Los adeptos al gobierno hicieron todo lo posible por encubrirlo hasta el final.
La trayectoria de la familia Makled en Venezuela está revestida de múltiples facetas. A través de sus miembros, la familia emprendió negocios de todo tipo, tal como la mayoría de los inmigrantes del Medio Oriente, quienes se asentaron en diversos sitios del país, agrupados en pequeñas colonias, generalmente alejadas de los bulliciosos centros urbanos. No existe prácticamente un pueblo en Venezuela donde no encontremos a los “turcos”, ejerciendo la actividad más extendida entre ellos, la de la compra y venta de artículos electrodomésticos, telas, lencería, bisutería, etc y últimamente incursionando en el negocio de los restaurantes.
Aparentemente los Makled encontraron en Valencia el lugar ideal para extender las actividades que habían iniciado en Tinaquillo años antes. Uno de ellos, Walid, presuntamente había descubierto que era mejor negocio el trabajo de “pirata de carreteras” y el transporte de mercancías robadas, pasado sobre el cual cualquier evidencia ha desaparecido, sobre todo si tenemos en cuenta la abrumadora influencia de Walid Makled sobre los cuerpos policiales de Carabobo. A finales de los años 90, el vínculo de Makled con la Guardia Nacional comenzó a dar frutos gracias al histórico contubernio del “pote”, amasijo de dinero que se va creando en los Comandos Regionales de la Guardia Nacional, cada vez que cae en manos de oficiales corruptos, quienes le exigen a sus subalternos cantidades de dinero tales que solo pueden reunir si se asocian con los delincuentes a quienes se supone deben combatir. Es entonces cuando Walid Makled hace contacto con Comandantes Regionales, Jefes de Estado Mayor y Comandantes de Destacamento y otros militares asociados a Fiscalías y Tribunales Militares del Estado Carabobo, Aragua y Lara.
El paro petrolero del 2002 fue el escenario ideal para que el General Acosta Carles introdujera a Walid y a toda su familia dentro del chavismo y lo hiciera por la puerta grande. A partir de ese momento comienza una nueva etapa para los Makled, ahora apoyados por el gobierno y ansiosos de poner sus manos sobre el Aeropuerto Arturo Michelena de Valencia, la terminal marítima de Puerto Cabello y con ellos a todas las actividades que estratégicamente les ayudarían a multiplicar exponencialmente sus riquezas. El poder político también estaba en su mira, así como el control del poder judicial ya fuera del ámbito del Estado Carabobo.
Una figura que parte incluso desde antes del 2002 y que se vincula a los Makled es el Magistrado del Tribunal Supremo Eladio Ramón Aponte Aponte, quien desde que era oficial activo de la Guardia Nacional no se despegó del triangulo geográfico Carabobo, Aragua y Guárico. Aponte, es graduado de abogado en la Universidad de Carabobo, fue Presidente del Consejo de Guerra Permanente de Maracay, Estado Aragua; Director de la Coordinación Estadal Antidrogas, contra el uso y consumo ilícito de drogas en la misma Circunscripción Judicial. Entre otros cargos, fue el Fiscal General Militar de la República bajo cuya tutela se tramó la maraña acusatoria en el caso de los “Paracachitos de la finca Dacktary”. Sus condecoraciones hablan claramente de su apego al antes mencionado triángulo: Es poseedor de la "Orden Ciudad de Maracay", en su primera Clase; "Orden Ciudad de Turmero", en su única clase; "Botón de Honor" de la Universidad Bicentenaria de Aragua"; "Orden Miguel Acosta Saignes", en su única clase; "Botón de Honor al Mérito" de la Asamblea Legislativa del Estado Carabobo, entre otras.
Allegados a su familia aseguran que la casa que construyó en el año 2004, tiene levantada una buena parte de su estructura gracias a Walid Makled de quien se hizo, además del aspecto económico, muy buen amigo, hasta el punto de que le firmó una credencial de Comisario Ad Honorem del Tribunal Supremo de Justicia tan pronto como fue nombrado Magistrado de dicho tribunal.
Cuando se hizo el allanamiento a la casa de Makled, en el acta policial quedó registrado que se había encontrado “un (1) libro con dedicatoria, dirigido al ciudadano Walid, de los Retos de la Justicia Venezolana Contemporánea; una (1) tarjeta de invitación del tribunal supremo de justicia dirigido al ciudadano Walid Makled” y al indagar sobre dicho libro, el mismo es nada más y nada menos que la impresión del discurso de apertura del año judicial 2006, del Magistrado Eladio Aponte Aponte, la cual el inefable Eladio le envió a “sus amigos más entrañables”.
