Que chisme sobre Rafael Marin

Señor Ballesteros:

He leído con estupor versiones aparecidas en su blog, seguramente originadas en los laboratorios del rencor de los cogollos partidistas, según las cuales un ciudadano como Rafael Marín, quien pudiera ser acusado más bien de antichavista radical por sus posiciones irreductibles desde hace once (11) años contra el régimen, que le han valido nueve (9) atentados contra su vida (el último de los cuales casi lo despacha de este mundo), dos (2) allanamientos a su casa violando su inmunidad parlamentaria, persecución y maltrato de su familia y acusaciones de golpista y hasta de magnicida, señalamientos todos que culminaron con un exilio obligado de cinco (5) años, es acusado de actuar como agente del régimen para dividir a la oposición.

Esto se podría creer de algunos jefes partidistas que durante todos estos años le han hecho el juego al régimen, obteniendo pingües ganancias a través de contratos otorgados a parientes cercanos.

Pareciera que estamos ante una manifestación más del síndrome del ladrón que habiéndole sustraído la cartera a un transeúnte, como maniobra distractora señala en dirección contraria, gritando: “Allá va el ladrón”. Quienes así actúan de manera artera e inmoral contra un venezolano íntegro como Rafael Marín, están al descubierto. Hay que buscarlos en las anquilosadas y corrompidas direcciones partidistas que se oponen a la renovación democrática y a la participación legítima y directa de las bases en la escogencia de sus candidatos a los cargos de representación popular a elegir en el venidero 2010 y a la presentación de la fórmula de la Alternativa Democrática en una sola plataforma unitaria mediante una Tarjeta Única. Son ellos los verdaderos destructores de la unidad.

¡Bravo Marín! ¡No arrugues! ¡Duro con ellos! ¡Vivan las elecciones primarias y la tarjeta única!

Saludos…