas, maniobras y tácticas dilatorias de la dictadura comunista para ganar tiempo, y tratar de limpiar de forma infructuosa su deteriorada imagen internacional. La presión desde dentro articulada con la presión internacional debe de continuar para forzar a un cambio democrático. Queremos libertad y Democracia, y no limosnas gubernamentales de una longeva dictadura.
Su nombre, Cardenal Jaime Ortega Alamino, pasara a la historia como un símbolo de la ignominia.
Dado a los 24 días del Mes de Mayo del 2010
Por Miriam Garcia Chavez y Heriberto Leyva Rodríguez
La Voz de Cuba Libre
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Phones (818) 407-0665 (213) 840-1093
Mirian Garcia Chavez
Ex Presidenta del Independiente Colegio de Pedagogos independiente de Cuba
Exiliada Política en California , Estados Unidos
Heriberto Leyva Rodríguez
Activista Socialdemócrata Independiente
Exiliado Político en New Jersey ,Estados Unidos
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