Factores de Poder

 

*****Nelson Mezerhane cumplió su amenaza de demandar a ésta periodista por haber dicho entre otras cosas que el Banco Federal estaba a punto de ser intervenido…

Efectivamente, tal como lo anuncié en mi columna de ayer, el banquero Nelson Mezerhane me envió a mi casa en Miami, el lunes en la noche, una carta del escritorio jurídico Tew-Cardenas, cuyo contenido es una oda al amedrentamiento.

Curiosamente, este escritorio jurídico también le presta servicios a uno de los grandes colaboradores del Régimen, hoy caído en desgracia, Ricardo Fernández Berrueco, a quien estando en libertad y en pleno ejercicio de sus actividades económicas, investigadores en Panamá relacionaban a Mezerhane. Curioso cuando se suponía que Mezerhane pertenecía al bando contrario de Fernández Berrueco. Hoy ambos están en la misma acera: Investigados en Venezuela por ilícitos bancarios.

Pero esa no es la única coincidencia. Fernández Berrueco también compartió con Mezerhane a su abogado en Venezuela, Reinaldo Gadea Pérez quien en su oportunidad también introdujo, en nombre de Fernández Berrueco una demanda contra ésta periodista, además de la solicitud de mi captura a Interpol. Días después de esto, Fernández Berrueco cayó preso y todas las denuncias hechas en su contra en esta columna fueron corroboradas.

Pues bien, en la carta enviada a ésta columnista por el bufete Tew-Cardenas, se me exige entre otras cosas que me retracte de lo publicado en este espacio sobre Mezerhane. Es decir que yo diga por ejemplo que no existían irregularidades en el banco. Es decir que yo diga que no hay intervención…¿Será?

Pero esto no es lo más grave del asunto. Mezerhane pretende pasar su “exilio” en Estados Unidos, sin darse cuenta que lastimosamente para muchos, en este país se respetan las leyes y sobre todo, los Derechos Humanos, por encima del dinero.

Sin duda alguna un juicio sobre éste tema del Banco Federal y Mezerhane será interesante en un país donde se respeta el derecho a la defensa. Porque uno de los artículos que cuestionan los abogados de Mezerhane, menciona entre otras personas a Alejandro Andrade y Diosdado Cabello, a quienes con gusto solicitaré a la Corte del estado de La Florida, citar como testigos para que se pruebe si es cierto o falso lo que se dice en mis publicaciones.

Pero además, será interesante ventilar en cortes de verdadera justicia, cómo fue que, según confesión de Alberto Federico Ravell, Mezerhane salió en libertad en Venezuela, gracias a una “conspiración” (así se denomina esto en Estados Unidos) con dos funcionarios del gobierno venezolano para que no se difundieran las declaraciones de Giovanny Vásquez que revelaban el montaje de las actas en el Caso Anderson. Precisamente por éste Caso, a Patricia Poleo se le otorgó el asilo en Estados Unidos. Mezerhane tendrá que explicar por qué calló la información que revelaba toda la verdad.

Interesante será también que Nelson Mezerhane responda en territorio libre como es éste, acerca de la declaración jurada que Carlos Kauffman dio ante la juez federal del sur de la Florida, Jhon Lenard, en la que confesó que tanto él como Franklyn Durán, recibieron de parte de Mezerhane hasta 6 por ciento de comisión por colocar fondos del Gobierno en cuentas del Banco Federal.

Mezerhane hace intentos por colearse como víctima en el tema de la persecución contra la libertad de expresión, al mismo tiempo que me exige bajo presión no mencionar su nombre durante quince años. Me lo exige en un país dónde la Libertad de Expresión es simplemente SAGRADA, y a pesar de que es público y notorio que Ravell salió del canal por pacto de Mezerhane con el Régimen…tremendo favor le hizo Mezerhane a la Libertad de Expresión…

La realidad es que lo que los interventores están encontrando en el Federal, no tiene nada que ver con la libertad de expresión.

El problema es que muchos empresarios venezolanos que creían que haciéndole carantoñas al Régimen los perdonarían, ahora creen que a cuenta de millonarios, vendrán al “Imperio” a imponer las normas que son válidas en un país sin ley como Venezuela. La caída para ellos será bien estrepitosa en un país como Estados Unidos donde hay que andar derechiiiito.