ATres Manos
Miradas múltiples para el diálogo
La situación que se viene planteando en las universidades nacionales con motivo de los procesos electorales en curso constituye un elemento más de preocupación que se suma a la incertidumbre reinante, en ausencia de criterios claros y definidos en dicha materia, en el contexto de la política universitaria nacional. Diferentes elementos asociados a la disputa por y la confrontación de poder, desde el punto de vista político, la no reglamentació n del artículo 34 de la Ley Orgánica de Educación vigente y la negligencia burocrática, entre otros, posibilitan una dinámica tal, que hasta ahora la hipótesis de que el problema está en manos de Chávez luce como entera e indefectiblemente pertinente y válida.
Lo que ocurre actualmente en la UCLA configura un formato con un guión prescrito, extensivo a la Universidad Central de Venezuela, la Universidad de Oriente y las demás casas de estudios que siguen en la lista de elecciones de autoridades en este año.
En los casos de la UPEL, a finales de noviembre del año pasado, y más recientemente la UNA, el Tribunal Supremo de Justicia, mediante actuación de la Sala Electoral, ordenó la suspensión de las elecciones de las autoridades universitarias. La LOE prevé que el personal administrativo y obrero tiene derecho al voto y, por consiguiente, se estaba desconociendo la ley, al instrumentarse dicho proceso con base en la Ley de Universidades vigente y los reglamentos, en cada caso, pero al margen de la citada disposición. La sentencia se produjo como respuesta al "recurso contencioso electoral" que introdujo un grupo de trabajadores.
El cruce de la información, las declaraciones y los pronunciamientos de los diferentes sectores, ponen de manifiesto que, efectivamente, en el momento actual existe un vacío legal al respecto, por cuanto la citada Ley Orgánica de Educación no ha sido objeto del desarrollo reglamentario pautado, ni por parte de la Asamblea Nacional ni por iniciativa del despacho de educación universitaria. Obviamente, desde el punto de vista político, conspira contra tal propósito la inminente campaña electoral por la renovación del Parlamento, en primer lugar; y en segundo lugar, la paciente espera por la decisión definitiva del Tribunal Supremo de Justicia.
En respaldo a la hipótesis aquí señalada, vale recordar que, salvo el caso de las denominadas autónomas, todas las demás universidades del país son creadas por decreto presidencial, y en el caso de las que conquistaron el derecho de elegir a sus autoridades, la modificación respectiva del reglamento se instituyó por esta misma fórmula legal. Para nosotros, el caso de la UCLA es emblemático por cuanto fue la primera universidad que logró el estatuto democratizador. El presidente Chávez promulgó un decreto para concederle la autonomía, previa evaluación institucional, cuestión que no se concretó. Hoy, el cronograma electoral está ejecutándose y se preparan los recursos de impugnación para introducirlos ante el máximo tribunal.
Un aspecto a favor de la resolución del conflicto con la intervención del presidente Chávez está soportado por dos consideraciones adicionales: una, las autoridades universitarias expresan su disposición a aceptar la salida legal del problema por la vía del pronunciamiento respectivo: sentencia, decreto presidencial o resolución ministerial, en ausencia de la promulgación de la Ley de Educación Superior. Dos, la clarificación del caso, con las circunstancias conflictivas que lo rodean, en la versión más expedita, está representada por la intervención del presidente Chávez, ya instando al pronunciamiento del TSJ, ya dictando un decreto presidencial que ordene y precise específicamente lo electoral, sobre todo cuando fue del propio presidente Chávez de quien partió la iniciativa política de modificar la composición tradicional del claustro universitario.
En medio de la incertidumbre reinante, surge la duda de rigor: ¿estará el presidente Chávez al tanto de esta situación? En razón de lo cual se refuerza la conveniencia táctica del planteamiento político: colocar el problema directamente en sus manos. Es una expectativa de la comunidad de la UCLA.
ALEXIS J. GUERRA C.*
rlanz@cipost. org.ve
EL NACIONAL
Jueves 18 de Marzo de 2010
*UCLA/Barquisimeto
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