Los refranes comúnmente expresan el saber popular. El origen panegírico de éste, nace basado en los leñadores, que se dedican al rudo trabajo de tumbar árboles. Ellos tenían una “técnica” que consistía en clavar una cuña en la incipiente cortadura que habían hecho en un árbol para acelerar su caída y evitarse el tener que sonarle mas hachazos. Si la cuña era sacada de un tronco de la misma especie del árbol en cuestión, el trabajo de abatimiento se aceleraba.
Este refrán se refiere al grave defecto de algunos humanos de ser particularmente desalmados con personas de su entorno, familia o nacionalidad pero la culpa siempre será del hacha.
En verdad cuando se dice que no hay peor cuña que la del mismo palo, podemos entender el por qué un dictador tiene mas de cincuenta años echándole la culpa de los males de su país, al imperio. Pero, más lamentable aún, es que en otros países esté pasando lo mismo
Cierto día compartía con unos amigos -que indiferentemente de la posición que sean, nadie permitirá que se deteriore nuestra relación de amistad de tantos años-, comentábamos la posición equivocada de algunos mandatarios (no está demás decir lo que me divierto cuando se refieren al remachado imperio) y esta vez mi asombro fue mayor cuando uno de ellos brincó de su asiento, me llama aparte y me dice con cierto cuidado que el terremoto de Haití fue producido y provocado por los Estados Unidos!!!!. Por Dios, sentí en mi pecho una indignación y una desilusión tan grande pero silenciosa, de pensar que una persona de mi mayor estima y tan inteligente, haya sido adoctrinado de esa manera. Que la terrible situación por la cual atraviesa nuestro país, también es culpa del imperio, porque no nos permiten ser libres, por el capitalismo salvaje y muchos otros cuartos de sandeces más. ¡Que triste!
Cuando alguien va detrás de los ideales de otra persona, termina por parecerse a el. Dos lados de la misma medalla, dos fotografías del mismo rostro. Sistema injusto y opresor que practica la injusticia y roba al pueblo la fuente de la libertad.
Las cosas ocultas abren las puertas a Satanás. Hay gente que olvida que su mentira es a Dios. Afortunadamente ¡Dios siempre desenmascara! Somos muy aferrados a las cosas materiales y nos olvidamos que no podremos llevarnos nada. Pueblo débil que se deja deslumbrar por falsos profetas que se dedican a decir lo que a la gente le gusta oír. Hombres falsos egoístas y embusteros…
Que bueno que La palabra de Dios, es como una espada que va penetrando en lo más profundo del alma y pone al desnudo las patrañas, para desenmascarar esa falsa imagen de estos ídolos de barro de hoy y arrancarlos de raíz como a las malas hierbas para que podamos crecer libre de estorbos.
La oración! No la dejes nunca por nada. Ella da brillo a tus ojos, ardor a tu corazón, fuerza a tu voluntad. Persevera todos los días, sin desistir y Dios te escuchará.
Afectuosamente,
Imperfecto.
VINICIO GUERRERO MENDEZ
vinguerrero@hotmail.com
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