¿Por qué la escalada radical del régimen? Es su estrategia de crisis: lanzar patadas de ahogado para desviar el debate de los verdaderos problemas del país. La gente no pisa más esa concha de mango. Aguarda. Pero no achinchorrada. Se activó. Su momento estelar está próximo, y como siempre, pueblo bravo no perdona opresor.
MIGUEL SANMARTÍN
La sensación de vértigo recorre los organismos oficiales y palacetes gubernativos
Hay nervios en la cúpula. También en el entorno más íntimo propagándose el contagio a otros segmentos del "proceso". La incertidumbre crece y se generaliza el desconcierto. Los motivos abundan. La fecha crucial se acerca inexorable.
La sensación de vértigo recorre los organismos oficiales y palacetes gubernativos. Los funcionarios, los afectos, sienten que el piso se les mueve causándoles vahídos. ¿Diagnóstico? Síndrome escarlata. El escrutinio popular, a la vuelta de la esquina, le agrava los síntomas. Calambrina también la llaman coloquialmente. Se manifiesta con estremecimientos que les recorren el cuerpo. Es la sensación de pérdida del poder. Saben que, una vez fuera del mismo, sin espalderos ni impunidad, tendrán que dar la cara a la sociedad que hostigaron y perjudicaron. Como los modestos dueños de estacionamientos, talleres mecánicos, carpinterías, tapicerías y cantinas que están siendo desalojados sin contemplaciones, sin indemnización, por la alcaldía de Libertador en Maripérez. Como ellos, víctimas de la arbitrariedad oficial, hay miles en el país.
No es de extrañar ni resulta casual, entonces, la desaforada reacción del régimen forajido contra emblemas de la sociedad democrática: Leopoldo López (sentencia del TSJ), Globovisión (multa de Conatel), 6to Poder (enésima medida judicial), gobernación de Zulia (embargo de una cuenta bancaria), Alcaldía Mayor (inspección del INTT a los autobuses Transmetrópoli) y gobernación de Táchira (arrebato del Hospital Central). Además continuaron las expropiaciones y hordas oficialistas atacaron varios actos de campaña de los precandidatos a las primarias de la oposición.
¿Razones? Son abundantes y poderosas. Fundamentalmente la súbita e impensada enfermedad del caudillo. El padecimiento exacerbó lo demás: disputas entre distintas facciones del chavismo; alarma en la FAN y agudización de las protestas (por inseguridad, falta de viviendas, deudas laborales, fallas de servicios públicos, deterioro del país y descontento de damnificados). Agregan lo suyo los resultados (los verdaderos) de las encuestas, la unidad de la oposición y la bien percibida campaña de sus precandidatos. También les turba la condena de organismos internacionales como el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la OEA y la SIP. Se quedan solos y lo sienten.
¿Por qué la escalada radical del régimen? Es su estrategia de crisis: lanzar patadas de ahogado para desviar el debate de los verdaderos problemas del país. La gente no pisa más esa concha de mango. Aguarda. Pero no achinchorrada. Se activó. Su momento estelar está próximo, y como siempre, pueblo bravo no perdona opresor.
msanmartin@eluniversal.com<mailto:msanmartin@eluniversal.com>
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