Julio Portillo
Los vínculos Cuba-Venezuela vienen desde la colonia. Entonces decía un poema anónimo: “La Habana es una ciudad ilustre, noble y cortés; Caracas: un barrio de infelicidad”. Miranda, María Antonia Bolívar, Páez, Rómulo Gallegos y Rómulo Betancourt, entre otros, vivieron en Cuba. José Martí vivió en Caracas. El venezolano Narciso López, es el autor de la bandera cubana.
En 1881 -en el vapor “Virginius”- zulianos fueron a pelear por la independencia de Cuba. De 1830 a 1896 la mayor relación entre las dos naciones, era entre Maracaibo y Santiago de Cuba, por causa de las exportaciones de café y cacao. Si algún país apoyó al Movimiento “26 de julio” fue Venezuela. Por eso nunca merecimos pagar en vidas las invasiones cubanas por Machurucuto.
Desde 1959 el gobierno cubano le había puesto el ojo a Venezuela. Cuando Fidel Castro visitó a Betancourt en enero de ese año, solicitó un préstamo de 300 millones de dólares, que al rechazarlo en esa oportunidad el Presidente electo, lo pidió entonces en petróleo, que también le fue negado. En la ocasión, Castro lanzó una diatriba virulenta contra las Fuerzas Armadas de la América Latina y pidió el paredón para sus oficiales. A los demócratas los llamó “tontos de capirote”. El Che Guevara le recomendó a Betancourt “usar el paredón a tiempo”.
Al instalarse en el gobierno Chávez dijo: “construiremos el eje Caracas-La Habana” para enfrentar al gobierno norteamericano. Fidel propuso la creación de un nuevo Estado con dos gobernantes vitalicios, que en la práctica es en lo que estamos. No hacen falta muchas pruebas de ello: en Cuba se educan militares, educadores, jueces venezolanos. Tenemos cubanos en Venezuela en la Fuerza Armada, la salud, la educación, el deporte, notarias y por si fuera poco ahora se les entregó el sistema de cedulación y por ende la información electoral. Chávez “enfermo” en Cuba, dijo encontrarse en “la patria grande”. Gobernaré hasta el 2031.
La ventaja la lleva Cuba, cuya deuda con Venezuela ya asciende a 22.000 millones de dólares pagaderos en 25 años y con un suministro de 100.000 barriles de petróleo diarios. Si esta situación no es denunciada formalmente por la oposición democrática, Fidel Castro tendría razón al llamarlos “tontos de capirote”.
1 comentario:
El profesor Julio Portillo nos dió clasen y ed tremendo analista con respecto a estos temas, lo felicito
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