El 1º de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajo. En muchos países se realizan grandes desfiles o manifestaciones de organizaciones laborales y de trabajadores independientes, en los que se declaman encendidos discursos cuyo tema principal es la situación laboral de un grupo específico o del país. En algunas naciones la celebración oficial del 1º de mayo sirve como “termómetro” para medir la relación entre las organizaciones laborales y el gobierno, según el poder de convocatoria que tenga el Estado. Pero, esta conmemoración tiene su origen en un episodio de la historia laboral norteamericana.
El primero de mayo de 1886, Albert Parsons, líder de la organización laboral “Caballeros del Trabajo de Chicago”, dirigió una manifestación de 80 mil trabajadores a través de las calles de Chicago, solicitando la reducción del horario laboral a ocho horas diarias. En los siguientes días se unieron a esta demanda 350 mil trabajadores de toda la Unión Americana, que iniciaron una huelga nacional que afectó más de mil fábricas. La unión de los trabajadores causó mucha alarma pues vieron en las manifestaciones el inicio de una “revolución”.
Los anarquistas y otros radicales políticos creían que la petición de reducción de jornada era una medida moderada y en un principio no quisieron involucrarse, pero el nivel de convocatoria que logró Albert Parsons convenció a los anarquistas de integrarse al movimiento. El 3 de mayo August Spies, director de un periódico laborista, habló ante 6 mil trabajadores. El grupo de huelguistas se dirigió después a una fábrica cercana, la planta McCormick, a manifestarse. Pronto llegó la policía, abrió fuego y mató por lo menos a un huelguista, hiriendo a muchos más.
El día “1 de Mayo”, al pasar de los años, fue secuestrado y convertido en símbolo de la izquierda internacional, como icono de algo que ocurrió dentro de este gran país, para ser usado en su contra.
El comunismo internacional, al igual que el nazismo y el fascismo, es un apasionado de la simbología, en una forma de casi culto. Tal como los nazis amaban una esvástica, los comunistas veneran una figura del “che” o una hoz y un martillo.
Este “1 de Mayo” de 2010, en los Estados Unidos, en diferentes ciudades, se celebraron convocatorias para solicitar a las autoridades la revisión de la ley y las políticas inmigratorias, bueno, así debería haber sido, sin embargo en la de Miami (que fue la que vimos en vivo), percibimos otras intenciones.
1.- Pudimos ver a algunos compatriotas venezolanos, políticos por cierto, que tal vez con la mejor intención pero con una inaudita ignorancia, apoyaron esta jornada que de haber podido ser histórica, sin lugar a dudas fue convertida en una jornada política, tendiente a la extrema izquierda, intolerante y donde se le falto el respeto a muchos. Quien escribe es ciudadano Americano, y fui a apoyar las peticiones de todos nuestros hermanos que tienen dificultades serias de status legal en el país, pero bajo ningún concepto puedo aceptar insultos a nuestras autoridades, penetración comunista evidente y el grado de ignorancia tenaz manifestado ayer por algunos al apoyar este exabrupto doctrinario. Se nota que no conocen como articula el comunismo sus armas.
2.- Vimos como el maestro de ceremonias repetía de forma incansable (casi como una letanía) las frases adoctrinadoras e incluso ofensivas hacia los senadores de nuestro estado de la Florida, el Senador Nelson y el Senador Le Meaux, elegidos por el pueblo de forma constitucional y legitima, por no estar presentes en el acto. No es por disculparlos, porque a decir verdad son los representantes del pueblo que los eligió, pero Florida es un estado inmenso, y este cronista tiene la certeza de que nuestros Senadores y Representantes si están trabajando por nuestra comunidad… No se a usted que me lee, pero a mi si me responden los emailes y cartas que envío preguntando, requiriendo, solicitando, etc. etc. Este país es de libertades, pero también de respeto.
3.- Decidimos retirarnos del evento en el Down Town de Miami y no apoyar con nuestra presencia como comunicadores ni como activistas por la democracia, la libertad y la justicia, cuando vimos individuos identificados con camisetas rojas y algunas camisetas con la figura emblemática del gran asesino “che” Guevara, repartiendo volantes incitando a una revolución para la “liberación de los ciudadanos afroamericanos y a tomar el camino hacia el poder de los trabajadores”. Convertir un reclamo legitimo como es la reforma a las leyes de inmigración en una ocasión de ideologización perniciosa, es precisamente contra lo que reaccionamos y luchamos. Véalo usted mismo(a) en el panfleto adjunto.
Sentimos que la segregación de los que dicen ser segregados propone crear enemistades mas que unión; Falso… Esta nación dio un ejemplo de integración multirracial y cultural al elegir en las urnas a un presidente de origen afroamericano, el presidente Barak Obama.
Que decir de nuestros compatriotas venezolanos presentes… Quien otorgue un espaldarazo a este tipo de jornadas cargadas de ansias de destrucción moral de USA, dejando espacios para que la menor de las dudas pueda generar una situación como la que hoy devasta nuestro país (Venezuela), es simplemente un(a) cómplice.
El día que se me otorgó la ciudadanía Americana, yo juré defender y respetar a esta patria grande y amorosa que me permite re-hacerme ante la cruda realidad que he tenido que vivir en “mis países” de origen, y exigir respeto a este país que nos da de comer y nos da seguridad. El mismo respeto que exijo y por el que lucho día a día para mi Venezuela, en contra del comunismo atorrante que nos convirtió en diáspora (para algunos) inservible.
Hacer patria no es ir a cuanta cosa se invente con tal de aparecer en una foto y cobrar esos dividendos politos. Hacer Patria es organizar eventos y jornadas útiles, donde nos ganemos simpatías, no enemistades o animadversiones. Hacer Patria es convertirnos en influyentes, y donde nos ganemos la buena voluntad y adhesión de personas deseosas de poner un grano de arena que nos ayude a construir al final del camino la playa segura donde debemos llegar. No se hace Patria en una mesa de tres individuos comisionando a fantasmas…
Ya usted que me lee sabe lo que pasa cuando se escupe al cielo.
Seguimos de pie y de frente.
Paul Sfeir.-
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