*****El propio Juan Manuel Santos confirma que pactó con Hugo Chávez la entrega de Walid Makled.
El propio presidente colombiano Juan Manuel Santos corroboró ayer en la mañana, la información publicada en este espacio en la edición de El Nuevo País del sábado 13 de noviembre pasado, acerca de que Colombia le pondrá a Hugo Chávez en sus manos a Walid Makled.
Santos confirmó haberse “comprometido” con su homólogo venezolano, Hugo Chávez, a extraditar a Venezuela al presunto narcotraficante Walid Makled. Lo que no declaró el presidente colombiano es a cambio de qué le quitaría ese peso de encima a Chávez, enfrentándose además a Estados Unidos, que ha sido el gran aliado de Colombia en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, y que está solicitando también a Makled en extradición. Lo que sí es cierto, es que ya Chávez cumplió con parte del convenio hecho con Santos a cambio de Makled, lo cual se materializó en prácticamente un éxodo forzado de irregulares desde La Guajira venezolana hasta territorio colombiano, con cabezas de ganado incluídas.
Los organismos de lucha contra las drogas, y los periodistas que nos hemos dedicado a investigar estos espinosos temas, estamos claros en que el trato de Santos con Chávez, perjudica de manera sustancial la lucha contra el tráfico de drogas, y sólo beneficia a Hugo Chávez. A partir del momento en que Juan Manuel Santos reconoce su compromiso con el presidente venezolano, se coloca en la acera de enfrente de lo que significó y significa para Colombia y toda la región, la política implementada por Alvaro Uribe que sin duda alguna devolvió una paz a los ciudadanos de ese país que parecía imposible de lograr.
Los organismos internacionales certificados en la lucha contra las drogas no son los únicos que resienten la decisión prácticamente personal de Juan Manuel Santos de entregarle a Chávez a un capo de la talla de Makled. Tanto la Fuerza Armada colombiana como los organismos policiales de ese país están en desacuerdo con ésta medida que sin duda pondrá al presidente colombiano en el banquillo de su propio pueblo.
Dado que Juan Manuel Santos ha demostrado que eso de que Chávez es su nuevo mejor amigo, no fue dicho sólo de la boca para afuera, los venezolanos perseguidos políticos que viven “bajo cuerda” en Colombia, donde no se conceden asilos desde el caso Carmona, pero se les deja vivir bajo tácitas garantías, deberían poner sus barbas en remojo y recoger sus corotos para irse a solicitar asilo en naciones donde su vida y su libertad no valgan unas cuantas cabezas de ganado. Que guerra avisada, no mata soldados.
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