Pero, si Aponte Aponte es uno de sus entrañables amigos, Makled tenía muchos más. Durante el allanamiento, se le encontró además copias fotostáticas de la cédula de identidad del General de la Guardia Nacional Juan Alberto Hernández Perdomo, C.l. N° 5.007.582, del Comisario Jefe de la Región de Margarita Eddy Bernardo Achique Gil CI N° 5.525.892 y hasta una daga de la Escuela de Formación de Oficiales de la Guardia Nacional, las cuales se usan como regalos institucionales de la EFOFAC. Las vinculaciones de la Guardia Nacional con Makled deben ser inmensas. Muchos de los oficiales que pasaron por el Comando Regional Nº 2 activos y retirados, hacen gala hoy de opulencia y de riquezas que no tenían antes de ser designados para cargos en ese Comando Regional e hicieron alarde (ahora lo ocultan), de ser amigos de Makled.
Una posible extradición de Walid a Venezuela podría ser el elemento mediante el cual se cerraría el capítulo Makled y se dejarían “todos los trapos sucios para lavar en casa”, tal como ocurrió entre los años 2004 y 2006, cuando las actividades delictivas ya eran públicas y notorias. Tal presunción parte de los hechos siguientes:
En el año 2006 se inició una investigación contra el Clan Makled, la cual se centraba en las 13 empresas en manos de Makled, su padre y sus hermanos. Abdala Makled (Hermano): TIENDAS MAKLED C.A, Alex Makled (Hermano): HAPPY TRADE C.A, COORPORACION MAKLED C.A, Basel Makled (Hermano): TRANSPORTE MAKLED C.A, Basel Makled y Najen Makled (Padre): FUNDACION MAKLED C.A, Basel Makled y Lina Makled (Hermana): ALMACÉNADORA MAKLED. C.A, Basel Makled y Walid Makled: AEROPOSTAL ALAS DE VENEZUELA C.A, Walid Makled: LA EDITORIAL UNO C.A, TRANSGAR AGENTES ADUANALES C.A, TRANSGAR ALMACÉN GENERAL DE DEPÓSITO C.A., INVERSIONES MAKLED C.A y ALMACÉNADORA CONACENTRO C.A.
Una investigación iniciada el 14 de Febrero del 2006, por la Fiscalía Duodécima del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Carabobo, se hizo por la posible comisión de algún ilícito penal establecido en la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y contra el Tráfico Ilícito de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas. La misma, se apoyó en dos reportes Superintendencia de Bancos y otras Instituciones Financieras, relacionados con LUIS EDUARDO AMAYA ERICK JOSE ECHEGARAY NAVAS, socios de Makled. Al final de la misma se pudo detectar que las empresas de los Makled estaban involucradas en lavado de dinero, desvío de productos químicos precursores para la elaboración de cocaína con destino a Brasil y Colombia, robo y transporte de mercancía y una serie de ilícitos relacionados con el narcotráfico. Las investigaciones no llegaron a concluirse y los Makled siguieron operando abierta y descaradamente, hasta el punto que Abdalá, uno de los hermanos de Walib, se lanzó como candidato a la alcaldía de Valencia por el chavismo dos años más tarde.
La siguiente actuación relacionada, se dio por un caso de esos que llaman “fortuito” y que al parecer fue provocado por alguien quien quiso “revolver el avispero” en febrero del 2008, cuando se localizó abandonado en Valencia, un contenedor con 10 pallets de planchas de acerolit con una abertura interior en la que se calculó que se podrían haber transportado 5.000 kilos de cocaína y se halló una panela de dicho alcaloide. El examen de laboratorio arrojó que en el material al que se le hizo el barrido no se le localizaron trazas de cocaína, tal como quedó asentado en el acta: “Dictamen Pericial Químico N° CG-CO-LC-DQ-08/0210, de fecha 05-03-08, suscrito por TTE (GNB) CARMEN PACHECO MENDOZA TTE (GNB) YOELYS GALVIS MENDEZ, expertos del Laboratorio Central, División de Química de la Guardia Nacional Bolivariana, practicada a la evidencia colectada en el Container, en el cual no contienen trazas de Cocaína heroína ni se localizó presencia de restos vegetales, mientras que el envoltorio tipo panela contiene Cocaína y posee un porcentaje de pureza promedio de 78,5 %.” Mi experiencia policial me indica que esto pudo haber sido lo que se denomina un “falso positivo”, más que por involucrar a Makled en el tráfico de drogas, destinado a obligar a las autoridades judiciales a actuar.
