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Caracas, Dtto. Capital, Venezuela
La participación de los oyentes y las denuncias forman el plato fuerte de PLOMO PAREJO. Conducido por el polémico Iván Ballesteros que se caracteriza por descubrir, analizar y difundir temas que conmocionan el acontecer político a través del contacto con sus protagonistas. Sus secciones ya son todo un éxito: “Plomo y Candela” con Ballesteros y la periodista Patricia Poleo, “Misión Imposible”, "El Jalabolas", "Qué hace Chávez con el dinero de los pobres" han dado mucho de qué hablar.

Frases de dictadura.

Frases de dictadura.
"Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es el más sagrado de los derechos y el más indispensable de los deberes”. Marqués de Lafayette.

Programa Plomo Parejo íntegro del día 03/04/2014

jueves, 11 de marzo de 2010

Tres palabras "importadas"

Sesquipedalia


Las circunstancias nacional y regional parecieran haberse complicado tanto que, si uno tratara de definirlas, tendría de necesidad que apelar a palabras poco usuales. A eso, dedicaré las líneas de hoy.

Comencemos con una francesa derivada del teatro: "Grand Guignol". Un término que se originó en obras teatrales aptas para niños y hoy se reserva para designar a los espectáculos sensacionalmente horrorosos, gratuitamente violentos. "Guignol" es el nombre de una marioneta, la más popular desde el siglo XVIII en Francia; su nombre deviene de guigner, "picar el ojo", "guiñar". Guignol era un personaje mercurial que frecuentemente apelaba a los golpes para resolver sus problemas. Los papás llevaban a sus niños al teatro para ver las comedias de estilizada violencia que protagonizaba ese personaje. Pero, con el tiempo, apareció en Montmartre otro teatro -éste dedicado a presentar sainetes también llenos de violencia, pero dedicados a público adulto- llamado "Grand Guignol". Eso de asustar a la audiencia resultó très profitable porque el teatro se lo pasaba lleno, incluida gente de la Haute Société. De ahí a que el nombre pasase a ser sinónimo de violencia gratuita no hubo sino un paso.

Y todavía llena las salas, ahora de cine. A comienzos de los ochenta proliferaron las películas de este género. Recuerdo una en la que un psicótico mató a medio pueblo en Texas con una sierra mecánica. El inconveniente con ese tipo de películas es que hay que parar la proyección dos o tres veces para limpiar la pantalla del sangrero que había salpicado y dificulta la visión.

Lo que abunda en Venezuela hoy es ese tipo de drama: muertos a granel por la incuria de un régimen que pareciera necesitar llevar a la nación a su nivel más salvaje y depauperado porque es la única forma de mantenerse medrando, aprovechando indebidamente la riqueza nacional. Para el pueblo que dicen amar tanto, proveen retallones de Mercal junto con barbarie dosificada. Por aquello de "pan y circo". Otra palabra, ésta importada de Rusia, es "desinformación". Que no es sino una clase de propaganda especializada que busca manipular a la opinión pública a través de la diseminación de cierto tipo de informaciones. Los más notorios utilizadores de esa técnica fueron los soviéticos, quienes a través del departamento de Dezinformatsiya de la KGB, se aseguraban de que las mentiras que necesitaban que llegasen a todas partes del mundo mediante la utilización de los medios de comunicación y las agencias de noticias de gobiernos afines parecieran verdades fácilmente digeribles por el público grueso.

Es simple desinformación lo que -buenos alumnos del estalinismo- nos proveen los rojos-rojitos diariamente. Ayer, una de las noticias reseñaba que el chofer de bus devenido en canciller exigía que Colombia no siguiera con las faltas de respeto hacia Venezuela. íSi es todo lo contrario! Si alguien ha tenido comedimiento, mesura y paciencia con las grotescas expresiones del Gran Descalificador, es Colombia. El primer gesto de falta de respeto contra nuestros vecinos fue aquellas expresiones, en la Asamblea Nacional y con la banda tricolor puesta (o sea, más oficial no podía ser el acto), donde Elke Tekonté explicaba que Venezuela limitaba al Oeste con las FARC, y que a éstas debería concedérsele el status de beligerantes. íA unos asesinos, secuestradores y traficantes de droga!.

Ahora, con la complicidad de Moratinos -øcuánto nos irá a costar a los venezolanos esa confabulación?-, resulta que somos unos paladines en la lucha contra los terroristas de ETA. íSi el Poder Central los tiene enchufados en la nómina! Y la culpa de los apagones lo tienen los gobiernos anteriores. íSi el régimen ya tiene más de dos gobiernos, si ya sobrepasó el equivalente de dos períodos de la "Cuarta"! Descarados es lo que son...

Y la palabra final es: "internecino". Que, aunque de vieja prosapia latina, todavía no está en el Diccionario de la RAE pero que es muy útil. Deviene de: internecinus, "luchado hasta la muerte", "devastador". El verbo internecare implica "matarse entre sí quienes pertenecen a una misma sociedad". Se conforma la palabra por la unión de nex, "muerte violenta", con el prefijo inter. Este tiene el mismo problema que in, que a veces significa "en", como en "encarcelar" (lo que debería hacerse con los que ordeñan a la "res pública"), y otras veces implica "no", como en "insensato" -o sea, como un Eduardo Samán cualquiera. Inter a veces significa "entre", como en "intercalar"; y otras, implica la completitud de una acción, que es el caso con la palabra analizada; "hasta la muerte". Modernamente, sin embargo "internecino" tiende a significar "mutualmente destructivo entre personas de una misma tendencia".

El mejor ejemplo que se me ocurre es lo que pasó en Valencia el domingo pasado. Gente que debía dejar de lado las apetencias personales para asegurarle a Venezuela la llegada a la Asamblea de gente capaz y bien intencionada para que reemplace a los aplaudidores, prefirió mantenerse en su tozudez y liarse a los golpes. Vergonzoso, sin importar quién originó el bochornoso espectáculo. Regresamos a la política de los Celli en los ochentas, con heridos y todo...

Humberto Seijas Pittaluga
www.notitarde.com

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