Hugo sin Internet

El Editorial

¿Una batalla perdida?
Hugo sin Internet


Veamos, de entrada, cómo se está moviendo el gobierno bolivariano en relación con los estrictos controles que pretende imponer en Internet. Por una parte, define raudo la función de Internet, y luego aclara, tajante, por boca del Presidente de la República, que "no puede ser una cosa libre donde se haga y se diga lo que sea". Es decir, el problema esencial consiste en restringir la libertad que existe en la red y levantar un muro de Berlín para controlar el tráfico de información democrática.

Es como escuchar en un sofisticado equipo de sonido las viejas tretas de la censura dictatorial del siglo pasado, pero que hoy deben enmascararse en nuevas formas y modelos, para filtrar o boicotear los canales de libertad que han aprendido a usar, masivamente, los integrantes de la sociedad civil y los partidos democráticos. De allí que a nadie le extrañe la esperpéntica orden del mandatario nacional en su discurso televisado del sábado: "Cada país tiene que poner sus reglas y normas en Internet". ¡Aleluya! Desde luego que los venezolanos ya saben quiénes son las focas que van a fabricar dócilmente las "reglas y normas para el Internet bolivariano". Pero también están totalmente seguros de que el general cubano que vino recientemente a Venezuela (apodado "charco de sangre" en la isla de Martí) tiene su mano metida en esta nueva poda de libertades que emprende el régimen militar, ya debilitado por la metástasis de la corrupción que se expande en su interior.

Bienvenida sea esta nueva prueba democrática y este reto civil rotundo, que nos coloca frente a un autoritarismo militar que ya tiene el sol en la espalda. Y le damos la bienvenida porque en este terreno la batalla la tiene perdida de antemano el Gobierno, no sólo porque generará la solidaridad de millones de usuarios de la red a favor de la democracia en Venezuela, sino porque la imagen de cartón viejo mojado por la lluvia que tiene el Presidente no podrá ser restaurada.

Le va a pasar lo mismo que al par de viejitos, cargados de años y de crímenes, de los hermanos Castro en Cuba, que por más que intentan bloquear a Internet y prohíben su uso libre (es el único país latinoamericano que lo hace), están perdiendo la batalla.

Desde luego, en Venezuela debemos estar muy atentos para reaccionar ante lo que es una vieja aspiración de este gobierno, no sólo con Internet sino con las emisoras de radio, la televisión, las revistas, los semanarios y los diarios nacionales y de provincia.

Buscan quebrarle su independencia de criterio y bloquean el flujo de los recursos económicos, elevan el precio del dólar para la importación de papel y los asedian con las intervenciones de los fiscales de impuestos.

De manera que el anuncio presidencial de una guerra contra los medios que operan en Internet es sólo una más de las que los bolivarianos llaman, idiota y militarmente, "batalla de las ideas".

La perderán igual por falta de ideas.

EL NACIONAL - Opinión
Lunes 15 de Marzo de 2010