Jesús Arias asegura que en la operadora de bauxita están colapsados
Los trabajadores de la operadora de bauxita sobrellevan una crisis de vieja data que tiene características distintas al del resto de las empresas básicas, debido a los kilómetros de distancia que los separan de sus autoridades y las instancias de reclamo. Por ahora, uno de las mayores preocupaciones de quienes laboran en la mina de Bauxilum es el tema de la salud.
Jesús Arias, secretario de trabajo y reclamo del Sindicato de Trabajadores de CVG Bauxilum (Sintrabauxilum) , manifestó que las condiciones de la planta en seguridad laboral, salud y directrices están por el suelo.
Actualmente en el Hospital de Los Pijiguaos no hay traumatólogo, el quirófano está inactivo, el área de rayos X obsoleta y no hay reactivos para el laboratorio.
Un trabajador accidentado que requiera de una atención más especializada deberá viajar a unos 160 km para llegar a Caicara del Orinoco o a Puerto Ayacucho, a tres horas de distancia. O en su defecto acercarse a Ciudad Bolívar y a Puerto Ordaz a más de 500 km.
Arias indicó que en contraparte a la mala calidad del servicio, CVG Bauxilum es eficiente y puntual al descontar del sueldo de los empleados lo concerniente por HCM, seguro de vehículos, prestaciones sociales y caja de ahorro.
“Las clínicas y farmacias afiliadas dicen que CVG Bauxilum no les ha pagado, cuando llegamos a las clínicas siempre hay ese problema”, en consecuencia los trabajadores tienen el servicio suspendido.
La contratación de aseguradoras privadas es un dolor de cabeza de la fuerza laboral. Al igual que CVG Bauxilum, el resto de las empresas del aluminio -y en los últimos tiempos, del hierro, acero y hasta la Electrificació n del Caroní (Edelca)- cuentan como un “privilegio” acceder a una clínica sin ser visto como moroso.
Riesgo permanente
El dirigente expuso que las dotaciones para los empleados no existen, que faltan implementos de seguridad y que además las condiciones de transporte del recurso humano están deterioradas.
“El parque de autobuses de la empresa Bufalino, que nos lleva a la mina, al pie de cerro, a los centros de producción y que también cubre la ruta escolar está deteriorado, es un riesgo latente que tenemos en la empresa”.
De acuerdo al planteamiento de Arias, la industria no deposita en el fideicomiso desde hace 20 meses, al igual que la caja de ahorro.
Reclamó que el seguro de vehículos, que es descontado, también presenta fallas en la capacidad de respuestas.
La morosidad de Bauxilum alcanza al servicio funerario, agregó.
Sin metas de 2010
El directivo de Sintrabauxilum dijo que a estas alturas desconocen cuáles son las metas de producción para el 2010 y los programas de mantenimiento planificado y correctivo.
“Prácticamente estamos colapsados en la mina. No hay cauchos para los camiones roqueros, no hay lubricante, repuestos, rodamientos. Apenas tenemos un solo tractor operativo, una sola pala de dos, de tal manera que la producción está amenazada y no sabemos qué va a ocurrir”.
Exhortó al ministro de Industrias Básicas y Minería, Rodolfo Sanz, que le ordene al presidente de la fábrica, Jesús Calvo, que cumpla con los beneficios de los trabajadores.
“Ya que CVG Bauxilum ha comenzado a recibir dinero producto del tipo de cambio y la colocación de material a futuro, pues eso ha favorecido a la empresa de manera importante, por eso que le diga a los trabajadores para que no nos siga asfixiando”.
Arias explicó que en mejores épocas producían 27 mil toneladas de bauxita en un día y que actualmente están en un promedio de 15 mil por día.
Por ello exhortó a que se ejecute uno de los proyectos que implica reducir la distancia entre el frente de producción y el centro de trituración, y así llevar el proceso de 12 km a mucho menos de la mitad, pues de 11 camiones roqueros actualmente están operativo sólo dos.
▪ Clavel A. Rangel Jiménez
crangel@correodelca roni.com
Foto William Urdaneta/Archivo
lunes, 08 de marzo de 2010
El Correo de Caroní
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