Bienvenidos
- Iván Ballesteros
- Caracas, Dtto. Capital, Venezuela
- La participación de los oyentes y las denuncias forman el plato fuerte de PLOMO PAREJO. Conducido por el polémico Iván Ballesteros que se caracteriza por descubrir, analizar y difundir temas que conmocionan el acontecer político a través del contacto con sus protagonistas. Sus secciones ya son todo un éxito: “Plomo y Candela” con Ballesteros y la periodista Patricia Poleo, “Misión Imposible”, "El Jalabolas", "Qué hace Chávez con el dinero de los pobres" han dado mucho de qué hablar.
Frases de dictadura.
Programa Plomo Parejo íntegro del día 03/04/2014
E-mail: plomoparejo@rcr.com.ve
viernes, 16 de abril de 2010
¡Expropiar o chantajear!
Este gobierno es de la familia de los cucúlidos. Un ave europea que le encanta tomar los nidos que otros han construido. Desde el fondo del bosque esperan que las aves que vuelan desde el sur de China, hagan unas buenas moradas con abundante palma. Después del gran sacrificio de los pájaros migratorios, aparecen los cómodos correcaminos a tomar por asalto el trabajo que otros realizaron. En un abrir y cerrar de ojos expulsan de sus moradas a los legítimos dueños dejándolos a la intemperie.
La administración de Hugo Chávez practica la misma filosofía. Como es incapaz de hacer algo productivo roba descaradamente el esfuerzo de otros. Se apropia indebidamente del éxito empresarial, para tratar de sustraer de las venas de la libre empresa todo aquello que construye desarrollo. Para la revolución podrida es más fácil tomar por asalto el sacrificio de los demás, el trabajo sostenido de toda una vida; que servir como eje de proyectos que se sustenten en la realidad. Todos sus resultados son tan mediocres que robar las ideas ajenas, tal como lo hacían los espías soviéticos con algún producto norteamericano, son de sus características más preponderantes. Una demostración de ello, fue la muy reciente, expropiación de la cadena Éxito. Al no poder lograr levantarla recurrieron a asociarse con el capital francés dueño de la corporación. Al final sólo le cambiaron el nombre y colocaron algunos productos de cooperativas, para decir que el socialismo construye patria. Toda una pantomima para hacernos creer que son eficaces. Como sus programas son un rotundo fracaso optan por sustraer lo que sí funciona, para colocarse el rótulo de buenos gerentes.
Ahora quieren acabar con la Zona Industrial I de Barquisimeto, irrespetando normas y leyes que se sostienen hasta en el sentido común. Construir viviendas en áreas de tráfico pesado es un riesgo tremendo. Si logran hacer complejos habitacionales, tendrán que construir escuelas y ambulatorios. Con un peligro mayúsculo de sufrir contaminaciones químicas. Todo para complacer al magnate de Miraflores y sus gustos por destruirlo todo.
En once años no han podido hacer ni la ruta de la empanada. Todos sus proyectos mueren en la lengua mordaz del abominable hombre de Miraflores. Su revolución son pucheros de saliva que sirven para ensalzar a los ancianos momificados de La Habana, quienes vegetan con las dadivas oficiales. Allá tampoco son exitosos en programas de índole económica. Al principio se atragantaron despojando las firmas estadounidenses, en más de cincuenta años no pudieron construir ni un modesto mercado. Los hoteles fueron negociados con los españoles, su medicina necesitó de importaciones holandesas y japonesas para poder tener equipos decentes. Es tan dramática la situación que muchos de los miles de cubanos que están aquí, sustrayéndoles el trabajo a los venezolanos, no conocían lo que era un simple celular o un modesto DVD. Algunas fisioterapeutas antillanas, que han hecho amistad con nosotros, nos confesaban que allá no tenían ni para comprar un par de pantaletas de mediana calidad. Que sus mercados solo exhiben hambre y miseria.
Aquí, los cucúlidos del Gobierno optan por quitar lo que no les pertenece. Todo lo exitoso lo requieren para desangrarlo con sus ideas congeladas en el tiempo. Se lamen el sudor de la frente del hombre trabajador, para expropiarles hasta los sueños. Como odian la propiedad privada y buscan ocultar los logros del capitalismo, trajeron de la legislación cubana la denominada propiedad social. Que no es otra cosa que la escueta experiencia mercantil del comunismo, en la búsqueda de salvarse de su muerte ante la historia de los pueblos.
Quizás, el correcaminos llanero seguirá robándose los nidos de aquellos que trabajan construyendo futuro. Otra característica del emplumado cucúlido es su tendencia a correr ante el peligro inminente, ya sabemos que cuando se presenta un imponderable sale despavorido hasta perderse en el matorral.
Alexander Cambero
alexandercambero@hotmail.com
twitter: alecambero
El Universal.
17/03/2010.
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