Artículo del Periódico Le Monde Francia

Desde septiembre de 2011, se agrava la tensión entre Teherán y Washington.
El último episodio en la fecha es la amenaza iraní para el bloqueo del
estrecho de Ormuz por sanciones a sus exportaciones de energía. Sin embargo
la libre circulación de las corrientes de energía ha sido siempre a
Washington un casus belli. La intensificación de las sanciones se desliza
hacia la guerra, mencionada seis años. Mostrando el porcentaje deseado y
otro amplificación de medios de comunicación, medida gana lo que puede
esperar de los jugadores y cuáles son los riesgos de pérdidas que lo harían
contrapeso.
En Irán, parece ventajoso para pujar en la lucha entre las facciones y los
clanes religiosos y seculares (el guía Supremo, Ali Khamenei, el Presidente
Mahmoud Ahmadinejad y su cuñado, Esfandiar Rahim Mashaïe, la poderosa
familia de Ali Larijani, Presidente del Majlis, el Parlamento) que compiten
por el poder en la perspectiva de 2013 presidencial y elecciones
legislativas. Los Pasdaran (guardianes de la revolución) se juegan su
prestigio y credibilidad de maestros de la alta tecnología militar.
Esta sería una oportunidad para fortalecer la unidad nacional comenzó a
colocar en segundo lugar el descontento de la mala gestión económica,
agravada por las sanciones, hace que las condiciones de vida difíciles. Por
último, una confrontación directa iba a romper el aislamiento diplomático
regional debido al miedo de las armas nucleares y la dinámica del cambio de
poder en el mundo árabe que promueve la rama sunita del Islam. Pagarán como
el único Estado que se atreve a desafiar la supremacía estadounidense.
En los Estados Unidos, el Presidente Barack Obama está bajo la presión de
los republicanos pero también muchos ansiosos demócratas parlamentarios para
la protección de Israel. Es hora de que la administración estadounidense a
firmeza más allá de palabras incluso si la contención opción de preferencia.
También debe tranquilizar a los aliados regionales y dar más coherencia con
la estrategia de contención, aplicación por dos años, basado en la
redistribución de las tropas de Irak y Afganistán a la península arábiga, el
misil de defensa y, más discretamente, la seguridad nuclear. Por último,
calmar la impaciencia agresiva del Gobierno israelí.
ENCENDER REGIONAL
Con estos incentivos, ¿cuáles son los riesgos? Washington debe considerarse
como un brote de precios de la energía que agravaría la crisis económica, no
sin impacto en el crecimiento de los Estados emergentes. Necesidad de
superar la fuerte oposición a la preocupación de los países importadores
(Japón, India, China) y los exportadores de los Estados ribereños. Otro
riesgo, la radicalización de los gobiernos árabes moderados recién elegido
Islámica. ¿Considere la posibilidad de un estallido regional? Este término a
menudo utilizado por Teherán parece excesivo: el Líbano (Hezbolá), o en Irak
(Ejército de Moqtada Al - Sadr el Mahdi), ni en Gaza y menos aún en
Afganistán, hay compromiso reforzado automática en apoyo de la Irán. Más
allá de las declaraciones inflamatorias, cada uno pesará su interés local.
Por otro lado, aumenta el riesgo de terrorismo. Por último, una acción
militar, incluso limitada, proporcionaría un pretexto a Teherán para jugar
la cláusula de rescisión del Tratado sobre la no proliferación de armas
nucleares en sus intereses supremos.
El riesgo para el Irán sería estar en una situación de Paria del Estado como
la Corea del Norte, que Teherán ha tenido cuidado de evitar. Además, el
régimen podría borrar una derrota, en un informe de las fuerzas
convencionales favorables a los Estados Unidos. Esta humillación sería
alterar la situación política interna. Surgen dos opciones: mantener un
enfrentamiento verbal; hacer una demostración militar limitada y confusa,
permitiendo todos a dotarse de la hermosa función.
¿Esta última situación puede contribuir a resolver la crisis nuclear
mediante la promoción de una reanudación del diálogo, cada haber salvado la
cara? Tal fue el caso en 1987. El Irán, a continuación, se enfrentó con el
Iraq. No hubo ningún programa nuclear iraní. Una escalada incontrolada daría
lugar a una campaña aérea contra sitios nucleares y de misiles. Potencial
iraní podría disminuirse sin ser erradicada.
La situación por lo tanto, incita a la prudencia. La Francia, no sin
ambigüedad, advirtió contra la compañía de "los riesgos de un ataque
preventivo" de la crisis que "es a cualquier precio". Tras diez años de
negociaciones sin éxito, la prueba del criterio de verdad. Pero ¿qué verdad?