Bienvenidos

Mi foto
Caracas, Dtto. Capital, Venezuela
La participación de los oyentes y las denuncias forman el plato fuerte de PLOMO PAREJO. Conducido por el polémico Iván Ballesteros que se caracteriza por descubrir, analizar y difundir temas que conmocionan el acontecer político a través del contacto con sus protagonistas. Sus secciones ya son todo un éxito: “Plomo y Candela” con Ballesteros y la periodista Patricia Poleo, “Misión Imposible”, "El Jalabolas", "Qué hace Chávez con el dinero de los pobres" han dado mucho de qué hablar.

Frases de dictadura.

Frases de dictadura.
"Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es el más sagrado de los derechos y el más indispensable de los deberes”. Marqués de Lafayette.

Programa Plomo Parejo íntegro del día 03/04/2014

domingo, 2 de mayo de 2010

El marxismo nacional socialista tropical visto desde lejos. Y ¿qué hacer con él?






Una Tribuna para voces del decoro

Publicado el 01.05.2010 18:23
Por Miguel A. Schön Ibarra











El pasado 19 de abril, hace hoy algo más de una semana, hubo en Caracas un aparatoso y costoso desfile cívico militar nacional socialista; uno que tuvo todos los visos de los que con tanto entusiasmo aplaudían las muchedumbres nacional socialistas de la Alemania nazi de los años 30 y 40 del Siglo XX. En el evento caraqueño participaron, armados hasta los dientes los miembros de las tropas patrias luciendo sus altos jefes más medallas que los altares de santos milagrosos; maniobraron bandadas de multipintos saltimbanquis; se vio mucha escopeta, mucho armatoste de guerra; se oyeron muchos tambores y trompetas; ondearon flameantes banderas; y se vio a una cuadrilla trajeada a la usanza de húsares de la guardia vistiendo dormán rojo decorado con botones y adornos blancos, pantalones también rojos con guarniciones laterales en franja blanca, inmenso y peludo morrión rojo con escudo y gran pluma celeste blanca en la cimera, fajas blancas con bellotas rojas, guantes rojos, y, botas, bragas íntimas, y calcetines que no estuvieron a mi vista pero que es de suponerse eran también muy rojo rojitos. Todo este aparatoso despliegue fue llevado a cabo con el atavío visual y sonoro con que se decora a estas multitudinarias y militarezcas manifestaciones de imbecilidad. De lo militarezco decía Alberto Einstein que “el que un hombre pueda sentir placer de marchar en formación a los compases de una banda, es suficiente para que lo desprecie; tiene cerebro por equivocación, no necesita más que su espinazo.”

En el antes dicho desfile cívico soldadesco nacional socialista, brilló por su bufonería, habladuría, patanería, petulancia, y pugnacidad, un pechiparado y ventripotente adefecio que trajeado de rojo gorrín, calzas verde y chaqueta cetrina ornada con chapas aladas y una doble fila de botones blancos, desde una tarima arengaba a los espectadores y a los desfilantes. Estaba este así trajeado sujeto acompañado por toda suerte de pedigüeños y sigüies nacionales e internacionales, y se daba aires de tener a Papa Dios agarrado por la chiva. Los aspavientos de este abombado y bombástico sujeto me trajeron a la mente la imagen que a fines del Siglo XIX describió el avieso elucubrador alemán, Carlitos Marx, cuando desde Londres amenazadoramente anunciaba que un fantasma revoloteaba sobre Europa poniendo en espanto a todos los poderes del Viejo Mundo.

