El desprecio del gobierno por las aspiraciones de los venezolanos se manifestó brutalmente el 12 de abril de 2010, cuando se instalaron las llamadas guerrillas comunicacionales en 3 liceos de Caracas, por orden del presidente Chávez y bajo la dirección de la nueva ministra de información y comunicación, Tania Díaz, en una operación que el gobierno llama “Trueno comunicacional”, en presencia del Ministro de Educación, Héctor Navarro, y de la Jefa de gobierno del Distrito Capital, Jaqueline Faría.
Es obvio que lo que se está haciendo no es estar al servicio de la población, del pueblo, de los alumnos de los liceos, sino exactamente lo contrario. El gobierno está usando los liceos y los alumnos como instrumentos de propaganda política al servicio del presidente. Los liceos de nuestro país no necesitan “guerrilleros comunicacionales”. Requieren urgentemente suficientes y buenos profesores, mejoras en dotación y planta física y reformas curriculares que se adapten a las motivaciones y necesidades de los alumnos jóvenes y adolescentes.
El término “guerrilla” es expresión de violencia simbólica, contraria a los valores de paz, y convivencia social establecidos en la Constitución y en la Ley Orgánica de Educación (LOE) vigente.
Los liceos no pueden ser lugares para el proselitismo político y los alumnos no pueden ser activistas partidistas y mucho menos trabajar para el del partido de gobierno. Está expresamente prohibido por la LOPNA y por los artículos 10 y 12 de la LOE.
Ninguna madre, ningún padre, nadie quiere que sus hijos, sobrinos o conocidos, estudiando en un liceo o no, sean guerrilleros. Los liceos son para el bien de los alumnos. Para que los profesores aporten sus conocimientos y su maestría profesional para logar que los alumnos aprendan y se apropien de los conocimientos y los valores que la sociedad ha establecido en los planes y programas del currículo oficial como mandato obligatorio y exclusivo.
Uniformar de verde guerrillero a menores de edad para gritar consignas partidistas y obedecer líneas de un partido político, en este caso el PSUV, es una falta mayor a toda ética. Es uno de los intolerables universales. No existe ninguna justificación y el hecho debe ser repudiado por todos, en primer lugar por los intelectuales, favorables o no al oficialismo, responsables de los partidos políticos y todos los ciudadanos que se sientan indignados por la brutalidad que representa un acto de evidente violencia simbólica, antiético e ilegal.
Los abajo firmantes exigimos que se detenga de inmediato esta arbitrariedad y esta manipulación de menores que está prohibida por la legislación venezolana y atenta contra los principios éticos y los valores ciudadanos fundamentales.
Mariano Herrera
1 comentario:
Comandante Ballesteros con lo que he visto sobre la guerrilla comunicacional mi abuelo y mi tio estarian decepcionados si estuviesen vivos uno mi abuelo Manuel Rojas y el otro mi tio Manuel Antonio Rojas capitan de navio quien defendio a Venezuela durante los años 60 de la invasion cubana Jose Rojas
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