Bienvenidos
- Iván Ballesteros
- Caracas, Dtto. Capital, Venezuela
- La participación de los oyentes y las denuncias forman el plato fuerte de PLOMO PAREJO. Conducido por el polémico Iván Ballesteros que se caracteriza por descubrir, analizar y difundir temas que conmocionan el acontecer político a través del contacto con sus protagonistas. Sus secciones ya son todo un éxito: “Plomo y Candela” con Ballesteros y la periodista Patricia Poleo, “Misión Imposible”, "El Jalabolas", "Qué hace Chávez con el dinero de los pobres" han dado mucho de qué hablar.
Frases de dictadura.
Programa Plomo Parejo íntegro del día 03/04/2014
E-mail: plomoparejo@rcr.com.ve
jueves, 13 de mayo de 2010
La juez Afiuni: Una come votos
Uno de los casos donde los costos políticos superan abiertamente a un hipotético provecho, es el de la prisión de la juez María Lourdes Afiuni Mora.
Pudiera pensarse que el interés del alto gobierno no era castigar como tal a una persona determinada, sino ejemplarizar con el castigo, con la única finalidad de cohibir a quienes pudieran desobedecer alguna orden emanada de la fuente máxima del poder.
Pero cuando nos vamos a los efectos producidos y a la causa que engendra la desobediencia, nos encontramos frente a errores sumamente graves, cometidos en presencia de estados de ánimo que no se contienen o que no existe la asesoría correspondiente que haga viable un camino diferente al tomado.
¿Cuál es el origen de este proceso que concluye con el suplicio de la doctora Afiuni? Según lo que hemos conocido, todo arranca desde la aprobación por Cadivi de 27 millones de dólares a una empresa llamada Microstar, para que trajera equipos de computación y no los trajo.
Pero no es Eligio Cedeño el actor principal del caso, cuya libertad ordenada por la juez, produjo los hechos reseñados, que según conocedores del asunto, presuntamente, aportó los fondos necesarios para la evasión de Ramo Verde de Carlos Ortega y esto lo colocaba como cooperador de la oposición. Eso trae consecuencias lógicas y no vamos a criticarlas ni a apoyarlas. Son realidades de la lucha política que tiene sus riesgos. El actor principal del drama se llama Gustavo Arraiz, con enemigos sumamente poderosos, pero grandes amigos hacía poco tiempo, presidente de Microstar, la empresa que solicitó la intermediación del banco de Eligio Cedeño y de paso un crédito de dos mil millones de bolívares de los antiguos, una pequeña parte del monto. Como Microstar recibió los 27 millones de dólares y no trajo los equipos, se acusó a Gustavo Arraiz de los delitos derivados de tal comportamiento y a Eligio Cedeño como cooperador en los delitos.
En mi lógica simple no encuentro una relación real con la presunta estafa. El banco como todos los bancos y entes dedicados a la actividad financiera, no tienen nada que ver con la autorización de divisas, que es una exclusividad de Cadivi. Ellos simplemente envían los documentos, Cadivi aprueba y ellos entregan el dinero que les autorizó Cadivi. Si alguien no trajo lo que debería traer es un problema exclusivamente de esa persona y de los funcionarios que aceptaron las facturas y el aval del ingreso de lo presuntamente comprado, pero no ingresado al país. ¿Qué tiene que ver el banco con eso? Si alguien lo sabe que me lo diga. Por eso Eligio Cedeño llevaba más de 2 años preso y no había manera que lo juzgaran en libertad como está establecido en las leyes de la República Bolivariana de Venezuela. Eso es inexplicable y es lo que vimos y leímos a través de los diferentes medios de comunicación social. Esto no le conviene al presidente Hugo Chávez ni mucho menos al poder judicial, pero no hubo forma de poner a este hombre en la calle.
Por alguna razón que desconozco, el señor Eligio Cedeño es llevado ante la Juez María Lourdes Afiuni. Los fiscales del Ministerio Público no se presentan y los abogados del procesado solicitan el juzgamiento en libertad. La juez concede esta petición y sueltan a Cedeño. De inmediato arrestan a la juez y la llevan a un organismo policial y a los pocos días la trasladan a la cárcel de mujeres de Los Teques en unas condiciones que atentan contra su dignidad y decoro, exponiéndola a la agresión física de personas castigadas por ella.
La juez estaba en todo su derecho de otorgar la solicitud de Cedeño sin la presencia del fiscal o los fiscales. Era su potestad en el ejercicio del cargo de juez. Si recibió grandes sumas de dinero, no existe el menor indicio de esto, aunque parezca absurdo. Nadie puede ser juzgado por presunciones ilógicas, por no existir nada en que apoyarse sino por que si se atrevió a otorgar un beneficio que estaba vedado para esa persona, debe ser demolida para que nadie más ose pasar la raya. Este criterio mata a la justicia y engendra inseguridad jurídica, que es un aditivo mortal para la convivencia en cualquier nación. La justicia para mí, es lo máximo, es todo. Lo demás viene por inercia, pero la justicia no. La justicia es el norte de cualquier pueblo, por ellos quienes la administran deben ser los mejores y más íntegros personajes del entorno que convive en el mundo de las leyes y no es que un juez no se equivoque, sino que existen instancias correctoras de criterios equivocados y todo se subsana en esos niveles hasta llegar a la cúspide donde todo debe terminar.
La juez María Lourdes Afiuni ha sido mostrada al público esposada y custodiada como a un delincuente de alta peligrosidad, en muchas ocasiones. Cada vez que aparece, como por arte de magia, desaparecen afectos al presidente, del que estoy seguro no ha ordenado ni nada tiene que ver con tal torpeza comunicacional. Es posible que siembren miedo, pero igualmente siembran odio y esto es como los granos sembrados en tierra fértil. No continúen haciéndole daño al presidente. Con amigos así no requiere enemigos. ¡Buenas noches!
Escrito por Daniel Betancourt Gacel
jueves, 13 de mayo de 2010
NUEVA PRENSA DE GUAYANA
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