Bienvenidos
- Iván Ballesteros
- Caracas, Dtto. Capital, Venezuela
- La participación de los oyentes y las denuncias forman el plato fuerte de PLOMO PAREJO. Conducido por el polémico Iván Ballesteros que se caracteriza por descubrir, analizar y difundir temas que conmocionan el acontecer político a través del contacto con sus protagonistas. Sus secciones ya son todo un éxito: “Plomo y Candela” con Ballesteros y la periodista Patricia Poleo, “Misión Imposible”, "El Jalabolas", "Qué hace Chávez con el dinero de los pobres" han dado mucho de qué hablar.
Frases de dictadura.
Programa Plomo Parejo íntegro del día 03/04/2014
E-mail: plomoparejo@rcr.com.ve
martes, 6 de octubre de 2009
Habla Nelson Castellano Hernández el ex cónsul venezolano que acaba de ganarle al Chacal en los tribunales franceses
Hace unos días se supo que la justicia francesa había archivado la denuncia presentada por el terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, "Carlos El Chacal", contra Nelson Castellano Hernández, a quien acusaba de difamación y calumnias. El zuliano Nelson Castellano fue cónsul en París hasta finales de 1999, cuando completó 16 años en el servicio exterior de Venezuela (en diferentes destinos).
Ilich Ramírez cumple una pena de cadena perpetua en Francia por tres atentados perpetrados en ese país en 1982 y 1983, que causaron once muertos y 190 heridos. Fue capturado en Sudán en 1994 en una operación realizada por los servicios secretos.
- ¿Qué dijo usted de Ilich Ramírez Sánchez, que él consideró difamatorio?
-Ellos hacen referencia a un artículo aparecido en el diario francés Le Monde, que reseñaba mi demanda por secuestro, amenazas de muerte y complicidad; también aluden a las reseñas periodísticas de las agencias de prensa Associated Press y France Presse, que se habían hecho eco de la noticia. Es oportuno señalar que el propio Carlos, en su audición, como parte del juicio ,reconoce de cierta manera mi acusación de secuestro, cuando afirma: “yo lo invité [se refiere a mí] a un restaurant en la Bekaa libanesa cerca de la ciudad de Zahle. Le había fijado una cita y mis camaradas vinieron a buscarlo para llevarlo”. Con ese eufemismo, llevarlo, Carlos explica el hecho de que ocho hombres armados entraran en la residencia oficial de la Embajada de Venezuela, me obligaran a seguirlos en un vehículo (un mercedes con placas de Siria), seguido por otro mercedes con más hombres armados, me sacaran del Líbano y me trasladaran cerca de Damasco, donde tenía su cuartel general. Dos días después, tras haber recibido muchas “advertencias” me regresaron a Beirut.
Las otras acusaciones de amenazas son más difíciles de probar, ya que por lo general éstas no se profieren en público. Sin embargo, tanto el Procurador de la República francesa como el juez de la causa determinaron que los documentos que presenté en mi defensa permitían descartar cualquier mala fe en mis acusaciones y probaban la seriedad de mis preocupaciones, por lo que declararon sin lugar las pretensiones de los demandantes.
-Usted ha dicho que ha fue amenazado por el gobierno venezolano. ¿Quiénes lo amenazaron?
-Mi denuncia en lo que respecta a los venezolanos era sobre el elemento complicidad, ya que si los representantes del gobierno, se solidarizaban con Ilich en mi contra se convertían en cómplices de sus actuaciones. En la época, José Vicente Rangel y Luis Miquilena ejercían funciones de ministros y asumieron su defensa emitiendo declaraciones en mi contra; sobre todo Rangel, quien mintió reiteradamente en declaraciones públicas para favorecer al Chacal.
Otros funcionarios de menor jerarquía, como el vicecanciller de la época, general Arévalo Méndez, y Tarek William Saab trataron de desprestigiarme. Por suerte, todo el mundo conoce las relaciones de Saab con grupos extremistas.
A esto se unió una campaña de prensa en mi contra, con escritos firmados por seudónimos y declaraciones de los familiares de Carlos, esos mismos documentos sirvieron para probar el estado de inseguridad en que me encontraba. Además, pude presentar un documento firmado por el ex embajador de Venezuela en Francia, Hiram Gaviria, donde señalaba que Carlos amenazaba de muerte a funcionarios de la Embajada. Siendo yo el único enemigo público de Carlos, es fácil deducir contra quién estaban dirigidas las amenazas. Es oportuno hacer notar que si bien ese embajador hoy en día se encuentra en oposición al gobierno, en la época guardó un silencio complaciente.