El 14 de Abril del 2008 no se pudo seguir manteniendo el velo judicial sobre las actividades del clan, en virtud de publicación en el periódico ABC DE LA SEMANA, edición No 84 de fecha 26 al 2 de Abril del 2008, titulado “EL NARCOTRAFICO HA PENETRADO TODOS LOS CUERPOS POLICIALES”, escrito por el periodista Orel Sambrano bajo el pseudónimo “TERRICOLA” y quien fuera asesinado el 16 de enero del 2009, así como un artículo “CRUCE DE SABLE O GUERRA DE MINITECA’, de MIGUEL SERRANO, en donde el General Cliver Alcalá Cordones, enemistado con el General Acosta Carles, denunciaba que la policía del Estado protegía a narcotraficantes.
Sospechosamente y que valga la redundancia, aún cuando desde el año 2006 se habían asentado en actas los denominados “Reportes de Actividades Sospechosas” de los años 2004 y 2005, fue hasta el 4 de julio del 2008, se emitieron 11 Reportes de Actividades Sospechosas, con tres y cuatro años de retardo y de ahí en adelante comenzaron a proliferar. Sería que algún todopoderoso dio su autorización para que comenzaran a actuar, no sin antes advertírsele al General Acosta Carles que se apartara de Walid Makled?
Luego de estos reportes, todavía las autoridades esperaron 4 meses más, hasta el día 13 de noviembre de 2008, cuando a instancias del General Alcalá Cordones, funcionarios de la Dirección de Inteligencia Militar, acompañados por el Fiscal Superior Militar de Maracay Estado Aragua (Y por que militares? Sería que le dejaron toda la carga para defenestrar a Walid Makled, al General Alcalá?) se trasladaron al Fundo El Rosario, en trámite de adquisición por parte de Walib Makled y detectaron 394 kilos de cocaína, así como implementos para la operación nocturna de una pista ubicada entre Haras San Francisco y el fundo EL Rosario, versión que ante mi olfato policial, huele a lo que precisamente denuncia desde su celda Walid Makled, a un “montaje”: Primero, porque ya alguien declaró como el día anterior, previo un pago que no se le ha permitido comprobar, él y otra persona introdujeron la droga de manera subrepticia y sin que los demás detenidos como “cómplices” se enteraran y segundo, porque solo a un loco se le podría ocurrir tener una pista clandestina a menos de 60 kilómetros de las dos principales bases aéreas de la Fuerza Aérea venezolana y en las propias narices del sistema de radares de la Defensa Aérea a menos que… el manto de complicidad cubriera también los barridos de los radares de tráfico de Base Sucre, Base Libertador y de la Defensa Aérea.
Evidentemente, Walid y sus familiares se encuentran seriamente comprometidos en actividades ilícitas de narcotráfico y otras conexas con el mismo delito, evidenciadas legalmente desde el año 2004, pero que al prolongarse en el tiempo y con total impunidad, fueron obligadas a hacerse públicas debido a guerras intestinas entre grupos afectos al gobierno a la vez vinculados con otros grupos en el mismo ramo de los Makled.
Queda pendiente el asunto de la extradición de Walid a los Estados Unidos o a Venezuela. Mientras sus hermanos ya tienen dos años encarcelados sin que su juicio avance, circunstancia que es ya característica de nuestro sistema judicial cuando se trata de peces gordos, el escape de Makled a Colombia y el tiempo que estuvo escondido, contribuyó al logro de mas y mayores evidencias sobre sus actividades y sus nexos con sectores del gobierno venezolano, gracias a los avances tecnológicos en materia de interceptaciones telefónicas. En la soledad de su clandestinidad, dijo lo que tenía que decir y los oídos electrónicos de la DEA y la CTI lo guardaron para su juicio fuera del país. Estas pruebas en un eventual juicio en Venezuela no serían tomadas en cuenta por aquello de que “vienen del Imperio”. Algunas de las imputaciones de otros que se le cargan a Makled están claras para la justicia extranjera más no para la venezolana. Quedan muchas interrogantes, como por ejemplo: Si Walib ordenó el asesinato de Wilber Varela (a) “Jabón” (si es que de verdad está muerto), por que en su huída corrió a meterse en las fauces del lobo? Hasta ahora solo Walib Makled lo sabe y los venezolanos podríamos continuar ignorándolo por siempre, si la justicia colombiana lo entrega a la venezolana.
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