Si mis paisanos miran hoy día a sus cielos ¿Qué ven allá arriba: un avión, un zamuro, un arcángel del Señor, Dios mismo, Superman? ¡Nó! Al pechiparado y ventripotente de aceituna y grana embojotado esperpento que como un mal amarrado globo, y mientras da tumbos por los aires, suelta ruidosos vientos por huecos que súbitamente se le abren en medio de las mal sujetas amarras que incompetentemente sujetan su infladísima anatomía y descomunal ego. Los vapores que le salen son pestíferos efluvios que envenenan de muerte a los infelices que se exponen a esas muy ruidosas aéreo esparcidas flatulencias: ¡Patria socialista o muerte; qué mueran los apátridas, los escualidos, los oligarcas y el Imperio Yanki; todos manos a la obra para hacer gallineros verticales y regar los sembradíos a punta’e gotero; a bañarse con totuma y poquita agua; a comer arepas socialistas y alumbrarse con velas; a mascar coca para ser inteligentes y valientes; sin mí no hay redención ni salvación, a las armas en defensa de mi revoltillo bolivarusco nacional socialista! Y así, infladísimo, todo empavesado de rojo y verde, entre aleteo y aleteo, ventosidades y ventosidades, entrando en mal dirigidas picadas, acometiendo peor guiados ascensos, y haciendo mil maromas y mojigaterías, mientras revolotea por los cielos amenazando y amenazando, insultando e insultando, es como una versión tropical de la fantasmagoría volante de la que hablaba el Carlitos; y, lo que es peor aún, demuestra ser una horrible réplica del nefasto cabo austriaco de los bigotitos que no ha mucho por poco acaba con el mundo para satisfacer sus ambiciones de mando y delirios nacional socialistas.

Al desaforado avechuco del Viejo Mundo lo sacaron los europeos de sus cielos con muchos penosos esfuerzos; ejemplo: el mayúsculo puntapié propinado a fines del Siglo XX a la llamada República Democrática Alemana. Y el Mundo entero se unió para con enorme costo de vidas acabar con el criminal cabo nacional socialista austriaco, y sus ambiciones hegemónicas y vindicativas. El antes dicho mal amarrado escandaloso y paranoico rojiverde fuehrer tropical no merece mejor destino. ¡Alfilerazos con él para desinflarlo, carbón activado para neutralizar los hedores que después de agujereado dejen sus ventosidades en el aire, y a cozes mandar, a este ridículo y purpúreo espantajo con ambiciones y despropósitos nacional socialistas –junto con todos sus muy bien pagados y multi decorados señores generales y almirantes, con la multitud de los vaporcitos, carromatos, y aeroplanos de guerra que este ventoso y de seso escuálido líder ha comprado, y con sus pandillas de asalariados danzarines, desvergonzados mendicantes y sigüies nacionales e internacionales, mercenarias brigadas de nativos en guayucos y balandranes rojos armados de flechas y arcos, con sus anacrónicamente absurdos húsares rojos, santoral y estatuas de malandrines y criminales, misiones y “misioneros” babalaos, y tantos otros maleantes- ¡muy largo y a punta de votos al paradisíaco mar de felicidad de la que fue La Perla del Caribe!

Unos días antes del grotesco espectáculo nacional socialista arriba comentado, un joven venezolano murió durante los ensayos de ese pecuniariamente costoso y ridículo circo neroniano al saltar de un avión y no abrírsele el nacional socilisticamente mal emparejado paracaídas que debía haberlo ayudado a descender por los aires para admiración y placer de todos los espectadores que boquiabiertos se maravillarían de ver la potencia y destreza voladora de la fuerza armada nacional que se espera defienda a nuestra nación de un ataque por parte del Imperio Yanki; pero el aparejo paracaidístico, muy nacional socialisticamente mal aparejado, no funcionó y nuestro joven compatriota murió muy nacional socialisticamente al violentamente dar contra la hoy nacional socializada tierra que lo vio nacer. Y me pregunto: ¿Es qué valía la pena el arriesgar, y mucho menos hacer perder la vida de nadie para satisfacer la roja paranoia del Mandón y sus obsesos acólitos y aduladores? Para este desaforado y para esos imbéciles, ni la vida de los venezolanos, ni la de nadie, parece valer más que la de una cucaracha.

¡Patria socialista o muerte, venceremos, y adelante con los faroles que la gran fiesta nacional socialista está prendida!

Miguel A. Schön Ibarra
Baltimore, Maryland, EUA
mschoen@verizon.net

No hay comentarios:

Para ver entradas antiguas:

Para ver entradas antiguas: