La Mesa de la Unidad es sin duda un paso al frente para lograr candidatos unitarios y ganar en Septiembre la Asamblea Nacional. Si es por acuerdo patriótico o por plenaria, da lo mismo. Lo que importa es revertir contra el régimen la eliminación inconstitucional de la representación de las minorías. Es tal el desinflamiento del gobierno que esta reversión puede lograrse. Sin embargo, tanto el sector político representado en la Mesa como la Sociedad Democrática en su totalidad tienen que dar a conocer que van hacer ANTES y DESPUES del 26 de Septiembre ya que los antecedentes del C.N.E. no son ciertamente los mejores como todos sabemos.
ANTES DEL 26 DE SEPTIEMBRE, mejor desde ya, hay que exigir una auditoría confiable del REP para conocer si los electores son todos venezolanos y si están vivos. Habría que haber exigido en su momento que el bando orgánico electoral, llamado por ellos ley, no fuera aprobado pues violaba la Constitución, con protestas del pueblo en las calles y habría que haber aprovechado también el vencimiento del período de dos rectores para equilibrar con “presión de calle” la integración imparcial del C.N.E. Nada de esto se exigió oportunamente usando la presión popular. Pero seguramente sí se introdujo un recurso inútil ante el T.S.J. cuya presidenta declaró que no simpatiza con poderes independientes. Entre gallos y a media noche el régimen, que sabe que pierde si hay transparencia, se preparó para vencer a través del fraude pues para eso tienen el poder total. Después proclamará seguramente ante el mundo que no hay un país mas democrático que éste porque ha hecho tantas y tantas elecciones. Oscar Arias, ex-Presidente de Costa Rica, hizo unas extraordinarias declaraciones que invalidan totalmente esta falsa proclamación. Democracia es mucho más que hacer elecciones. Si la voluntad popular es burlada la frustración colectiva será proporcional a las expectativas de triunfo. ¡Cuidado con esto!
DESPUÉS DEL 26 DE SEPTIEMBRE, o mejor desde ya, Mesa y Sociedad Democrática tienen también que tener organizados a los electores que no militan en los partidos y a los que militan también para lanzarse a las calles de todo el país si celebrada las elecciones y proclamado el resultado se intentare desconocer el resultado real como ya ha sucedido en otras consultas convocadas por esta revolución. Lo que no puede ocurrir es que la Asamblea Nacional siga manejada por el Ejecutivo como le viene en gana y que unos supuestos Diputados, muy obedientes todos ellos, sigan intentando convertir en leyes de la República normas que son simples bandos militares impuestos no por su legitimidad y legalidad sino por el Imperio de la fuerza bruta de una Dictadura. Esto sería bochornoso.
Si no se quiere que esto ocurra organicémonos desde ahora para una protesta nacional pacifica, pero masiva y sin término, hasta que este Teniente renuncie y sus cubanos salgan corriendo o mejor volando para Cuba. Si lo hacía el 12 de Abril del 2002…
Dr. Valentín Arenas Amigó
Profesor de Instituciones
Políticas de la U.C.A.B.
Fax: 730-57-23
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