-Usted dijo, en 2001, que la red del Ilich Ramírez Sánchez “existe todavía”, y que tenía “conexiones con instancias del gobierno”. ¿Lo sigue pensando en 2009?
-Sí, lo sigo pensando, entre otras cosas porque a menudo se plantea en Venezuela una forma de repatriar a Ilich. Además, porque algunos socios o comanditarios de sus acciones figuran y han figurado en el pasado (Saddam Hussein, por ejemplo) entre los amigos del gobierno y vemos como visitan Venezuela. Múltiples denuncias han sido lanzadas por otros gobiernos sobre las redes de grupos extremistas latinoamericanos y del Medio Oriente, que tiene vida y representación en el territorio nacional
Ejemplos más concretos los observamos en la representación diplomática de Venezuela en París, donde hace poco se nombró como funcionaria a una familiar de Alfredo Maneiro, el hombre que en los archivos de la STASSI (policía secreta de la extinguida Alemania del Este) figura como el enlace de Carlos para las relaciones en América del Sur y que especialmente gerenciaba los asuntos del grupo Cuba. Eso me hizo recordar la insistencia de Carlos, en la época en que yo era el cónsul, de que le nombraran un funcionario para que se ocupara de sus asuntos.
- Usted dijo, en 2001, que “el apoyo que el presidente Chávez o el ministro de la Defensa, José Vicente Rangel, le han manifestado a Ilich Ramírez Sánchez, no responde a hechos aislados, sino a un proyecto supranacional". ¿Lo sigue pensando?
-Si no formara parte de un proyecto premeditado, cómo se podría explicar que un gobierno recién electo, como era el caso en Venezuela en el año 1999, la primera declaración de su ministro del Interior, a escasos 30 días de haber tomado posesión, fue que no abandonarían a Ilich y que a escasos 60 días el propio Presidente le escribiera una carta solidaria al convicto. Por lo demás, el proyecto venezolano de construir un “polo antimperialista” es harto conocido los medios de comunicación nacionales e internacionales, que han reseñado en muchas ocasiones los contactos venezolanos con los miembros del eje del mal. Todavía no han salido a la luz pública muchas revelaciones que tienen diferentes cuerpos de seguridad en el mundo.
-¿Usted ha seguido investigando o recibiendo investigación acerca de las actividades del chacal o de otras redes terroristas en las que participa el gobierno de Venezuela?
-Sí. De hecho, he finalizado un manuscrito sobre este asunto, que pienso publicar pronto. Para garantizar mi seguridad he distribuido varias copias entre manos amigas.
-¿Tiene usted indicios para pensar que el Carlos Ilich Ramírez sigue recibiendo fondos del gobierno de Venezuela?
-Sobre la situación actual no tengo pruebas, fui expulsado del servicio exterior a finales del año 1999 y no tengo acceso a ese expediente. De paso, aprovecho la ocasión para manifestar mi tristeza por la destrucción de la carrera diplomática en Venezuela, para sustituirla por un organismo de representación del partido de Gobierno, hoy en día no podemos hablar de diplomáticos sino de agentes del gobierno de turno.
Con respecto a tu pregunta, podría agregar que el gobierno nunca ha dejado de solidarizarse con ese personaje. En mi época, el Chacal no dejaba de exigir que le financiaran sus abogados, hoy en día no lo hace más, debe ser porque ya lo están complaciendo.
- ¿Ha conversado usted con Luis Miquilena después de 1999?
-No lo he hecho. No me interesa conversar con alguien que afirmó tener un profundo respeto por la trayectoria del Chacal
-¿Tuvo usted alguna experiencia con Gaddafi?
-Ninguna. Jamás estuve en Libia. En el juicio, Carlos miente al afirmar que cumplí funciones en ese país y que sospechaba que fui a Trípoli como espía. Pero estoy acostumbrado a las invenciones de Carlos, jamás fui designado funcionario en ese país ni lo visité nunca. Carlos está falto de elementos para llamar la atención, ese es el principal problema que tiene desde que está en prisión y no puede satisfacer su desmesurado ego.
Una entrevista de Milagros Socorro
Periodista venezolana
Columnista de El Nacional
http://milagrossocorro.blogspot.com/
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario