Esto lo que da es pena!!!

Dos personajes ampliamente desprestigiados: José Vicente Rangel y Luis Miquilena, cobran y se dan el vuelto en los acuerdos y negociaciones entre el gobierno y la “oposición”

Por: Santiago Alcalá

Quedaron formalmente instaladas las rondas de negociaciones entre el gobierno y la llamada “oposición”, con miras a las venideras elecciones parlamentarias que deberán escenificarse el venidero año, para renovar en su totalidad a los integrantes de la Asamblea Nacional, controlada actualmente por el oficialismo. Todos los temas figuran en la agenda: desde la modificación de circuitos electorales hasta la “solución” del caso Globovisión, el fin del exilio del ex alcalde de Maracaibo, Manuel Rosales y de los ex gobernadores Didalco Bolívar y Eduardo Manuitt o la habilitación de Leopoldo López para postularse nuevamente a un cargo de elección popular. A la cabeza de las negociaciones se encuentran dos de los personajes mas desprestigiados de la política venezolana: Luis Miquilena y José Vicente Rangel, viejos compinches desde hace mas de cincuenta años, en una larga travesía de triquiñuelas y vagabunderías que se inició en el viejo partido URD, siguió en Vanguardia Popular Nacionalista (VPN), el PRIN, las cercanías del MAS, la “Nueva Alternativa” y el Movimiento Quinta República. Uno dice representar al gobierno y el otro a la oposición (la domesticada) y ambos cobran y se dan el vuelto. Ambos asumieron desde hace diez años el papel de mentores de Hugo Chávez Frías, el pupilo que en muy corto tiempo superó sus maestros. En las negociaciones aparece, también en papel estelar, el gerente general de Globovisión, Alberto Federico Ravell, el hombre que maneja los hijos de la oposición, combinando hábilmente el manejo de recursos económicos, la exposición mediática y la “estrategia” política. Ravell se auto designó representante de la oposición y como tal asume esas funciones. Tiene poder pleno para imponer líneas políticas y también para promover “líderes” (mediáticos) y sepultar bajo la condena del veto, a quienes desafían el nuevo poder que controla ampliamente a dirigentes y partidos de oposición. Mientras a la “robolución” le conviene mantener hacia el exterior una imagen democrática, a la “oposición” le interesa obtener una cuota de represtación en la venidera Asamblea Nacional y además participar en algunos negocios que le permitan obtener recursos económicos para mantener las costosas maquinarias partidistas. En las primeras de cambio, se habla de facilitar las condiciones para que a la oposición le sean asignados alrededor de treinta y cinco diputados, los cuales a su vez serían escogidos de “mutuo acuerdo” entre los partidos y factores participantes del “acuerdo”. Los negociadores de la “oposición” piden liberar del exilio a Rosales, Didalco y Manuit y sacar de las rejas a Baduel. Igualmente se solicitan otras decisiones judiciales favorables para dirigentes de menor jerarquía. Como el tema económico nunca está ausente en este tipos de conciliaciones y acuerdos, con toda confianza del caso se ha mencionado el tema de los contratos de obras públicas y pólizas de seguros para supuestos “mecenas”, que repartirían sus beneficios con los factores participantes en el gran acuerdo. Las negociaciones hasta ahora tiene dos adversarios: el sector militar del gobierno encabezado por Diosdado Cabello y algunos sectores de la oposición que no se sienten representados por quienes se han auto designado miembros de la mesa de negociación. ¿Hasta donde llegarán los acuerdos? ¿Qué busca Chávez con este tipo de arreglos? ¿Hasta donde es posible negociar en los mas altos “cogollos”, sin participación efectiva de las grandes colectividades que se oponen al actual gobierno? Amanecerá y veremos. NEGOCIADORES: 1.-Alberto Federico Ravell: se auto designó como “pieza clave” en la escogencia de los candidatos de la oposición para las elecciones parlamentarias de 2010. Dará amplia pantalla a los seccionados y tiene poder de veto contra los “rebeldes”. 2.-José Vicente Rangel Vale: es el “negociador” del gobierno. En la mesa de negociaciones ofrece desde un contrato de obras públicas, hasta dejar sin efecto una medida judicial. Es la “mano peluda” del régimen y controla los altos negocios. 3.-Luis Miquilena: verdadero gángster de la política y de los negocios, representa a la oposición domesticada que busca acuerdos con el gobierno. Su ejecutoria como depredador de los dineros públicos y manipulador de los poderes públicos durante la “robolución” chapista, es un pésimo ejemplo para quienes quieren salir de Chávez y tener un país más decente.

FUENTE: La Razón