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Caracas, Dtto. Capital, Venezuela
La participación de los oyentes y las denuncias forman el plato fuerte de PLOMO PAREJO. Conducido por el polémico Iván Ballesteros que se caracteriza por descubrir, analizar y difundir temas que conmocionan el acontecer político a través del contacto con sus protagonistas. Sus secciones ya son todo un éxito: “Plomo y Candela” con Ballesteros y la periodista Patricia Poleo, “Misión Imposible”, "El Jalabolas", "Qué hace Chávez con el dinero de los pobres" han dado mucho de qué hablar.

Frases de dictadura.

Frases de dictadura.
"Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es el más sagrado de los derechos y el más indispensable de los deberes”. Marqués de Lafayette.

Programa Plomo Parejo íntegro del día 03/04/2014

martes, 15 de junio de 2010

Antonio Pasquali : Los tiranosaurios no gorjean

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En lo analógico ya fracasó estruendosamente: sus cientos de millones de dólares anuales para saturar lo audiovisual con 7 canales de televisión, centenares de radios AM, FM y comunitarias del régimen, periódicos y sitios Internet, a lo que cabe añadir los 200.000 minutos de alocución chavista y sus más de 2.000 cadenas, financian un gigantesco fracaso comunicacional en un vacío de calidad y credibilidad, con índices de sintonía y lectoría que oscilan entre 0,5% y 4%... La referencia antediluviana se impone ante la novedad de un Chávez trinando por Twitter cual mona vestida de seda, cuando sólo se le conocía como pecio de pretéritas generaciones de tiranos que explotaron la tecnología autoritaria de la radiotelevisión (la cual permite a uno solo hablarle a millones lejanos y mudos) para imponer su despotismo... Tanto deleite por la prédica desde medios sin feedback revela en el teniente coronel una personalidad comunicacionalmente enferma de atrofia dialogal irreversible, un cobarde de la dialéctica que no soportaría diez minutos de confrontación pública con opositores de talla... Se escuda tras micrófonos y cámaras, aclamadores de gobierno y partido vigilados por cubanos, para sus kilométricos monólogos ante públicos no genuinos y millones de oyentes que apagan sus receptores al reconocerle la voz.

¿Gruñían, berreaban, himplaban, mugían, rebramaban, barritaban, bufaban o rebuznaban los tiranosaurios del cretácico? La etología lo precisará un día; lo cierto es que su constitución anatómica y cerebral les impedía gorjear.

La referencia antediluviana se impone ante la novedad de un Chávez trinando por Twitter cual mona vestida de seda, cuando sólo se le conocía como pecio de pretéritas generaciones de tiranos que explotaron la tecnología autoritaria de la radiotelevisión (la cual permite a uno solo hablarle a millones lejanos y mudos) para imponer su despotismo. Una historia de provinciano resentido que soñaba ser locutor y se transfigura desde el poder en el big brother de una intoxicación ideológica radiotelevisiva sin antecedentes en la historia humana. Tanto deleite por la prédica desde medios sinfeedback revela en el teniente coronel una personalidad comunicacionalmente enferma de atrofia dialogal irreversible, un cobarde de la dialéctica que no soportaría diez minutos de confrontación pública con opositores de talla. Se escuda tras micrófonos y cámaras, aclamadores de gobierno y partido vigilados por cubanos, para sus kilométricos monólogos ante públicos no genuinos y millones de oyentes que apagan sus receptores al reconocerle la voz. Sus filípicas contra Internet le quedaban hasta bonitas, le conferían un aire de tiranosaurio coherente en su escogencia del mensaje y del canal, ambos antidemocráticos.

Va concluyendo el ciclo del despotismo hertziano, la gente emigra masivamente a la web que le devuelve inmensas dosis de aquella democracia comunicacional otrora confiscada por la radiotelevisión. Hija directa del glorioso y dialogante teléfono, la Internet que los dictadores temen y censuran nos restituyó la libertad de las conexiones biunívocas en tiempo real y, algo más esencial aún, logró que cada ser humano fuese emisor de mensajes para incontables remitentes y auténticos interlocutores.

El salto contra natura del tiranosaurio de Miraflores de lo analógico a lo digital, de tecnologías despóticas a democráticas en las que lo pusieron a gorjear, no es más que una habilidosa operación de marketing electoral piloteada por asesores de imagen que buscan paliar el cansancio nacional por el militar camorrista, fabricándole un tardío perfil digital de demócrata à la mode. Estrategia equivocada a cuya brevedad pudiéramos apostar porque Twitter, hijo de la democrática Internet, abre una importante rendija para el retorno de mensajes al remitente; el día que Chávez se entere de su nivel de hostilidad volverá a desenvainar la espada y a sus usuales barritos radiotelevisivos.
Esta grotesca visión de un tiranosaurio twiteando no se agota empero en anécdota.

Circulan pruebas de que el cubanizado régimen ya aplica censura previa a contenidos de la red, hoy de manera incipiente, mañana tal vez masiva. Los 200 empleados (¡una enormidad!) que hoy leen mensajes a "chavezcandanga" pudieran ser la vanguardia de aquellas kafkianas oficinas, modelo chino/iraní, que bloquean miles de sitios al mes y encarcelan disidentes.

Hay indicios de que el régimen, enfermo de incomunicabilidad, pudiera aplicar a lo digital la misma política devastadora que usó contra medios tradicionales no sumisos, y acallar voces disidentes para posicionar la propia.
 
En lo analógico ya fracasó estruendosamente: sus cientos de millones de dólares anuales para saturar lo audiovisual con 7 canales de televisión, centenares de radios AM, FM y comunitarias del régimen, periódicos y sitios Internet, a lo que cabe añadir los 200.000 minutos de alocución chavista y sus más de 2.000 cadenas, financian un gigantesco fracaso comunicacional en un vacío de calidad y credibilidad, con índices de sintonía y lectoría que oscilan entre 0,5% y 4%.

¿Se atreverá el régimen a repetir su descalabrada estrategia en el menos controlable ámbito digital? Pese a los esfuerzos del procónsul del castrismo en Venezuela, esto no es Cuba; un par de millones de Yoani criollos lo esperarían en la esquina.

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