El desfile

Y APARECE EL NOMBRE DEL MIEDO

Todo apunta a que el miedo va a ser el gran decisor en las elecciones que se avecinan el próximo 7 de Octubre. Pasando por las elecciones primarias que tiene programada la oposición el 12 de febrero de 2.012, la participación de los electores en la definición del candidato unitario que los representara en la justa electoral de Octubre y el porcentaje de movilización de ese domingo en que se conmemora el Día de la Juventud y un nuevo aniversario de la Batalla de La Victoria que se escenifico en 1.814, dependerá de cómo se venza el miedo y se controlen los temores para ejercer su voto democrático.

No en vano la analogía de las huestes de Boves de aquella oportunidad, que se apelaban como La Legión Infernal, filtraban miedo a las tropas republicanas de José Félix Ribas; seminaristas y estudiantes movilizados desde Caracas que aprendieron a controlar sus prevenciones y espantos. Tanto fue el control de estos jóvenes movilizados que aguantaron las cargas de caballería de los demonios de Jose Tomas Boves y los derrotaron.

En la actual coyuntura política, al gobierno revolucionario del Comandante también lo asaltan recelos y pavores, no ante combatientes armados con un arsenal de ultima generación, como si de la volteada del santo electoral que le esta mordiendo mas allá de las pantorrillas, después de haberle mordisqueado los tobillos en un contundente 52 % en los resultados de las elecciones parlamentarias del 26 de noviembre de 2.010.

El gobierno sabe que a la hora de presentarse unos resultados adversos, el gran centro de gravedad de las decisiones, se va a trasladar – como históricamente lo ha sido – hasta los predios del Fuerte Tiuna y serán los generales y almirantes del Alto Mando Militar, quienes lo emplazaran a reconocer los resultados. Eso es valido en el escenario electoral, que es el que tiene la más alta probabilidad de realización, como otros tan ortodoxos y potenciales como lo son la conmoción social y el golpe de estado. En todos, el componente armado pondrá orden al final y en ninguno sale favorecido el Comandante en Jefe.

El Presidente Chávez sabe que la institución armada ha tenido un papel protagónico en coyunturas similares. Ha sido así históricamente. Los avances que hizo la Mesa de Unidad Democrática (MUD) con los mensajes recientes para fortalecer la institucionalidad democrática del sector mayoritario de la Fuerza Armada Nacional han tenido un eco bien importante hacia lo interno del componente armado, pero además, quienes hoy rompen lanzas para defender la Revolución Bolivariana en los altos mandos militares para declararse “chavistas” a contravía del articulo 328 de la Constitución Nacional, serán los primeros en negar a Chávez y exigirle a sus subordinados el retorno a los canales de la Carta Magna. Eso en las chiquiticas va a ser así y el Comandante en Jefe también lo sabe.

GOMEZ Y EL MIEDO

El 15 de agosto de 1.911 el General Juan Vicente Gómez entonces Presidente de la Republica y con tres años en el poder, dicta un decreto mediante el cual se crea el moderno ejército de línea. Era esta decisión una serie que estaba fundamentada en la idea de profesionalizar el componente armado y sacarlo de la línea política histórica.

Gómez ya había derrotado el caudillismo y enterrado los ejércitos particulares durante la celebre Batalla de Ciudad Bolívar el 19 de julio de 1.903, siendo Vicepresidente de la republica, y sabia que al centralizar en la Presidencia de la Republica el mando del Ejercito controlaba un poco sus temores de cualquier reacción política negativa, amparada en el apoyo de las armas. Desde allí se entró en una relativa paz en las armas hasta el 18 de Octubre de 1.945 con el golpe al Presidente Medina Angarita. Lo demás es historia conocida con la participación de las Fuerzas Armadas Nacionales en el golpe al Presidente Rómulo Gallegos el 24 de noviembre de 1.948 y las históricas jornadas cívico-militares que defenestraron al General de División Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1.958.

Todas las insurgencias militares desde la etapa Gómez hasta el 23 de enero de 1.958 tuvieron la característica de ser liderizadas por oficiales con mando de tropa y autorictas dentro de las unidades militares; pero además con sólida formación académica y vinculaciones en el mundo político.

