La Cuba de hoy bajo un paneo realizado por Mercedes Montero

El 1 de enero de 1959, Fidel Castro entraría en La Habana después de haber derrotado al dictador Fulgencio Batista. Quien en ese entonces fue visto como un héroe pronto se dejó ver la cara. La “revolución” desataría una serie de fusilamientos de seres cuyo único crimen era pensar diferente, ser católicos practicantes, querer vivir con estándares de país desarrollado, aspirar a la prosperidad y creer en la democracia. Son miles los mártires de la revolución, las víctimas del Ernesto “Che” Guevara, de los hermanos Castro y de sus seguidores más cercanos.

Lo que una vez fuera un país con una economía fuerte, que utilizaba tecnología de punta, bajo la economía comunista de Castro se transformó a lo largo de los años en un país en ruinas, para muestra está La Habana vieja cuya infraestructura (calles, casas, edificios, tuberías, etc) está en condiciones ruinosas, que en un país con gobiernos medianamente responsables hubieran sido calificadas de inhabitables, para luego ser derruidas.

Un país en el que se dan tarjetas de racionamiento y cualquier mínima diferencia por parte de un infeliz infractor es severamente penalizada. La falta de proteínas y vitaminas en la dieta de los cubanos estaba causando serias enfermedades en la población. En Cuba hay un solo periódico, dos estaciones de TV, no hay libertad de expresión, no hay libertad para circular libremente por el territorio que es de todos los cubanos, ya que a la Industria Turística de la Isla cárcel no le conviene que quienes llegan a visitar a un país precioso, se den cuenta del hambre que hay en la isla y que el cubano común no tiene acceso a ropa de calidad que sólo es accesible a quienes pueden entrar y salir del país por estar identificados con el sistema comunista o son miembros de delegaciones deportivas, músicos, alta jerarquía o tienen familiares en el extranjero que tienen acceso a divisas o compran en el mercado negro. Hay adoctrinamiento, pero no educación. Los salarios de los trabajadores son tan bajos que no pueden cubrir las necesidades de una familia.

Una profesión muy común entre las jóvenes es la prostitución, conocidas como “jineteras”, entre las cuales hay niñas que están estudiando secundaria. La gente tiene que negar su religión, hacer de su oración una práctica escondida, algo que ni siquiera se le dice a los hijos como medida de protección para la familia, porque entre otras cosas en cada barrio existe un comité revolucionario que tiene delatores de cuadra, y, ser delatado por la más simple de las razones puede implicar una confiscación o un encarcelamiento.

Cualquier disidencia es atacada, hay gangs que se encargan de golpear a quienes expresen opiniones contrarias al gobierno, o simplemente entran en sus miserables viviendas y destrozan lo que encuentran a su paso. Hay centenares de presos políticos, muchos de los cuales han fallecido protestando con huelga de hambre. Los prisioneros políticos son golpeados salvajemente, tal y como le sucedió al recluso Eddy Rodríguez Alvarez quien tuvo la mala suerte de que el 28 de septiembre 2009 fuera sorprendido tratando de fugarse de la prisión de Cerámica Roja. Su esposa relata “Me dejaron verlo por 15 minutos y pudimos conversar, tiene fracturas en la mano derecha, las piernas y las costillas. También muchos hematomas en todo el cuerpo y en su cara, está muy hinchado”. Ella está muy preocupada pues Eddy orina y defeca con sangre, y dice que ha sabido de casos en los que después de tal golpiza, la persona ha fallecido

De acuerdo con declaraciones de otros presos, Eddy era el cuarto reo que trataba de escapar, los tres anteriores lo lograron, él fue atrapado por los militares, quienes lo golpearon salvajemente hasta dejarlo desmayado.

Pero ¿debe extrañarnos que algo como esto suceda en la Cuba de Castro? La respuesta es NO. Quienes se enfrentan a un mar infestado de tiburones en unas balsas, o cualquier medio para salir del país que se transformó en un Infierno nos están pasando un mensaje claro, es preferible el riesgo de morir a vivir sin libertad bajo una dictadura sangrienta, en la cual el régimen considera que sus ciudadanos NO tienen derecho humano alguno. Lo peor es que ese régimen ya lleva 50 años en el poder y actualmente está tomando oxigeno con el financiamiento de Venezuela.


Mercedes Montero
mechemon99@yahoo.co.uk