Fidel Castro tenía en mente un proyecto continental, mediante el cual su revolución se adueñaría del sub-continente americano, a través de revoluciones violentas o, incluso: “pacíficas”, es decir… por la vía electoral. El proceso de elecciones para ocupar a los países de la América Latina esta contemplado por Fidel Castro desde que, por lo menos, estaba en la Sierra Maestra.
Fidel Castro entendía que para exportar su revolución a la América del Sur, tenía que adueñarse, primero, de Venezuela. Lo intentó por la vía de las guerrillas y fracasó. Entonces, a la caída de la Unión Soviética, Castro entendió que había llegado la hora de implementar su “Plan B”: la vía electoral. Esto, sin embargo, no quería – Y NO QUIERE – decir, para nada, que para mantener bajo su control a los países ocupados, no estaba ni estaría dispuesto a ejercer la más cruda, despiadada, amoral, genocida e infrahumana violencia, como la que Angola conoció en el año 76 durante “La Masacre de Luanda”, dirigida por el entonces Mayor Francisco Javier SaladoVillacín, hoy coronel y jefe en Venezuela del ECO, Ejército Cubano de Ocupación.
Para apoderarse de la América Latina, Castro desarrolló “El Departamento América”, dirigido por el Comandante Manuel Piñeiro (el temido, despiadado, psicópata y tenebroso “Barba Roja”) y su mujer chileno-cubana y ahora venezolana: Martha Harnecker.
El video en este trabajo, nos muestra la cruda realidad: el VERDADERO ENEMIGO es el castro-estalinismo internacional y la desaparición física de sus delegados no representaría la liberación de los pueblos de ese infernal y satánico régimen.
Robert Alonso
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