Las insurrecciones desarrolladas en la etapa posterior al 23 de enero de 1.958 tuvieron un largo componente político y se estrellaron con la nueva institucionalidad originada a partir del Pacto de Punto Fijo para consolidar la democracia y la vigencia de la Constitución Nacional de 1.961.

El Porteñazo, el Carupanazo y el Barcelonazo, mas los diez años de actividad guerrillera en los diversos frentes insurgentes activados, fueron derrotados por el profesionalismo y la convicción democrática de los nuevos oficiales formados para valores como la libertad, la independencia, la soberanía y el cumplimiento de la Constitución Nacional.

El golpe de estado del 4 de febrero de 1.992 se asentó precisamente con las caracterizaciones de haber reclutado profesionales muy bien formados académicamente, pero desviados en los valores y principios democráticos. En esto el Teniente Coronel Chávez tuvo una visión bien acertada, para desarrollar un proceso de captación que incluyera muchos oficiales de alto perfil y con calificaciones excelentes en el área militar.

Nunca pensó Juan Vicente Gómez cuando desmontó basado en el recelo a los golpes, a las hordas caudillescas e iletradas de sus enemigos políticos y las engranó en un organizado ejercito de línea en 1.911, que eso serviría de asiento mas tarde para que un desconocido Teniente Coronel en 1.992 se montara para tirar una parada con militares de nivel universitario y con un buen manejo de liderazgo situacional. Bien justificado estaba el Plan Andrés Bello de 1.971 y su revisión en 1.981.

Al general Juan Vicente Gómez y su desconfianza controlada de gocho zamarro y malicioso, que afinco en un ejército personal de paisanos de Los Andes llamados “chácharos” y un pulido sistema de información que le reportaba lo mínimo, le sirvió el desmontaje del desorden y la amenaza de los caudillos y eso lo proyecto a 27 años en el poder.

Por esa vía del cuidado, pero mas acentuado hacia el pánico electoral y el sobresalto personal por las reacciones internas del sector militar se orientan las ultimas declaraciones y decisiones del Teniente Coronel Comandante en Jefe.

LOS TEMORES DE HUGO

Hugo Chávez atesora muchos temores basado en la experiencia de sus derrotas militares y políticas.

La primera arranca el mismo 4 de febrero de 1.992. Basado en la sorpresa y en la incompetencia de los altos mandos de la época tiro la parada contra el gobierno del Presidente Carlos Andrés Pérez y fue derrotado militarmente por sus propios compañeros de armas. Por esa felonía fue detenido y sobreseído en una inexplicable decisión del entonces Presidente Rafael Caldera y el 6 de diciembre de 1.998, la misma constitución contra la que insurgió, le permitió ser electo Presidente de la República. Los mismos compañeros de armas que lo derrotaron militarmente en febrero del 92, le permitieron consolidar su triunfo electoral.

El 11 de abril de 2.002, en una gigantesca manifestación del pueblo en la calle que le exigía la rectificación en muchas de las políticas desviadas del cauce constitucional, una expresión cívico militar lo depuso brevemente del poder. La Fuerza Armada Nacional tuvo una histórica participación en esa jornada. Nuevamente sus compañeros de armas habían humillado militarmente al Teniente Coronel Presidente y Comandante en Jefe.

El 2 de diciembre de 2.007, en la conclusión de una histórica jornada que se inició con la movilización del sector estudiantil por el cierre del canal de televisión Radio Caracas Televisión, los resultados del Referéndum Aprobatorio para reformar la Constitución Nacional en 69 artículos, se constituyeron en una derrota electoral, política y…militar. Al final los márgenes estrechos difundidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) fueron el resultado de la presión del Alto Mando Militar y el Comandante en Jefe no tuvo más remedio que reaccionar contra las paredes de Miraflores.

El 26 de noviembre de 2.010, los números expresados en los resultados de las elecciones para designar a los nuevos miembros de la Asamblea Nacional, se constituyeron en una nueva derrota electoral difícil de ocultar a pesar de los vericuetos legales que convirtieron a más diputados oficialistas y gobierneros con menos votos.

Esos antecedentes, y la sombra de la unidad de la oposición que se exterioriza a partir de las elecciones primarias del 12 de febrero de 2.012 alimentan el temor y las alarmas del Comandante en Jefe de encontrarse de frente con una nueva derrota electoral, con la guinda de un descalabro político que sea sellado por el sector militar, mandos chavistas incluidos; que lo obliguen a reconocer los resultados y a la humillación de cárceles, destierros, exilios, revisiones administrativas y el acoso de la justicia planetaria.

