¿Chávez Vive? ¡Yo te aviso Chirulí!

Por: J.Chaffardet:

Mi amigo Luis Betancourt, escribió ayer un artículo que tituló “El desfile de la vergüenza”, criticando que el régimen prepara un apoteósico desfile militar que tendrá lugar mañana en Los Próceres para conmemorar o celebrar el primer aniversario del anuncio oficial del venturoso hecho de la muerte de Hugo Chávez, quien pasará a la historia como el destructor de la Nación.

En su artículo, indignado, nos recuerda que nunca en Venezuela se había conmemorado el aniversario de la muerte de un presidente con un desfile militar. Ni siquiera el 17 de diciembre, fecha en que falleció Simón Bolívar, sembrador del militarismo en nuestra cultura (¿o incultura?) política, ha sido conmemorada nunca con un desfile militar.

Generalmente, la muerte de quienes se han destacado en cualquier campo de la actividad humana se conmemoran con actos austeros, para recordar sus logros o sus gestas, para mantener viva su memoria y la admiración por su aporte a la sociedad o para repudiarlos de manera póstuma por su crueldad, sus crímenes y su miseria. 

Mañana 5 de Marzo, con la presencia ominosa de Raúl Castro y algunos de los chulos extranjeros de menor categoría, tendrán lugar en Caracas diversos actos, que incluyen un desfile militar, con ocasión del primer aniversario del anuncio de que Hugo Chávez había descendido a la quinta paila del infierno sin que hasta hoy se sepa con precisión cuando partió en ese viaje, afortunadamente, sin regreso.

Yo no “conmemoro” la fecha como tal, ya que ese 5 de Marzo no falleció Hugo Chávez sino que obligados por la presión de la opinión pública, meses después del fallecimiento de Chávez, y hecho los arreglos pertinentes para la sucesión, La Habana decidió dar a conocer que ya no estaba entre los vivos.

Si bien la fecha 5 de Marzo, no es la fecha del fallecimiento del Comediante Eterno y Supremo, si es la fecha en que por fin millones de venezolanos vimos satisfecho nuestro deseo, que algunos expresábamos abiertamente mientras algunos opositores farsantes hacían votos por su recuperación y vuelta al gobierno para aparecer como “buenos cristianos”, humanitarios, hombres de fe y corazón limpio de todo sentimiento negativo. Son los mismos que hoy abogan por el diálogo, por la “paz” y porque el gobierno no se tambalee y mucho menos que caiga.

El 5 de Marzo es una fecha en la que todos los venezolanos debemos celebrar con alegría y  con entusiasmo pues finalmente la naturaleza, la mano de Dios, le cobró al narciso megalómano con la vida, la destrucción de la Nación, el cercenamiento de las libertades y la entrega del país a la dictadura cubana. La celebración de la Venezuela libre mañana debe, necesariamente, incluir una fuerte manifestación de protesta y rechazo a la presencia de Raúl Castro y de otros vividores de la misma calaña.

En lo personal no celebro la muerte de Hugo Chávez el 5 de Marzo, la celebro cada día que pasa. El 5 de Marzo solamente me da la oportunidad de compartir la celebración  con mis amigos. Ya tenemos todo listo para mañana.  Solamente está suspendida la parilla al aire libre porque la temperatura local estará bajo cero, pero las bebidas espirituosas, desde cerveza hasta vodka y tequila, fluirán a discreción y un conjunto local de música llanera venezolana amenizará la reunión.

Los actos programados por el régimen, incluido el desfile militar, no parecen ser una sentida y adolorida conmemoración. Más bien parecen parte de una rumbosa celebración, de las que se hacen para expresar alegría y satisfacción, como por ejemplo cuando una persona se gana un jugoso premio en la lotería. Y creo que la razón es que ese día Nicolás Maduro, después de casi 90 días de ansiosa espera, por fin vio abierto su camino hacia Miraflores con la ayuda decisiva del CNE y el TSJ. Por fin iba cobrar el premio que de manera fraudulenta le diera el dueño de la lotería en gratitud por su amor eterno y apasionado.  

Las lágrimas de Maduro por la muerte de su amado Comediante Eterno, son lágrimas de cocodrilo. No es difícil imaginar la emoción, la felicidad y la alegría del Ilegítimo y la ambiciosa y voraz Primera Combatiente, reina del nepotismo y la corrupción, cuando se enteraron de que el Comediante Supremo había “pasado el páramo (o la Sierra Maestra) en escarpines”: se habían ganado el Kino. Y la Combatiente, de quien dicen podría comandar un escuadrón de caballería por sus habilidades de jinetera, ni corta ni perezosa conminó al Ilegítimo a transformar el amancebamiento concubinario en matrimonio, por si las moscas.

A todas estas, no existe una partida de defunción, donde conste que el Eterno haya fallecido y mucho menos cuándo, dónde, cómo ni por qué. Esas sutilezas o exquisiteces legales no tienen importancia a estas alturas del juego. Lo tangible, lo cierto, lo reconfortante es que el Comediante Eterno no aparece en persona por ninguna parte sino en forma de pajarito. Maduro tendrá razones para creer que ese pajarito es el Eterno porque a lo mejor está preñado…y de que vuelan, vuelan!!

A la muerte de Stalin, se implantó en la URSS el lema “Stalin no ha muerto, es solamente una formalidad” y ahora, estos estalinistas criollos de medio pelo han ido más allá y gritan como para darse valor: ¡Chávez Vive!... ¿Chávez Vive? ¡yo te aviso chirulí!

JOAQUIN  F. CHAFFARDET

jchaffardet@gmail.com

@jchaffardet

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