¿COMO ENFRENTARA HUGO EL MIEDO?

El Comandante en Jefe esta consciente que al final será la Fuerza Armada Nacional, el gran arbitro. El sabe que la institucionalidad en las chiquiticas se asentara en el razonamiento de cumplir el articulo 5 de la Constitución Nacional, ese que dice “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público” y que derivara en los resultados del 7 de octubre de 2.012; estos obligarán a los oficiales generales y almirantes del Alto Mando Militar – Esos mismos que se han declarado chavistas -a exigirle a su Comandante en Jefe reconocer los resultados de la catástrofe electoral y lo que es peor para su orgullo herido…a una transición pacifica.

El Teniente Coronel Hugo Chávez está consciente de eso, lo sabe por las experiencias anteriores y de allí han surgido sus últimas decisiones.

En primer lugar esta dando prioridad en el componente armado a las milicias. Las esta reforzando militar y organizacionalmente. La idea es reducir el poder de combate de la Fuerza de Línea y a los componentes profesionales e incrementar el apresto de las milicias. Eso tiene un efecto sicológico hacia lo interno de la organización y hacia la sociedad civil. Cuando se observa en el desfile de la conmemoración de los veinte años del 4 de Febrero de 1.992, la activación de una unidad de motorizados denominada “Héroes de Puente del Llaguno” se puede sacar cualquier cantidad de conclusiones que apuntan hacia la inversión de valores, pero mas importante que eso para el Comandante en Jefe es la preservación del poder a través del terror sicológico en el votante opositor. Mención aparte lo es la participación de todas las misiones, que están encuadradas en las estructuras organizacionales del Orden de Batalla revolucionario para enfrentar a… la oposición.

Luego el inmenso poder de combate terrestre y aéreo desplegado en el desfile, a todas luces con la idea de amedrentar especialmente al votante democrata. Cuando el Comandante del desfile se expresa en la solicitud de permiso para iniciar el desfile como “revolucionarios, socialistas, antimperialistas y chavistas” y recibe el respaldo de su Comandante en Jefe, eso tiene como audiencia de destino al votante opositor que sabe que todos los que están desfilando formaran parte del Plan Republica, en el despliegue militar para garantizar la logística y la seguridad de las elecciones del 7 de Octubre de 2.012. Cualquiera que no conozca las interioridades de la Fuerza Armada Nacional se desmoviliza y desactiva para ir a votar y allí se centra el objetivo del candidato en funciones de Comandante en Jefe.

Previamente ha designado el General en Jefe Henry Rangel Silva como Ministro de la Defensa, muy celebre por haber declarado que la Fuerza Armada Nacional no va a reconocer a otro Comandante en Jefe distinto a Chávez, pero además por estar incluido en una lista negra del narcotráfico en la DEA. Es igual la mención para el General de División Cliver Alcalá Cordones, Comandante del Desfile y de la poderosa División Blindada con asiento en Maracay estado Aragua. ¿Hay bastante fuerza en la que escudar el miedo a la derrota?

Hasta en los invitados hubo el detalle de garantizar la presencia. Evo Morales, Daniel Ortega y Raúl Castro forman parte de una elite no muy ganada hacia la democracia y la constitucionalidad y aúpan canallescamente las bufonadas del Teniente Coronel Hugo Chávez.

La Fuerza Armada Nacional es “chavista” es un verdadero trapo rojo que lanzó Hugo Chávez en componenda con la corte de generales y almirantes chavistas hasta que los resultados electorales le terminen de voltear el santo al Comandante en Jefe.

Como se ve, la lejana decisión del General Juan Vicente Gómez de profesionalizar las Fuerzas Armadas Nacionales, enterrando la ignorancia y el caudillismo de los ejércitos personales, para garantizarse la permanencia en el poder; la ha volteado en 180 grados el Teniente Coronel Hugo Chávez cuando trata de desmovilizar la Fuerza Armada Nacional de línea y priorizar a Las Milicias, “chácharos” del siglo XXI con un alto ingrediente político y clientelar, por supuesto con el único animo de garantizarse sobre la base de la ignorancia su permanencia en el poder. El miedo es libre.